39. Entre Laelaps y espíritus

529 80 10
                                    

Otrera

Descendimos al lado de Elizabeth y Zara para observar a los recién llegados. La Bruja Roja se acercó a su novia y le cubrió los ojos con las manos.

-¡No la mires a los ojos o me dejarás por ella!- se lamenta la rubia. Pude ver a Zara sonreír débilmente mientras la apartaba.

-Nunca haría eso- murmura la Bruja Blanca rodeando la cintura de su novia para atraerla hacia ella.

Selene, ajena al alboroto que la presencia de ambos causaba en los mortales, observó a Sher.

-Asumo que eres el líder de estos humanos.

Por un instante, me pareció extraño oírla hablar así pero luego recordé que ella y Alexander solo habían sido humanos cuando Zeus les quitó su inmortalidad por escapar del Olimpo, a excepción de aquella breve estadía en la tierra, ellos habían nacido y crecido entre los Dioses. Yo también había tardado en acostumbrarme y en asumirme como una humana más. Las Amazonas eran distintas a los mortales de la tierra en muchas cosas.

-Lo soy. Soy el Capitán. Ella- dice señalando a Elizabeth, quien se paró más derecha e intentó lucir más intimidante- es Elizabeth Lester, la Bruja Roja y mi Comandante. Otrera Polemistis es nuestra Mayor.

-Polemistis- repite Alexander encontrándome entre la multitud. Sus ojos viajaron de mí a Hércules, quien se encontraba a mi lado. Su mirada se desplazó entre nosotros una y otra vez. Reprimí el impulso de invocar una espada, no podía leer sus ojos oscuros.

-¿Esta es la Amazona de la cual no paras de hablar?- pregunta. A mi lado, Hércules asiente. Una pequeña sonrisa se dibuja en el mortífero rostro del muchacho, volviéndolo un poco menos inquietante.

-Vaya, igual no debería sorprenderme. Si alguien iba a atraer la atención de mi amigo tenía que ser la Reina Amazona misma- comenta asintiendo con apreciacion. Todavía no lo soy, no oficialmente.

-¿Ustedes son amigos?- le pregunto a Hércules, confundida. Él sonríe a modo de disculpas.

-Lamento interrumpir su hermosa reunión- comenta Bruno Denver dando un paso adelante. Alexander lo observó un instante- pero tenemos que pensar cómo actuar, los demonios volverán a atacarnos en cualquier instante.

-Tenemos tiempo, chispitas- comenta Alexander con una sonrisa burlona. La sonrisa de Daniel es tensa mientras observa a Bruno y el aire se llena de estática cuando Blue se cruza de brazos.

-¿Chispitas?- repite. Antes de que pudiera moverse, Levi se interpone entre los dos.

Brillante, otro niño con problemas de actitud. Pienso. Entre los tres, no sabía quien lucía más problemático. Alexander podía ser un Dios pero sabía que era joven. Después de tantas vidas podía reconocer los gestos de juventud en las personas fueran Dioses o no. Era evidente que no eran inmortales hace mucho tiempo, debían ser Dioses muy jóvenes.

-Vamos a tratarnos con respeto- dice Levi y sonaba más como una orden que un pedido- y dejaremos los conflictos internos para después, ¿De acuerdo?

-Lo siento, Alexander no es muy diplomático, lo heredó de su padre- se disculpa Selene posando una mano en el hombro del chico. Él pareció calmarse al instante, sus ojos suavizándose al mirarla. Son una pareja. Interesante.

-Apenas podemos oírlos, debieron enviarlos lejos- dice Sher atrayendo todas las miradas.

-¿A los Demonios? Si. Los enviamos 6 kilómetros a la redonda, aproximadamente, pero deben estar a minutos de aquí- explica Alexander y observa alrededor- tienen muchos heridos, queremos solo aquellos que están en buen estado físico peleando, el resto puede juntarse junto a la entrada de la terraza.

GeneticsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora