Trece

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Volvió a visitarme, me rescató del abismo de depresión en el que me había metido.

Lo extrañaba tanto la alegría y felicidad volvieron desde el momento que cruzó la puerta, lo supo, empezó a reír cómo loco.

— ¿De qué te ríes?

—Debiste ver tu rostro.

— ¿Por qué? -pregunté confundida.

—Pareciera que viste un fantasma y después sonreíste como si estuvieras loca.

« ¿Ahora estoy loca? »

—Si loca pero por ti -pensé para mis adentros.

Deseo OdiarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora