Capítulo 58.

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Ya han pasado casi seis meses del secuestro, toda ha transcurrido bien, hemos tenido unos meses fuertes, llenos de tareas y tareas, pues ya el mes siguiente nos graduaríamos, Marco se gradúa primero, así que aquí estoy en mi antiguo hogar frente a la playa, no iba a perderme la graduación de mi mejor amigo por nada, llevo una semana desde que llegue, extrañaba sentir la arena bajo mis pies, el cálido viento y poder observar el mar, Melody y Alvin han estado regañándome toda la semana, no pude avisarles de mi viaje, tenía muchas cosas en mente, también tenía mucho tiempo sin ver a Alex, las pocas veces que le he visto ha sido en el colegio hablando con Alisson o una que otra ocasión cuando visito a Alvin, no hemos vuelto hablar y era mejor así, puedo decir que ya no sentía nada por el o bueno eso creía.

Me levanto para dirigirme a la casa, mi abuela estará horneando esta tarde unos ricos pasteles, pues todas mis recetas las he aprendido de ella.

Una vez dentro camino hasta la cocina, Marco ya estaba sentado en la mesa comiendo como un cerdo.

-No sé qué es más delicioso, si tu comida o la de tu abuela. –Dice al verme.

Mi abuela se ríe, yo frunzo el ceño. –Que traición y no hables con la boca abierta.

Este me sonríe. Una vez terminado de comer me suelta. –Esta noche hay que emborracharnos.

Mi abuela y yo lo miramos de mala manera. -¡Alcohol no! –Decimos al unísono.

-Vamos, mañana es la graduación de tu mejor amigo, sabes que siempre hacen una gran fiesta en la playa, incluyendo alcohol, además fue mucho lo que bebiste allá cuando fuimos a la disco...

Antes de que terminara la frase le he tirado mi zapato.

-¡Auch!

-¿Piensan ir a esa fiesta? ¿Saben lo que siempre pasan en esas fiestas? Mucho alcohol, personas borrachas por todas partes, parejas teniendo sexo en cada lugar y drogas. –Comenta mi abuela negando con la cabeza.

-El lugar perfecto. –Dice Marco.

-¡Ave María purísima! –Exclama mi abuela indignada.

-Vamos a ir.

Ruedo mis ojos. –Vale, pero si me dejas sola por irte a revolcar con unas de tus perras te dejare de hablar.

-¡Meredih! Esas palabras. –Mi abuela me da un pequeño pellizco.

-¡Auch! –Sobo mi brazo y esta empieza a reírse.

-Tranquila no estarás sola. –Dice con una sonrisa de oreja a oreja.

Levanto mi ceja. –No me gusta tu sonrisa para nada, ¿Qué tienes en mente?

El timbre suena. Marco se levanta rápidamente. –Yo voy.

He tomado una porción de pastel del plato.

-¡Sorpresa! –Me sobresalto dejando caer el plato al suelo y romperse. Me giro, no podía creer lo que estaba viendo, justo delante de mi estaban Alvin y Melody. Melody llevaba un vestido de flores corto y un sombrero de paja y Alvin unas bermudas blancas con una camisa hawaiana.

-¿Qué coño hacen aquí? –Sonrió.

Ambos me abrazan. –Marco nos ha invitado a su graduación, además también nos dijo que iríamos a una fiesta en la playa. –Me contesta Melody muy contenta.

-Sí, sabes que donde haya alcohol ahí estaré. –Comenta Alvin.

-¡Ave María purísima! –Vuelve a exclamar mi abuela.

Rio. –Abuela quiero presentarme a mis amigos.

-¡Espera! No hemos venido solos. –Exclama Melody.

Intense.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora