Sesenta y dos

652 40 4
                                        

-Lamento haber desaparecido estos días. Pero necesitaba despejar mi mente, aunque sólo logré atormentarme más.

-¿Despejarte? ¿De mí? -dijo haciendo un tierno puchero, estaba a punto de llorar. Necesito ser más cuidadoso.

-No bonita, de ti jamás, no pienses eso.

-¿Entonces?

Dudaba en decírselo, empeoraría nuestra relación.

Pero si el día de mañana moría, no me quería quedar con las ganas.

-Sabes -suspiré ya me estaba arrepintiendo -me alejé porque creo que te quiero pero no ese querer. No cómo hermana, pero tampoco cómo novia.

Frunció el ceño y se quedó callada.

-¿A qué juegas? Decídete por que ya me estoy cansando de esto.

-No estoy jugando es sólo qué no sé.

-Es suficiente. Basta de charla. Retírate de mi casa -se levantó de mi lado, abrió la puerta de su habitación y me hizo una seña para que saliera.

-En serio, ¿eso quieres?

Deseo OdiarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora