RED MOON»KSJ

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—Tienes que verlo ¡Hani se lució esta vez!— bueno, al parecer siempre se lucía—no tiene flores porque... no lo sé, solo pedí mucho brillo y volumen.

—Y por brillo te refieres a-

—¡Muchísimos diamantes pequeños!

Seokjin se dejó arrastrar, no entendía porque en primavera hacía tanto calor, pero parecía no ser el único sudando en exageración puesto que Jungkook venía tras él ventilandose el rostro.

Entraron, era un salón enorme dónde Hani se encontraba en el medio junto al que supuso Seokjin era el vestido, se acercaron y casi sintió pena por su costurera quién posó la mirada en Jungkook por largos minutos.

Pero él ni siquiera le devolvió dicho gesto.

Entrecerró sus ojos, ciertamente era brillante, se agachó y levantó el final de la falda.

—Es pesado— comentó— me gustaría verte con el puesto.

—Puedo usarlo para que lo veas mejor ¿me ayudas, Hani?— la chica aceptó, encantada— prometo que después de esto puedes dar un breve paseo por la estación antes de que tengas que irte.

Las vio perderse en los vestidores, le causaba gracia la emoción de Aria por un simple vestido, pero estaba bien, si a ella le gustaba y disfrutaba de algo tan sencillo como una prenda, él no era nadie como para perturbar aquel sentimiento.

Puso su atención en Jungkook y suspiró, acariciando su cabello mientras veía sus ojos evadir los propios.

—No he podido preguntarte por como te sientes desde que se te otorgó invierno—le dio una media sonrisa— quiero que sepas que si te sientes muy cansado, abrumado o lo que sea, cualquier sentimiento que te atormente... puedes venir a mi y desahogarte, si quieres darte un tiempo para asimilar todo lo que ha sucedido, puedes hacerlo con total libertad.

Jungkook evitó mirarlo, tomando uno de los adornos y jugando con el, fingiendo que era en extremo interesante, hasta que Seokjin se lo arrebató, regresandolo a su lugar y tomando su mentón, obligándole a mirarlo.

—Es que no estoy cansado y no tengo nada que asimilar— apartó la mano, sosteniendo su muñeca— estoy... confundido y un tanto decepcionado.

—¿Porqué? Habla conmigo.

Apretó los labios en una fina línea, sabía que Seokjin lo escucharía sin juzgar, pero aún así era extraño porque no solía quejarse, mucho menos con él.

—Estaba seguro de que Hani era la indicada— comenzó— es dulce y pacífica, se preocupa por mi, además es bonita y trabajadora— relame sus labios, queriendo explicarse bien pues aveces se enreda con sus propias palabras— sentía un sin fin de cosas con sólo verla, por eso creí y me dije a mi mismo que definitivamente era la chica para mi.

—Jungkook...

—Pero ahora no siento absolutamente nada cuando la miro, no está esa emoción, ni siquiera los nervios de un principio y sé que se debe al asunto de que no es mi pareja destinada, por lo que tuve que hablar con Netza y pedir más explicaciones— se mordió el interior de la mejilla— y vaya que me las dio, mi decepción fue tan grande que llegué a la conclusión de que definitivamente no soy lo suficientemente bueno para una persona, no estoy en la mejor versión de mi— Seokjin apretó su hombro, transmitiéndole paz y consuelo al notar sus húmedos ojos— pensé que era la indicada, que me querría enteramente y sin condiciones o dudas, pero ¿cómo va a ser la indicada cuándo sólo piensa en mí como segunda opción? ¿no se supone que cuando quieres a alguien tu corazón solo direcciona hacia una persona? entonces, pensé en que no todos tenemos la suerte de ser la única e indispensable opción de quiénes si son la nuestra.

Parecía que Netza le había enseñado que tristemente, Hani no era la indicada y no lo quería con la misma intensidad que él a ella.

Jungkook siendo un hombre lleno de inseguridades, no podría tolerar algo así, por lo que comprendía perfectamente que estaba dolido, molesto y como él mismo dijo, decepcionado.

—Quiero que sepas y te grabes en esa cabeza el hecho de que eres más que suficiente— apretó ambos hombros y se acercó un poco más a su rostro, para que lo escuchase claramente— Jungkook, cualquier ser en este mundo se sentiría privilegiado de ser amado por ti, lo puedo jurar al cielo con los ojos cerrados, no conozco persona más pura, entregada y sincera que tú, mereces el universo entero, estoy seguro de que llegará alguien que intentará bajarte las estrellas y regalartelas porque no mereces menos que eso.

Jungkook se sintió bastante tocado y conmovido por aquellas palabras, nunca nadie en su vida le había dicho tal cosa como que se merecía las estrellas, para él eso significaba mucho y más viniendo de alguien tan importante para él como lo era Seokjin, su hermano, su rey.

Así que lo abrazó, con fuerza, agradeciéndole en murmullos por el simple hecho de existir y estar ahí para él cuando más lo necesitaba.

La puerta se abrió y tuvieron que romper el abrazo rápidamente, incluso cuando sólo se trataba de Yoongi observando el pequeño ramo de rosas amarillas que traía en manos, se acercó a ambos y los saludó sonriente.

—Es temporada de rosas y recordé que a Jungkook le hacía ilusión ver algunas amarillas— se las entregó— comentaron los guardias que habían llegado hace poco así que las traje rápidamente, creo que las usarán para la decoración de la boda ¿qué tal? son muy bonitas.

Seokjin asintió, luego se disculpó con ambos guardianes apenas vió a su esposa aparecer envuelta en aquel despampanante vestido y se acercó, pensando en cómo decirle que no quería amarillo en su boda.

Jungkook se quedó observando con mucho interés aquellas rosas, realmente eran muy bonitas y definitivamente el color amarillo se convirtió en uno de sus favoritos luego de verlas.

—¿Temporada de rosas?— preguntó, Yoongi asintió sonriendo aún más grande.

—Hay de todos los colores ¿deberíamos ir a verlas? creo que te encantarán, son definitivamente tu flor favorita.

Aceptó después de mirar a Seokjin, por supuesto que quería ver esas rosas.