RED MOON»KSJ

🍃75🍃

Aria se encontraba en un estado de tristeza realmente enorme. Ocho meses y Seokjin continuaba en cama.

Había tenido que ir de una estación a otra incontables veces, al menos en aquel instante podía tener un momento para quedarse junto a él.

—Namjoon comienza a impacientarse— le habla— incluso Hoseok ha venido y él no te ama tanto que digamos.

Rió, era mentira, Hoseok había caído como todo el mundo ante Seokjin y su personalidad armoniosa, era de esperarse.

La puerta fue abierta, mostrando a Yoongi sonreírle de boca cerrada y tras él, uno de los guardias, pidiéndole que se acercara, lo hizo, muy a su pesar soltó la mano de su esposo y les siguió fuera.

Los dos reyes restantes sacudieron sus manos a manera de saludo, también alcanzó a ver a los hermanos dialogando un poco más lejos con Jungkook, se preguntó que ocasión especial era como para verlos a todos reunirse.

—¿Cómo estás?— Hoseok tomó su mano, dándole un apretón amistoso— días sin verte.

Sonrió lo más sincera que pudo.

—Ya sabes, acostumbrándome— dijo, tomó la mano de Namjoon igualmente y suspiró— esperando.

—Ya despertará— animó el rey de otoño—cuando menos lo esperemos, se levantará estresado de esa cama y empezará a gritar como si no existiese un mañana.

—Y se molestará contigo porque hiciste a sus guardias unos blandengues.

Rieron, asintiendo.

—Incluso si me grita o lo que sea, estará bien para mi, pero que despierte ya— concluye— ¿a que debo el honor de esta visita? me encanta tenerlos aquí, pero estoy curiosa.

Ambos reyes miraron al guardia que había ido a buscarle, Soobin, si mal no recordaba.

—El rey nos había encomendado una tarea— sonrió nervioso— y ya hemos terminado, así que he preguntado si sería posible llevarla allí.

—¿Qué otro secreto tiene ese hombre?— cuestionó divertida, siempre lleno de sorpresas.

—Su regalo de bodas.

La sonrisa se perdió de su rostro, lentamente, demasiado confundida, sin saber cómo reaccionar exactamente.

—Seokjin habló conmigo tiempo atrás— explicó Namjoon— me preguntó acerca del terreno que une a primavera con invierno, no es muy grande, pero aún así perfecto para lo que el pretendía hacer.

Yoongi la alzó en brazos, tomándola por sorpresa mientras Soobin dio la vuelta, despidiéndose y dejándoles solos.

Aria gritó y cerró los ojos, había sentido algo extraño, además de ver cómo parecían haberse esfumado, pero fue solo un segundo, cuando abrió los ojos estaban en un lugar distinto, supo entonces que Yoongi había aprendido a transportarse de un lugar a otro, no tardó en ver a los demás aparecer mientras ella fue puesta en el suelo nuevamente, sus zapatos altos tenían algo de nieve adherida y tuvo que sacudir la falda de su vestido.

Levantó la vista y el aire se atascó en sus pulmones, llevó una de sus manos a su pecho, quería preguntar por lo que veía pero no era capaz de vocalizar.

Un castillo, uno precioso.

—El dijo que tú querías flores— escuchó a Namjoon continuar hablando, estaba demasiado concentrada en no perderse un solo detalle— no pudo llevarlas a invierno como deseabas, así que esto fue la mejor solución que pudo encontrar— rió un poco— tienes a invierno y primavera juntos, este es su regalo para ti.

Aria no había tenido tiempo para llorar, por lo que sus emociones continuaban acumuladas en su interior, pero en ese momento, sentía que podía sacarlo todo y no sería juzgada por ello, no se vería menos fuerte.

Y es que pudo visualizarse perfectamente, en su imaginación se vio felizmente abrazada a él mientras caminaban por todo el lugar, sostendría su mano y besaría sus mejillas, despertaría cada día con aquel rostro siendo lo primero que sus ojos verían, ella se volvería loca hablándole sobre los colores y sus amadas flores mientras Seokjin le escuchaba atento, porque a él le gustaba hacerlo.

Se amarían una eternidad, porque estaban destinados a ello.

Y tú decías que no podías ser romántico.

El podía mover el mundo si ella se lo pedía, porque esa era su manera de demostrar, Seokjin nunca sería un hombre de palabras, él era alguien de sorpresas agradables, acciones apasionadas y besos de amor verdadero.

Así es él, no podía pedir más que eso.