Deseo Odiarte

Cuarenta y uno

La esperanza volvió.

Deseaba tanto que me dijera que me amaba.

Fue por mi después del trabajo. Íbamos rumbo a mi casa. Tomó mi mano. Era el momento perfecto, ilusionada pensé que al fin me pediría que fuera su novia.

-¿Te puedo preguntar algo?

-¡Claro!-dije entusiasmada.

Se detuvo y tomó mis dos manos, agachó la mirada por unos segundos hacia el suelo, suspiró de una manera exagerada parecía nervioso.

-Sabes ya no puedo ser tu amigo, me gustas mucho, en realidad creo que te quiero, no, no lo creo te quiero pero necesito arriesgarme, necesito preguntarte, más bien pedirte algo-hizo una pausa, tomó aire y finalizó-¿Quieres ser mi novia?

-¡Por supuesto! Nada me haría más feliz que ser tu novia.-lo abracé y empecé a depositar besos en sus mejillas, frente, barbilla solo me faltaban sus labios.

-¡Wow! Espero que ella reaccione así.

-Espera, ¿qué?-dije confundida, lo solté de inmediato esperando una explicación.

-¿Recuerdas la chica que te conté el otro día?, le pediré que sea mi novia y esperaba que me dijeras si cómo te lo dije estaría bien. De hecho creo que es la manera correcta por tu reacción.- dijo con una pizca de sarcasmo.

-¡Oh! Si esta bien así, que afortunada es. -contesté con un nudo en la garganta, el corazón destrozado y mis ojos trataban de retener las lágrimas que estaban a punto de salir.