45. La batalla final (parte 3)

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Dedicado a: Agus_pezzali y Aglais_Felix <3

Bruno

A medida que avanzábamos por los pasillos de la Base siguiendo la niebla de Sebastian no podía evitar ocultar la sensación de inquietud que crecía dentro de mí.

-Sher- lo llamo, mi voz agitada por el trote rápido. El chico disminuye el paso hasta estar a mi lado- sé que eres el listo y todo eso pero, ¿No crees que es imprudente hacer lo que Sebastian quiere que hagamos? Quizás estemos yendo hacia nuestra propia trampa.

-Trampa o no nos está llevando directo hasta él- me responde sin considerarlo mucho, probablemente también lo había pensado- fuera de estas paredes los nuestros están muriendo. No hay tiempo para pensar la mejor forma de llegar a él. Si no está dando esta oportunidad hay que tomarla.

-Tengo un mal presentimiento- admito ganándome una mirada de preocupación por parte de Zara. Girar su cabeza hacia mí pareció ser una mala idea ya que se tambaleó hacia un lado. Levi la sujetó justo a tiempo.

-¿Quieres que te cargue?- pregunta el muchacho. Le llevaba casi una cabeza de altura y era más fuerte que yo físicamente, sin embargo dudaba que pudiera sostener nuestro ritmo de trote con ella encima.

-Si puedes sostenerte te llevaré en mi espalda- propone Daniel, quien al igual que Alexander, no lucía ni un poco fatigado a pesar de estar cargando a la inconsciente Elizabeth.

-Buena idea- propone Zara con cansancio. Nos detenemos y Daniel se agacha para que Zara sujete sus hombros. Levi y yo le propinamos un empujón y la ayudamos a subirse a su espalda.

-Lo están haciendo muy bien- las alienta Levi- solo tienen que aguantar un poco más.

-No hay problema- contesta Zara, su voz opacada por la espalda de Daniel.

Retomamos el paso, sin embargo me sentía en otra parte. Era extraño. Todo era extraño. Desde Elizabeth desmayada, el Dios corriendo a nuestro lado, Sher con armas de fuego y armas blancas colgadas por todo el cuerpo, Zara aferrándose con todas sus fuerzas a la espalda de mi novio.

¿Cómo habíamos llegado a esta situación? Parecía que ayer Sebastian estaba usando su niebla para crear campos de batalla para que entrenemos. Parecía ayer cuando le mostré a Sher como sostener un arma y como Daniel le enseñó a pelear, la risa de Elizabeth cuando la descubríamos con Zara en el medio del pasillo, los platillos de Patrick, el olor del cigarrillo de Angelina.

Me sentía lejano, toda esa vida se sentía lejana. Se sentía como verla desde la parte de afuera de una vidriera, incapaz de alcanzarla. Hacía años todo lo que veía era traición, sangre, demonios, destrucción. Casi no podía recordar el sabor de un helado o el vivir sin sentir que estoy huyendo constantemente. Vivir, no sobrevivir.

Aunque eso era mentira. Toda mi vida había estado sobreviviendo. Primero, la mafia, luego mi padre y ahora Urian. Estaba cansado de correr, estaba cansado de luchar.

Ésta es tu última pelea, luego de esto todo acabará. Me recuerdo.

-Un último esfuerzo- murmura Levi, a mi lado, como si estuviera pensando lo mismo que yo.

Pasaron diez minutos más hasta que finalmente la niebla se disolvió y nos detuvimos. El pasillo terminaba frente a nosotros, sin salida.

-No lo entiendo- dice Levi tanteando la pared- aquí se termina el camino.

Sher observó el área un instante.

-Alexander, tu madre es la Tierra, imagino que puedes sentir todo el terreno que nos rodea- se dirige Sher al Legado. El muchacho asiente- necesito que nos digas si hay algo al otro lado de esta pared.

El Dios asiente y coloca una mano sobre la pared, cerrando los ojos. Pasa un instante hasta que la deja caer.

-Hay otra habitación al otro lado- nos avisa-Sebastian debe estar allí.

- Tiene lógica que no los haga entrar por la puerta principal- concuerda Levi- debe estar llena de vigilancia.

-Alexander o yo podríamos romperla, sin embargo haríamos mucho ruido- digo, pensativo- quizás es mejor encontrar la manera de hacerlo sigilosamente.

-Puedo abrir un portal- sugiere Levi. Sher asiente.

-Hagámoslo.

-Esperen- nos detiene Alexander. El muchacho se encontraba estático en su lugar, su mirada fija en la nada misma. Pasa un momento hasta que se dirige a nosotros de vuelta- Selene y yo hemos invocado a los nuestros en cuanto llegamos- nos explica, sus ojos inquietos miraban algo que nosotros no podíamos ver- mis espíritus dicen que los Laelaps y los Genetics resisten, sin embargo los Elementos están teniendo problemas para cerrar las fosas demoníacas.

-¿Problemas?- repito en voz alta. ¿Qué clase de problemas podrían tener los Elementos?

Pero no solo eran los Elementos, eran la familia de Alexander. Cuando el chico nos observó, había un verdadero terror plasmado en sus ojos.

-Titanes.

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