21. Un extraño aliado

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Pablo

Némesis y yo habíamos visto los disturbios a través de la ventana del edificio y estaba seguro que todos los demás también lo vieron, sin embargo no teníamos ordenes de interponernos y si no lo hacían las personas mágicas, que eran las más propensas a poder defenderse, ¿Qué podíamos hacer nosotros?

La pelea se detuvo casi tan rápido como comenzó y de pronto vimos a la Semidios, al Dios y a un caballo con alas cargar a las Brujas más poderosas del mundo en el lomo del animal y llevarlas dentro del edificio.

-La vida es extraña- digo observando la situación. Némesis simplemente asiente, aunque sabía que estaba de acuerdo conmigo. Sher apareció en nuestra puerta una hora después y nos puso al día. Acto seguido, me pidió que lo dejara a solas para hablar con mi amiga. Ambos se encerraron en la habitación y me quedé del otro lado.

-¿Tienes hambre?- me pregunta el chico que siempre andaba con Sher. Su cara era demasiado distinguible como para no saber quien era. La mirada muerta, la postura rebelde, las manos habilidosas, todo Genetic que fuera lo suficientemente listo sabía quién era Levi Waters y los problemas que ocasionaba meterse en su camino. Por qué el chico autista, el cual parecía un pan de Dios en comparación, se llevaba bien con él era para mi un misterio.

Como si lo hubieran escuchado, Bruno y Daniel aparecieron con raciones en ambas manos. Nos ofrecieron una a cada uno y le di la mía a Levi para tomar las de Némesis y Sher.

-Un segundo- digo. Entré en la habitación a toda velocidad, las dejé sobre el escritorio y salí exactamente en un segundo. Los tres hombres me miraron sorprendidos.

-Si no hubiera escuchado la puerta juraría que te teletransportaste- murmura Daniel. Casi frunzo el ceño, observandolos a los tres. Si Levi lucía como el diablo en persona, Bruno era su versión adulta y Daniel la versión pelirroja. Los dos chicos que habían traído nuestra comida estaban llenos de cicatrices, Bruno incluso tenía piercings en la cara.

De pronto me sentí aburrido, la única cicatriz que tenía se encontraba en la rodilla y me la había hecho cuando me caí en la plaza de pequeño. Los rumores en la Base corrían rápido, más cuando se trataba de gente peligrosa y ninguno de los tres individuos parados frente a mí habían tenido una infancia tan tranquila y ordinaria como la mía. Pensé que debía sentirme agradecido y no envidiarlos, sin embargo era algo difícil.

-Otrera y Mara nos necesitan abajo- me avisa Bruno- Nos reuniremos en una hora cuando tengamos noticias sobre Golden Claw en la Suite Presidencial.

Los dos chicos se fueron, Bruno deslizando una mano en el bolsillo trasero de Daniel y aparté la mirada de ellos para observar a Levi, quien también los miraba, un sentimiento indescifrable en su mirada.

-¿Quieres comer en tu Suite?- le pregunto- la mía está ocupada en estos momentos.

Levi no pudo disimular su disgusto, sin embargo no sabía si iba dirigido hacia mí o la situación en particular. A pesar de todo, me devolvió mi comida e hizo un gesto para que lo siguiera.

Comimos casi en silencio, Levi estaba ensimismado en sus pensamientos y yo no era el mejor conversador. A pesar de todo, el silencio era más cómodo de lo que hubiera esperado. No fue hasta que terminamos que Levi se dirigió a mí.

-Ustedes estuvieron en la base de Sebastian- recuerda- ¿Por qué no han dicho nada todavía?

-Se suponía que hablaríamos en la segunda reunión, la primera debía ser introductoria ya que todos debíamos instalarnos aquí. No sabíamos que las cosas iban a escalar tan rápidamente.

-Pero lo hicieron. En cuanto resolvamos todo este asunto tenemos que juntar toda la información que el Desertor nos dé y la de ustedes para formar un plan que nos permita acabar con esto de una vez por todas.

-Pienso igual. Las cosas están algo tranquilas aquí pero Némesis hizo unas cortas visitas a otros pelotones alrededor del mundo. Muchos de nosotros están muriendo, otros Desertan y algunos están demasiado asustados o cansados cómo para seguir peleando. Es cuestión de tiempo antes de que nos superen en número y no habrá Dioses que puedan ayudarnos a vencerlos.

Levi asintió, su peligrosa miraba denotaba aquella misma inquietud que siempre me producía cuando lo veía en los entrenamientos de la base, incluso cuando era un chiquillo, sin embargo era extraño verla depositada ahora en un enemigo común.

-Ganaremos al final- me dice con seguridad, ¿Cómo podría no creerle cuando lo decía de aquella manera? Estaba por contestar cuando Sher entró por la puerta sin tocar.

-Sal- me dice, sin tacto. Me levanto y los dejo en la habitación a solas preguntándome si podía haber algún dúo más extraño en todo este edificio.
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Más les vale prepararse para el capítulo de mañana 😈

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