Capítulo 10.

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Hemos llegado al bosque, viéndole de cerca no era tan tenebroso, y era bastante inmenso, menos mal que estaba con Alex, tenía razón podía perderme fácilmente.

- ¿Qué dijo tu profesora de lo que tienes que hacer? – Pregunta.

- No dijo mucho. Me lo ha dejado a mi disposición. 

- Perfecto, no me digas, ¿No sabes lo que vas a escribir cierto? – Se burla.

- Al contrario, soy buena escribiendo, y se exactamente lo que puedo escribir. 

- ¿En serio? ¿Eres escritora o algo? – Se burla.

He bajado la cabeza, como deseaba serlo.

Alex parece darse cuenta de su comentario pues se ha puesto serio y me ha sonreído después. - ¿De qué vamos a escribir jefa? 

Su comentario me ha sacado una sonrisa. – Tú sígueme asistente. 

Al cabo de un rato he inspeccionado casi toda la zona, de verdad que era un bosque inmenso, y a medida que vas observándolo vas notando su espectacular belleza. He tomado varias fotografías también, he mirado los árboles, la hojas, había variedad de colores y formas, se escuchaba el ruido de algunos animales, incluso podían verse ardillas en la cima de algunos árboles. Estaba mirando un pequeño tronco cuando un pequeño brillo llamo mi atención, entre algunos hojas se encontraba un lindo collar, su dije tenía unas AB.

Alex estaba sentado en un tronco con los ojos cerrados, se le veía relajado, decidí guardar el collar y mostrárselo después, no quería molestarle, seguí caminando, escuche como el sonido de un rio, me dirigí hacia allí.

Después de caminar un poco efectivamente me he encontrado un rio, el sonido de sus aguas era relajante, me agache un poco para tocar el agua, era bastante fría, parecía que era un poco profundo.

- ¿¡Qué coño haces!? 

La voz de Alex me ha sobresaltando provocando que perdiera el equilibrio y me cayera directo al rio. El agua sí que era fría, y tenía razón era bastante profundo, a penas y podía tocar el suelo, menos mal y sabía nadar pero la corriente era bastante fuerte no podía nadar hacia la orilla, de pronto he sentido unas fuertes manos en mi cintura que me han empujado a la orilla.

He salido del agua, estaba temblando del frio, Alex estaba de pie enfrente de mi, totalmente mojado, su ropa se pegaba bastante bien a su cuerpo, estaba mirándome con preocupación y a su vez se le veía bastante enojado.

- ¿Estás loca? – Dice – Como demonios se te ocurrió llegar hasta aquí sola, ¿Estoy pintado o qué? Te has caído, si no hubiese venido corriendo hacia aquí ¿Qué hubiera pasado? ¡Maldición Rose! Te podías haber ahogado. 

Estaba sin palabras, en su voz se mostraba tanta preocupación, sus ojos estaban furiosos, nunca lo había visto de esta manera.

- ¿Pero de que hablas? Yo estaba muy bien observando el agua, si no hubiera sido por tus gritos no me hubieras asustado y no habría caído al rio. – Le grito ¡Es tu culpa, no mía! 

- ¿Mi culpa? Fui yo quien te salvo de haberte ahogado. 

- Si bueno, te digo gracias entonces. – Me cruzo de brazos. – Por las bolas de Judas, ¿Puedes dejar tus gritos? Me asustas, hasta pareciera que tuvieras algún problema con este bosque. 

Su mirada ha cambiado, parece que he dado en el clavo, esperen, mi mente ha caído en cuenta, me he acordado del periódico que había afectado a Alex, la chica que había sido asesinada, habían encontrado su cuerpo en este bosque, me da escalofríos, justo en ese rio, ya entiendo por qué tanta preocupación y su reacción hacia el bosque, aquí habían encontrado el cuerpo sin vida de su amiga.

Estaba a punto de decirle algo cuando este parece que ha adivinado mis pensamientos. – No, ni se te ocurra preguntar, ya te he dicho no te metas. – Me dice serio.

Está bien, no iba hacerlo enojar, desde la última vez que reacciono a mi pregunta no me quedaron ganas. De pronto me he acordado del nombre de la chica y del collar que he encontrado AB, Amanda Barrer, ¿Seria su collar? ¿Debía mostrarle el collar a Alex? Si era su amiga y ese era su collar tenía derecho a saberlo.

- Está bien, no preguntare nada, pero... – He suspirado. – Me he encontrado esto. – He sacado el collar que había guardado en el bolsillo por suerte no se había caído al rio. Se lo he tendido.

Este lo ha tomado, su expresión cambio, estaba pálido, parecía que había quedado en shock.

- ¿Don...? ¿Dónde lo has encontrado? – Me pregunta con la voz entre cortada.

- Lo he encontrado mientras miraba algunos árboles, el brillo me llamo la atención, estaba con algunas hojas. 

- Es imposible – Dice.

- ¿Por qué? ¿No es de Amanda? – Este me mira.

- Por supuesto que es de ella, pero... 

- ¿Pero? 

- Este collar no lo llevaba puesto el día que desapareció. 

- ¿Eso qué quiere decir? 

- Se supone que fue encontrada muerta aqui. – Dice. En su voz se notaba dolor. – Si no lo traía encima el dia que desaparecio, entonces, ¿Por qué su collar está aquí? 

Nos hemos mirado, como tratando de encontrarle una respuesta a su pregunta. Ha mirado hacia el cielo y luego hacia mí.

- Ya es tarde, ¿Has conseguido lo que necesitas para tu informe? – Pregunta.

- Si. 

- Muy bien, vayámonos, no quiero que estés aquí de noche, además estas mojada puedes resfriarte. 

Sin decir nada más nos hemos ido del bosque, no sé por qué pero tenía la impresión que el bosque quería decirme algo, ¿Estaría alucinando?

Alex, no hablaba, no tenía ninguna expresión.

Al llegar me he detenido un momento y le he dicho – Alex, puedes contar conmigo ¿Sabes? 

Este me ha mirado y ha sonreído, luego ha caminado hacia su casa. Esta noche no iba a poder dormir, ¿Qué significa eso de que no llevaba puesto el collar el día que desapareció? ¿Cuándo paso? ¿Por qué? Miles de preguntas sin respuestas pasaban una y otra vez por mi cabeza.

Intense.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora