Otrera
Llevábamos cinco minutos esperando cuando Sher y Levi aparecieron y se ubicaron a ambos extremos de la mesa. Sher lucía impasible, como siempre, sin embargo Levi miraba a todos como si acabara de cometer un asesinato y estuviera pensando si había escondido el cadaver en un sitio muy obvio.
No me perdí la mirada que Bruno y Daniel intercambiaron luego de ver a Levi ni la sonrisa privada de Némesis cuando observó a Sher a través de la habitación. Tantas vidas me habían enseñado a leer a la gente como si fuese un libro abierto. Era evidente que algo había sucedido y que Sher era mucho mejor escondiéndolo que Levi, sin embargo no iba a preguntar.
Las dos sillas vacías eran un peso demasiado evidente como para evitarlo, por lo que Mara, que se encontraba acostada sobre la mesa como si fuera el platillo principal, se aclaró la garganta con impaciencia.
-No podré sostener esto mucho más tiempo- advierte, sus ojos cerrados, su frente transpirada por el esfuerzo- No soy tan poderosa como Zara y Elizabeth y estoy en comunicación intercontinental, no es algo que hice muchas veces antes.
-Bien- accede Sher- imagino que no han perdido el tiempo y le preguntaron sobre el alcance de los poderes del Desertor.
-Lo hicimos- me apresuro a contestar, era mejor que Mara ahorrara energías- ellas están ligadas a él y solo él puede romper el lazo.
-Sus órdenes- recuerda Sher- él las ha dado y no se preocupó por tenerlas a la vista lo cual me da la impresión de que ellas continuarán siguiendo sus órdenes hasta que estén cumplidas.
-Exacto- coincido- solo él puede romper la conexión y cancelar las órdenes. Aunque lo matemos, aunque lo inhabilitemos o las alejemos cientos de kilómetros ellas no pararán hasta matarnos a todos.
-Entonces, ¿Qué hacemos?- pregunta Levi y la sala se sume en silencio.
-Eso significa que tenemos que descubrir lo que quiere y convencerlo de pasarse a nuestro lado- declara Sher. Por un momento, la sala se sume en una serie de conversaciones, todas probablemente intentando deducir cuál era.
-¿Cómo?- pregunta Hércules de pronto. Quizás era su distintivo acento, tal vez era que era la primera vez que hablaba a excepción de su presentación o tal vez era el hecho de que cuando un Dios habla uno automáticamente opta por callarse, la habitación se sumió en silencio al instante y todos observaron a mi amado- Él llegó a estas alturas, ¿Por qué retractarse? Si las deja seguir sus órdenes nos matarán eventualmente, si cancela la orden pasará a nuestro lado de la guerra y estará en el mismo lugar que comenzó, incluso peor quizás ya que Sebastian y Urian lo conocen y lo enviaron para matarnos a todos.
-Hércules tiene razón- coincido- he estado pensando y no veo cómo podríamos convencerlo de desistir. No se unirá a nosotros y está a salvo en el sótano, no tiene motivos para retractarse.
-Además no tenemos tiempo para una conversación muy larga- agrega Bruno- Hemos visto lo poderosas que pueden llegar a ser individualmente pero, ¿Las dos juntas? Serían imparables.
-Elizabeth podrá congelar a cientos de personas mágicas antes de que puedan moverse, si quiera, no quiero ni pensar lo que el resto de sus poderes podrían hacer- agrega Daniel.
-Némesis y yo hemos conversado con las chicas mágicas antes de que fueran encerradas con Elizabeth y Zara- agrega Pablo- ellas dicen que podrían demorarlas pero nunca vencerlas.
-¿Gustavo, Mara?- pregunto mirando a la Vidente. La muchacha rompe la conexión y se sienta, su torso girándose hacia Sher.
-Gustavo tampoco cree que podamos hacerlo cambiar de opinión. El Desertor nunca quiso estar en la Base de los Genetics realmente, no tenía otro sitio al cual ir y se quedó allí por eso pero nunca les fue fieles- explica la muchacha y se aclara la garganta- yo solo sé una cosa: una Bruja Blanca podría enfrentarse a mil brujas y vencerlas. Una Bruja Roja podría enfrentarse a cien mil y no tener un solo rasguño. Una Bruja Blanca y una Roja peleando lado a lado son invencibles.
-Eso significa...-murmura Pablo, incapaz de terminar la frase. Levi la termina por ella.
-Si Samael despierta y no logramos cortar la conexión, no podremos detenerlas. Sebastian ganará.
Némesis golpetea la mesa con sus uñas para atraer nuestra atención. Cuando la muchacha habla en ceñas, sus intensos ojos castaños observan a Sher seriamente.
-¿Qué piensas de todo esto?- traduce Pablo para el resto del grupo.
-Creo que Otrera nos ha dado la respuesta y nadie lo ha notado- explica con simpleza. Cuando nadie dice nada, el muchacho bufa, su cabello blanco elevándose unos centímetros- Otrera dijo que está a salvo en el sótano y es cierto, está muy cómodo lejos de la batalla.
-Hay que llevarlo a la batalla- comprende Levi, sus miradas conectándose a ambos lados de la mesa. Sher sonríe sutilmente y asiente. Cuando se recuesta contra el respaldo y lleva una mano a sus labios, una sonrisa maliciosa se dibuja detrás de sus dedos.
-Veremos cuánto tiempo tarda en detenerlas para salvar su propio pellejo.
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Genetics
ActionSebastian se ha aliado con Urian para destruir a los Dioses de una vez por todas y depende de los Genetics acabar con ellos. El problema es qué hay cinco personas en el mundo que conocen a Sebastian y cómo podrían derrotarlo y todas ellas se encuent...