Setenta y cuatro

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Era gracioso ni en la lectura lo podía dejar.

Los protagonistas eran de cabellos rubios y ojos de claros sin embargo yo los cambiaba y lo ponía a él cómo el chico perfecto y yo siendo el amor de su vida. Por lo menos ahí estábamos juntos y teníamos un final feliz.

Tenía tantas cosas guardadas en mi mente, tantos recuerdos, tantas frases que nunca me atreví a decirle.

Comencé un pequeño diario. En realidad era una libreta abandonada, me sentía liberada, esperaba que las hojas derramaran lágrimas y me hicieran compañía entre mis sollozos y lamentos, en el dolor y frustración por no tener su amor.

Le escribí carta, poemas, hice relatos; desgarradores cómo mi corazón en ese martirio de la friendzone.

Le escribía cómo si lo fuera a leer.

Le decía que lo amaba, que esperaría a que acabara su amor por ella, a la que presentaba con orgullo como su novia.

Le dedicaba canciones que jamás escucharía.

Le regalaba mis letras eran más de él que mías.

Mis sentimientos plasmados en textos.

Todos para él.

Hola sensualidades!
Les deseo hacer una coordial invitación:
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Espero sus votitos y comentarios! :*

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