He conducido hasta las afueras del pueblo, era un depósito abandonado, he estacionado lo más lejos posible del lugar, no quería que nos viesen, bajo del auto, tomo a Hugo del brazo para llevarlo conmigo.
Melody iba a bajarse cuando he cerrado la puerta. -¿Qué crees que haces? –Me mira enfadada.
-Tú no vas. –Le dice Alvin.
-Rose es mi amiga, quiero ayudar.
-Y lo harás, pero no voy a arriesgar tu vida- Alvin deposita un beso en sus labios. –Quédate aquí por favor, cualquier movimiento raro que veas manda un mensaje.
Melody asiente de mala gana. Nos hemos dirigido al depósito.
-¿Si saben que después de esto posiblemente ninguno de nosotros salga con vida cierto? –El rostro de Hugo reflejaba temor.
Sonrió. –Estoy muy consciente de eso.
Hemos entrado, dentro había una mesa, un televisor y dos sillones, había un tipo dormido en uno de ellos, Guillermo me ha hecho una señal de silencio, iba a tomar la pistola que se encontraba en la mesa, cuando todas las luces se han encendido.
-Alex Griffin y su pandilla, un gusto tenerles aquí.
Alfred ha aparecido al final de unas escaleras, detrás de nosotros tres hombres armados, mierda.
Hugo aprovecha para liberarse y colocarse junto a Alfred.
Alfred lo mira. -Vaya, como te han dejado, no me sorprende viniendo de ti Griffin.
-¿Dónde está Rose? –Pregunto.
-Arriba, dudo mucho que pueda atenderte, se encuentra un poco... ¿Cómo decirlo? ¿Tiesa como un cadáver? –Sonríe.
-Si te atreviste a tocarla. –Me acercaba a él cuándo sus hombres se han puesto delante de mi apuntándome.
-Tranquilo muchacho, no está muerta, o bueno lo estará dentro de poco. –Finge un gesto de dolor. –Has arruinado tu sorpresa, te la pensaba entregar envuelta en una bolsa negra dentro del rio.
-¡Hijo de puta! ¿Qué le has hecho?
-Lo mismo que a tu ex noviecita.
-¿Qué? –Guillermo da un paso. -¿Tu asesinaste a mi hermana?
Este alza sus hombros. -¿Quién más?
-¿¡Por qué!?
Suspira. –Para arruinar la vida de Griffin bla, bla, bla, pero el muy canalla no le ha dolido la muerte de tu hermana, ¿Cierto?
-¿Qué sabes tú? Tú no sabes lo que me culpe por su muerte. –Le espeto furioso.
-Oh que lastima, pero en realidad si eres el culpable de su muerte, si no hubiera sido tu novia tal vez yo no hubiera pensado que la querías y tal vez no la hubiera matado.
El rostro de Guillermo se transforma, apretaba sus puños, podía ver la rabia creciendo poco a poco en su interior. -¿La violaste? ¿Fuiste tú el padre del bebe que esperaba? –Cada palabra le era difícil decirla.
Alfred rueda sus ojos. –No que va, yo no la toque, eso lo hizo otro. –Dice mirando a Hugo.
La ira se apodero de mí, Guillermo y yo nos lanzamos encima de Hugo pero fuimos detenidos por los hombres que nos han golpeado. Alvin corre hacia nosotros. -¿Cómo fuiste capaz de...?
-Le tenía ganas, no pensé que eso terminara en embarazo. –Dice fingiendo decepción.
Guillermo intenta levantarse. -¡ERES UN HIJO DE PUTA!
Alvin lo toma del brazo frenándolo, estos ríen. –Todo esto no se hubiera sabido si tu chica no hubiera jugado a la detective.
-¿¡Que le has hecho!? –Preguntamos todos.
-Pueden verlo por ustedes mismos, pero sería muy pronto, la fiesta apenas ha empezado. –Ríe.
(...)
Melody Soler.
Todas mis uñas han quedado arruinadas, tanta espera y angustia han ocasionado que me las coma, sabía que ellos tres no iban a poder solos, las luces del depósito se habían encendido de pronto, ahí aumento mi angustia. Tenía que hacer algo, ¿Pero qué?
No sé qué es lo que hago pero de igual forma estoy haciéndolo, abro la ventanilla del auto, salgo, corro hacia unos arbustos, le envió un mensaje al padre de Rose, tenía que informarle, seria de ayuda si las cosas se ponen feas y sabía que iban a ponerse feas.
Me acerco lentamente a la parte trasera del depósito, me sobresalto cuando he escuchado un disparo, mierda, he tomado un barrote de metal y he entrado, he caminado un poco hacia la luz, no había nadie, pude ver unas escaleras, las subo, había varias puertas, he abierto una por una, la tercera habitación estaba a oscuras, no podía verse nada, he tocado la pared buscando el encendedor, lo he conseguido, aprieto el botón y solo una luz ha iluminado la habitación, he mirado al alrededor, he quedado paralizada.
Rose se encontraba tirada sobre un charco de sangre, corro hacia ella, estaba pálida y fría. -¡Rose, Rose, Rose! –Muevo su cuerpo.
Rose abre sus ojos lentamente, mis lágrimas empiezan a salir. –Pensé que estabas muerta Rose. –La abrazo.
Esta débilmente me sonríe, intenta levantarse con dificultad. -¿Cómo has llegado aquí? –Pregunta.
-Hemos ido a buscarte, Alex ha obligado a Hugo a traernos, me han pedido que me quedara en el auto pero no he hecho caso.
-Lo imagine. –Las lágrimas se asoman en sus ojos. –Hugo la violo, fue el quien violo a Amanda, Alfred la mato.
-Son unos malnacidos. –Digo llena de ira. –Solo culpan a Alex de algo que no hizo.
-¿Qué se supone que hizo?
Rose Johnson.
Melody ha resumido rápidamente la historia, no fue culpa de Alex, él tuvo la culpa por haber corrido hacia él.
-Debemos irnos. –Me dice está ayudando a levantarme.
Todo mi cuerpo me dolía, pero el dolor agudo era en la parte de mis costillas y vientre, caminaba con dificultad, la sangre no paraba de salir de mi vientre, la apuñalada hizo una gran herida, estaba perdiendo mucha sangre.
-No podemos irnos. –Digo deteniendo a Melody. –Tenemos que ayudar a los chicos.
-Mira como estas, apenas y puedes caminar, si no te saco rápido de aquí podrías morir, estás perdiendo mucha sangre.
-No me importa, no voy a dejar que los maten, son mis amigos, no voy a dejar que le hagan daño a Alex, ¿Entiendes? No importa si muero aquí, voy a ayudarle. –Digo con seguridad.
Melody rueda sus ojos y me sonríe. –Está bien, tienes razón. Esta mira a su alrededor. –Toma. –Me tiende el bate de beisbol que se encontraba en una esquina de la habitación. Bate con el que estaba segura que habían roto mis costillas.
Lo tomo con rabia. -¿Lista? –Me pregunta.
El dolor de mi cuerpo era cada vez peor, pero solo podía pensar en los chicos y en mi Alex, no iba a dejarles morir. -Lista. –Afirmo.
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Intense.
RomanceLes cuento mi historia. Mi nombre es Rose Johnson, una chica común y corriente como cualquier otra. Tenía un sueño ser escritora profesional, era mi mayor sueño pero, una tragedia arruino todo, perdí toda ilusión de mi vida, una parte de mí, no tení...