Capítulo 36.

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Hemos llegado a la fiesta, la casa era enorme incluso tenia piscina, donde algunas chicas caminaban desnudas, ok, ya me quiero ir. Literal he tomado a Melody de la mano pues las miradas de algunos hombres me echaban me daba escalofríos.

Nos encontrábamos en la parte de atrás donde se encontraba otra piscina, pero por lo menos no había nadie desnudo.

-Oh Mel, aquí estas, pensé que no vendrías. –Un sujeto de cabellos negros, ojos azules y bastante alto la abraza.

-Te dije que vendría, feliz cumpleaños Víctor. –Le abraza también.

-Gracias. –Posa su vista en mí. -¿Quién es tu amiga?

-Ella es Rose una muy amiga mía. –Pasa su brazo por mi cuello. –Rose él es Víctor.

Este me tiende su mano. –Mucho gusto linda.

Se la estrecho. –Igual y feliz cumpleaños.

-Gracias, bueno chicas están en su casa, diviértanse. -Nos guiña un ojo y se aleja de nosotras.

Melody se coloca frente a mí. –Muy bien, ahora operación encontrar la zorra con la que anda Alvin.

-Me encanta el nombre de la operación.

-Lo sé, vamos.

Después de un rato de búsqueda y un buen trago en cada recorrido al fin hemos encontrado a Alvin, este estaba sentado frente a la piscina junto a Víctor, Alex y dos hombres más.

-Que zorra. –Comenta Mel.

Justo sentada en las piernas de Alvin se encontraba una chica de cabello negro corto, con un vestido que Dios mío, si se movía se podrían salir sus pechos. Pero me he fijado en otra cosa, sentada en las piernas de Alex se encontraba una chica rubia, bastante atractiva, con un vestido que le quedaba de infarto, he arrugado el ceño.

-Sí, así se sienten los celos. –Me dice Melody.

¿Celos? ¿Acaso si estaba celosa?

-Vamos hacia allá. –Me agarra de la muñeca llevándome casi a la fuerza hacia donde se encontraban los chicos.

-Ah, aquí están. –Dice Mel con una sonrisa radiante.

La miro con atención, ¿Cómo puede mirar a una persona como una asesina en serie y al segundo fingir una sonrisa tan radiante?

Los chicos nos saludan Alex ni siquiera me mira.

-Rose, tú en una fiesta, me sorprende. –Me dice Alvin.

-Sí, bueno ya sabes. –Fijo mis ojos en Melody.

Este se ríe. –Te entiendo perfectamente.

-¿Qué cojones hace el aquí? –Pregunta Alex.

Todos miramos a la dirección en la que Alex miraba.

Por los lejos estaba Guillermo hablando animadamente con un grupo de chicos.

-Lo debe haber invitado mi hermano. –Le dice Víctor. –No puedo hacer nada, son amigos. –Se encoje de hombros.

Alex refuña.

-Tranquilo cariño. –La rubia que estaba sentada junto a él le planta un beso, si será...

Alex le devuelve el beso pero esta vez sus ojos se posan en mí, el muy canalla tenia cojones de mirarme mientras besaba a otra, que imbécil. Pero esperen, sonrió para mis adentros, yo también podía jugar a su juego.

-Me disculpas un momento. –Le digo a Melody.

Esta que estaba más pendiente de la tal Melisa solo me asiente con la cabeza.

Celos, malditos celos.

He caminado en dirección a Guillermo.

Hola. –Lo saludo.

Este se voltea para después darme un gran abrazo. –Hola, no sabías que eras de venir a fiestas.

-No lo soy, pero Melody me ha obligado. –Señalo hacia donde estaba sentada.

Guillermo mira a los chicos quienes estaban mirando hacia acá pero rápidamente desviaron la mirada, que buenos eran para disimular.

-Guillermo, ¿Quién es tu amiga? –Uno de los chicos se dirige a Guillermo.

Este me toma de la mano. –Es Rose, mi amiga.

Todos sonríen y silban, me los ha presentado el pelinegro se llamaba Miguel era hermano de Víctor y los otros dos ya no recordaba sus nombres.

-¿Quieres beber algo? –Me pregunta Guillermo.

Le asiento con la cabeza, este vuelve a tomarme de la mano para caminar hacia la cocina, he volteado por un segundo hacia Alex, quería tener una cámara en este momento, su cara era de un completo asesino en serie.

-Me alegra que estés aquí. –Guillermo me ofrece una Coca-Cola. –Iba a aburrirme mucho, pero ya que estas aquí la cosa cambia.

Le sonrió. –También me alegro que estés aquí. –Lo miro por un segundo. –Lamento que aquel idiota te haya golpeado.

-Descuida, es normal de un hombre celoso.

-¿Alex celoso? No lo creo.

Este alza sus hombros. –Si tienes razón, él no es de esas cosas, ni siquiera tenía celos por mi hermana. –Su voz estaba cargada de rabia.

Alex estuvo mucho tiempo con ella, si nunca sintió celos por ella, ¿Qué caso tenía yo?

Guillermo parece notar mis pensamientos.

-Un idiota, cualquiera que te tuviera cerca me daría unos celos enormes.

Lo miro con atención. -¿Ah sí?

-Sí, eres una chica muy linda e interesante de conocer. –Se acerca un poco a mí. -¿Puedo conocerte más Rose?

Iba a besarme lo sé, iba a alejarme de él pero he visualizado a Alex detrás de Guillermo, este estaba parado mirando con el ceño arrugado, él beso a la rubieta, ¿Por qué no puedo besar a Guillermo? Así que he esperado que Guillermo se me acercara y efectivamente ha depositado un beso sobre mis labios, beso que le he devuelto.

Intense.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora