Invierno y primavera entrelazaron sus manos y otoño así nació; le amó presenciando la caída de hojas secas aún cuando el azotador viento hacía sus dientes castañetear, entonces, invierno deseó que la calidez de primavera fuese prolongada y con un in...
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Netza observaba y sonreía con picardía a sus reyes y estaciones, el amor.
—¿Y cuál será el regalo a la pareja de tórtolos que acaba de casarse?— Hoseok se acerca, en realidad todos lo hacen y pronto se ve rodeado, sin escapatoria alguna.
—No lo sé, yo le regalé la luna a Seokjin ¿ustedes que le darán?— se encoge de hombros y de nuevo tiene al mencionado rey juzgándole con la mirada.
Todos están comiendo, bebiendo y conversando a costa del maravilloso suceso reciente, el ambiente es agradable y lleno de dulzura.
Netza se queda mirando a los rostros de sus reyes y estaciones, no pudiendo evitar sentirse muy orgulloso de todo lo que han logrado hacer por sus tierras, la naturaleza está a salvo y más hermosa que nunca, están sanando heridas dolorosas poco a poco, tomándose su tiempo para asimilar y aceptar.
Han encontrado el amor, todos y cada uno de ellos tienen a un lado a su destino, lo que significa que jamás escuchará acerca de un rey solitario o cansado de su eternidad.
—Estoy muy orgulloso de ustedes— sonrió, tranquilo y sincero— creo que viéndolos ahora, tan increíbles y enamorados de la vida y de una vida— Hoseok arrugó la nariz cuando le miró ¿eso que quería decir?— me brinda tranquilidad y mucha paz.
Soltó un suspiro pesado, viendo a su alrededor y asegurándose de que nadie estaba viendo en su dirección, incluso cuando a él no podían verlo personas ajenas a la realeza o sus estaciones, era mejor prevenir que tener que dar explicaciones después.
—Tuve una especie de... revelación— miró con fijeza a Jimin, la pereza en sus ojos y la confusión en los contrarios— lo que hago por ustedes, definitivamente no tiene límites.
Toma la copa que Aria sostiene, hay vino en ella un segundo y al otro, es agua pura.
—Sinceramente no quiero ver— Namjoon se cubre el rostro con sus manos— desde que convierta el vino en agua, no es de confiar.
Lo ignoró, mientras, su mano libre se cerró en un puño, concentrándose y no pudiendo creer que terminaría cediendo a ellos. Abrió la mano y en la palma de esta, una curiosa flor que ninguno de los presentes había visto antes, apareció.
Aria sentía que ya había visto aquella flor, pero no recordaba su nombre.
Netza colocó pétalo por pétalo dentro de la copa, vieron como flotaron en la superficie por sólo dos segundos antes de desintegrarse y teñir el agua de un poco apetitoso color rosa.
—Tómatelo— le entregó a la reina, quién no lucía muy segura— sabe horrible, ciertamente, pero debes tomarlo todo, hasta la última gota.
Negó.
—No soy muy tolerante a los sabores horribles...
—¿Quieres hijos o no?
Se cubrió la nariz, tomándose el extraño líquido de un solo trago, dejando a los presentes en un efímero estado de sorpresa, incluso al propio Netza.
Tomó varias respiraciones profundas, entregando la copa a Seokjin.
—¿Cómo te sientes?— le pregunta.
—Horrible, es como un extraño revoltijo asqueroso en mi estómago que no sé cómo explicar— su cabeza cae en el brazo de Seokjin— me siento enferma.
Netza aplaudió.
—Felicidades, ahora eres fértil— incitó a los demás a aplaudir con él, aunque dudosos, Aria se veía pálida— son sólo efectos secundarios, ya pasarán, propongo que vayan y hagan lo suyo para que la criatura nazca en el año en el que debe nacer.
—Que buen regalo-
—Nada de vulgaridades, Namjoon— lo señaló— no seamos soeces en mi presencia.
—Todo te molesta, hombre— resopló, levantando la vista para ver el gran reloj en la pared— debo ir a invierno, adiós y feliz apareamiento.
Escuchó los alegatos fastidiados de los demás y algunas risas conforme se iba alejando, sonrió, eran tan sensibles.
—Espero que también se case rápido— celebró Netza, miró a Hoseok— tu también necesitas prestar atención a tu alrededor, solecito.
Yoongi se rió ante la expresión de este, le gustaba como Netza dejaba a todos confundidos y sin saber cómo interpretar sus palabras e insinuaciones, se disculpó con los demás cuando un guardia le llamó, solicitando su apoyo.
Aria y Seokjin también se fueron, seguidos de Hoseok y Taehyung quiénes se excusaron queriendo disfrutar de la celebración y Jimin siendo arrastrado por su hermano, no entendiendo porqué.
—Yoongi es muy hermoso ¿no te parece?— preguntó Netza en un suspiro soñador.
Jungkook asintió, si, Yoongi era muy lindo, además de buen amigo y confidente, a sus ojos era visualmente atractivo de ver.
—Tanto como su estación— rió— oye, si te pregunto por la destinada de Hoseok-
—Ya empezaste mal, así que no te lo diré, pero ¿sabes que si te diré?— niega— ¿Sabías que regalar flores en primavera es una muestra de romanticismo y cariño? nadie regala una solo porque si.
Jungkook asintió, sonaba a un bonito detalle.
—¿Una tradición, entonces?
—¡Hay panecillos de queso!
Se fue, dejándolo solo y a media conversación, ya se había acostumbrado incluso, Netza era tan extraño e impredecible.
—¡Jungkook!— volteó, Yoongi sacudió la mano, buscando su atención y señalando a una esquina después.
¡Rosas azules!
¿Cómo podían haber rosas de tantos colores? que impresionante.
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