Capítulo 51.

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He abierto mis ojos, tenía un dolor de cabeza espantoso, pestañe varias veces para visualizar a mi alrededor. Era un cuarto sin ventanas, las paredes estaban deterioras y lo único que alumbra este lugar era un bombillo, me siento sobre la cama frotando mi frente.

¿Dónde estaba? Recuerdo la conversación de Hugo, la droga y mi cuerpo desmayándose. ¿Qué mierda estaba pasando?

La puerta se ha abierto de pronto, Alfred entra con dos hombres más, este me mira con una sonrisa. –Al fin has despertado.

-No me equivocaba al no fiarme de ti, eres un...

Este se coloca delante de mí. –Lo se linda, pero es parte de mi plan, lo siento.

-¿Plan? ¿Qué coño quieres conmigo?

Una risa escapa de su boca. -¿Contigo? No mucho, pero debo de admitir que eres una carnada perfecta.

-¿De qué hablas? –Me levanto alejándome un poco de él.

-Te cuento, Albert tiene una pequeña información que me perjudica en muchas cosas, no sabía de su paradero hasta que mis hombres te siguieron linda, gracias por eso. –Me guiña el ojo. –Y Griffin tiene una pequeña deuda conmigo que quiero cobrarme.

Estaba refiriéndose a Alex. -¿Qué deuda?

-El mocoso ha arruinado todos mis planes creyéndose un héroe, sabía que su padre le había contado sobre mis negocios, sabía que tenía información sobre mí, y la ha escondido muy bien, también tengo que admitir que sabe cuidar sus espaldas, pero lo que jamás le perdonare es que haya matado a mi hijo. –Dice con rabia

¿Matar?

-Así que he intentado arruinar un poquito su vida, verlo destruido.

-¿Fuiste tú quien asesino a Amanda?

Sonríe. –Exactamente, ¿Qué mejor idea que arrebatarle la vida a su novia o destruir a su padre?

Le apunto con un dedo. –Albert descubrió tus negocios sucios, tiene pruebas, estas acabado.

-Debo de admitir que me ha ganado en esa partida.

-Déjalo en paz, mataste a su novia ¿Qué más quieres?

Toma mi garganta con fuerza. -¿Crees que la muerte de mi hijo la vengaría con eso solamente? Quería ver el sufrimiento en el rostro de Griffin, desgraciadamente la muerte de su noviecita no le importo tanto, no vi ni una lagrima en su rostro, no lo sufrió. –Ríe. –Pero tu querida eres el plato fuerte, su reacción la primera vez que te conocí, amenazándome de que no te tocara, eso despertó mi curiosidad, que sintiera celos por ti, y que siempre estaba detrás de ti como un perro, como te mira, por primera vez en la historia el gran Alex Griffin se ha enamorado, al que todos le temían ahora estaba perdido por ti.

-¿Por qué le temerían? –Pregunto a duras penas, no podía respirar, su mano en mi garganta cada vez la apretaba más.

-Porque al igual que yo es un asesino, un salvaje, ¿Y te digo por qué? Porque tiene mi sangre.

Abro mis ojos como platos. Este me suelta tirándome sobre la cama, toso un poco.

-No pienses que es mi hijo, Alex Griffin es mi sobrino, su padre es mi hermano.

-¿Cómo puedes hacerle eso a tu familia?

-¿Familia? –Estalla en risa. –No es mi familia, yo fui un pequeño bastardo, mientras mi hermano creció lleno de lujos a mí me tocó vivir en la miseria solo porque mi padre decidió acostarse con una cualquiera y jamás reconocer a su primer hijo, para él siempre fue Albert que nació justo después de mí.

-Tú trabajas en la empresa de tu hermano, eras su socio.

-Porque me destaque, me dio la oportunidad y fui su mano derecha, por muchos años falsifique firmas para dejarlo fuera de la empresa, y cuando descubrió mis negocios no tuve de otra que mandarlo a desaparecer.

-¡Te dio una oportunidad! Albert no tenía la culpa de lo que haya hecho su padre.

-Toda la familia debería pagar por igual, creyéndose siempre de la mejor clase, creyéndose más que los demás, pero me lo tome más con Alex.

-¡Él no es un asesino! ¡Tú lo eres! –Le espeto furiosa.

Alfred levanta su mano para abofetearme. –Qué carácter tú tienes, ¡El mato a mi hijo! Y es algo que no voy a perdonarle, no descansare hasta arruinar su vida. –Sonríe. –Si algo te llegara a pasar a ti linda estoy seguro que la vida de Griffin se destruiría totalmente.

-¿Eso piensas hacer? ¿Matarme? Adelante hazlo, Alex puede rehacer su vida de nuevo.

-Lo dudo mucho, Griffin nunca pudo amar a nadie solo se amaba a sí mismo, y que vinieras tú y lo cambiaras totalmente, créeme linda no cualquiera cambia su forma de ser por alguien insignificante, tú has marcado mucho su vida, pero que lastima que vaya a perderte, quiero que sienta lo que sentí yo cuando perdí a mi hijo.

Le escupo. –No te saldrás con la tuya, cuando Alex te encuentre va a matarte.

-No lo dudaría pero creo que cuando encuentre tu lindo cuerpecito tirado en un rio no creo que vuelva a concentrarse nada más, y cuando eso pase yo ya estaré muy lejos.

-Estas acabado Alfred, Albert recuperara su empresa, Alex va a encontrarme y tu iras a la cárcel.

-Ya lo veremos preciosa. –Le hace una seña a sus hombres. –Ahora juguemos contigo.

Intense.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora