RED MOON»KSJ

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Observaron la bestia enorme frente a ellos e intentaron encontrarle una explicación lógica a su aparición mientras intentaban derribarla.

—¿Alguna idea?— escuchó a Hoseok preguntar mediante el vínculo— necesitamos pasar a verano.

Seokjin pensó en pedirle a otoño que se transportara con Aria a verano, pues de las estaciones era él quien mejor resistencia tenía a la hora de esfumarse y aparecer en un lugar distinto al anterior.

Observó a Jungkook saltar directamente a la cabeza del titán aquel que los estaba retrasando, enterrando ambas espadas y rasgando el hielo, varios bloques cayendo y Seokjin esquivándolos hasta que su guardián terminó degollandolo.

Jungkook regresó al suelo, perdiendo la paciencia cuándo notó que aún sin cabeza, continuaba moviéndose, por lo que en su impaciencia y molestia simplemente se lanzó a cortarlo en pedacitos, el filo de las espadas de Jungkook era impresionante, el mejor material en armas de invierno lo poseía él, por lo que logró destruir una de sus piernas, el gigante aquel perdió el equilibrio y cayó al suelo frente a ellos.

Jungkook dio el corte final en toda la mitad del torso y al fin, quedó inerte allí.

Seokjin sonrió mientras lo veía recuperar el aliento, él mantuvo la calma como debía ser en todo momento, pues si se alteraba, nada resultaría bien.

—Otoño dice que lo hará— informó Bin— pasará a verano con la reina y Yoongi.

El asunto era que ahora Otoño se debilitaría y quién sabe cuánto tiempo pasaría para que se recuperara, pero no tenían otra opción, terminó aceptando.

—¿Qué tan mal se ve la estación?— preguntó, viendo que ya no habían árboles de pie, solo sus troncos en el suelo— sé que es inevitable que hayan daños pero aún así es a la naturaleza a quién estamos defendiendo.

—Está hecha un desastre, sinceramente— escuchó la voz de Bin nuevamente— la tierra está levantada, el suelo sigue temblando y Roja continúa levitando en el cielo buscándolo a usted.

—¿Qué tan obvios seríamos al pasar a Aria a verano?

—Muy obvios, pero no tenemos de otra más que hacerlo— escucha a Hoseok, su voz entrecortada, está corriendo— parece que ella puede materializar según la estación en la que esté, no importa cuanto intenté derretir la bestia, se regenera.

—Tienes que destruirlo— aconseja Seokjin— Jungkook le hizo pedazos y ahora no se mueve.

—¡Haberlo dicho antes!— para su sorpresa, aquella voz fue de Yoongi— lo único que pude hacer para inmovilizarlo fue atarlo, y aún así- ¡Aria quédate quieta maldita sea!

Ahora sabían que Yoongi impaciente no era tan callado como usualmente acostumbraba.

Dio la orden a Otoño mientras pensaba en que otro movimiento podían hacer para continuar distrayendola, la energía que había drenado había sido inmensa pues no había rincón en invierno que no estuviese destrozado, pero no era suficiente.

—Descendió— avisa Bin— creo que encontró a Seokjin, no estoy seguro.

A correr nuevamente.

—¡No!— exclama— no lo encontró, está- ¡está concentrando energía en sus manos!

El rey le dio una mirada a Jungkook ¿cómo podía hacer eso? su guardián negó con la cabeza al ver las intenciones de Seokjin.

—Debo ir.

—No, quedamos en que no actuaría a no ser de que fuese necesario.

El suelo se sacudió, la niebla se dispersó violentamente por culpa del viento y por un momento perdieron el equilibrio, cayendo al suelo.

—Esto requiere mi presencia.

—No.

Los troncos de los árboles comenzaron a arrastrarse, parecía que el viento era tan brusco que los empujaba hacia ellos, teniendo que esquivar los que podían y destruir los que llegaban directamente.

—¡Jungkook!

—¡Qué no puede ir!

—¡¿Alguien puede hacer algo con esa cosa enorme?! ¡Hablo enserio cuando digo que si eso estalla moriremos todos!

Luego de esa afirmación, Seokjin se desesperó, dio media vuelta y corrió, ignorando los llamados de Jungkook, él no entendía que ninguno de los otros reyes podía hacer algo, está era su estación y le era más fácil actuar a él.

Su molestia aumentaba a cada segundo, debía controlarse.

El aire se sobrecargó de energía, supo que estaba yendo por el camino correcto cuando sus ojos notaron una luz amarilla extraña, luego, se dió cuenta de que Bin no supo describir aquella esfera ¿todo eso era energía acumulada por sólo sus manos? ¿qué podía hacer contra eso? debía pensar en una solución rápida, pues en medio de aquella bomba de tiempo que Roja había creado, se encontraba de pie la misma, observándolo.

Calma, debía mantener la calma.

—¡Puedo crear cientos de estos!— le gritó— ¡Despídete de tu amado invierno!

No te dejes provocar, calma, Seokjin.