Invierno y primavera entrelazaron sus manos y otoño así nació; le amó presenciando la caída de hojas secas aún cuando el azotador viento hacía sus dientes castañetear, entonces, invierno deseó que la calidez de primavera fuese prolongada y con un in...
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—No tengo tiempo para quedarme a discutir sobre una moribunda— Aria se mostró muy molesta por las palabras de su... futuro esposo— así que dejando ese tema de lado, vayamos a lo que nos compete.
Habían llegado al palacio de verano hace media hora, dónde Hoseok había dado la orden de atender a la mujer y posterior a eso, encerrarla.
—Ya hemos comenzado con los preparativos para el homenaje a la luna roja—Hoseok hizo una seña a su consejero, este acercó la tonelada de hojas y las dejó caer sin sutileza sobre la mesa— el vestido de Aria, las ofrendas y todo lo necesario está previamente listo y como todos los años, se realizará aquí en verano— observó a Seokjin— ¿Trae el anillo?
Asintió, Jungkook se acercó a la mesa y entrego la caja de terciopelo blanco a Hoseok, quién negó y señaló a la reina.
—No es mío, es de ella— expresó— entregáselo.
Obediente, así lo hizo, pero la reina también negó y apuntó a Seokjin.
—Se supone que él debe ponérmelo— Namjoon, quién había estado en silencio todo este rato, se rió entre dientes— ¿Qué es tan gracioso, rey Namjoon?
Se enderezó en su lugar.
—Mis disculpas si se ha ofendido— soltó otra inevitable risa— pero Seokjin ni siquiera desea casarse con usted, no le pondrá el anillo.
El rostro de Aria ardió en ira ¿Cómo no iba a querer casarse con ella? por supuesto que ella tampoco estaba muy emocionada con la idea, pero cuántos hombres no matarían por estar en el lugar del rey de invierno.
—Tiene usted muchos aires de grandeza ¿no le parece?— se dirigió a Seokjin, quién ni se inmutó— lamento decirlo, pero soy bastante orgullosa y si las cosas no resultan como yo deseo, simplemente no las hago— arrebató la caja de las manos de Jungkook, por supuesto él no se quejó por el gesto brusco y simplemente regresó a su lugar al lado de Yoongi, con quién no cruzó más que un saludo— esto es inaudito.
Se puso ella misma el anillo, arrepintiéndose segundos más tarde.
La piedra roja en su dedo brilló con intensidad, asustandola solo a ella, pues los tres hombres gobernantes no parecieron sorprenderse en absoluto hasta que vieron la pieza comenzar a fundirse.
El anillo estaba uniéndose a la piel del dedo de la reina Aria, la piedra siendo lo único visible pues la argolla parecía haberse derretido, el patrón grabado en la misma rodeó su dedo, como un tatuaje.
Yoongi se acercó, tomando la mano de su reina y observando la piedra incrustada en la piel, se atrevió a mirarla directo a los ojos, no encontrando respuestas en ellos.
—Acabas de quedarte sin anillo real, Seokjin— comentó Namjoon, para aligerar el ambiente— parece que no podrás quitárselo nunca más.
En lo alto del cielo, la luna roja hace presencia.
¿Porqué todos la adoran? ¿Porqué todos la veneran? ¿Cuál es la suerte que riega sobre el mundo?
Allí dónde no se encuentra nada, varias respuestas se han dispersado.
Pero no verás nada, no con ojos mundanos.
Necesitamos unos ojos escarlata, un eterno, un amor e inteligencia.
Luego, cuatro sacrificios se elevarán en el alto cielo y nos mostrarán la verdad.
¿Hay que seguir idolatrando a la luna?
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