Capítulo 60.

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He despertado con un fuerte dolor de cabeza y un sabor amargo en la boca, me estirado sobre la cama, mi espalda choca con algo duro, al darme la vuelta doy un salto, ¿Qué hacía Alex en mi cama? ¿Y casi desnudo? Miro mi cuerpo aun llevaba puesta la camiseta de Alex, solo que sin el biquini, ¿Qué mierdas paso anoche?

-Buenos días sádica. –Alex se apoya en un brazo sonriéndome.

-¿Qué paso anoche? –Pregunto.

-¿No recuerdas? Vaya me siento indignado. –Se sienta fingiendo un gesto de dolor.

-¿Qué?

-Tuvimos una gran noche, ¿No te acuerdas?

Lo miro horrorizada. ¿Gran noche? ¿Cómo podía tomar eso? ¿Tuvimos sexo? AAAAAA ¿Había perdido mi virginidad sin saberlo?

Alex estalla en risa. –Tranquila no hicimos nada.

Lo fulmino con la mirada. –Muy gracioso.

-Aunque si querías violarme.

-¿Violarte? ¿Yo? Por favor.

-Pues sí, fuiste tú la que me pidió sexo incluso una serie de orgasmos. –Sonríe. –Borracha eres más sádica.

Definitivamente el alcohol no se la llevaba conmigo.

-Creo que estabas alucinando. –Digo.

-No, me has torturado toda la noche.

Levanto mi ceja. -¿Y no has hecho nada?

-No intentaría nada contigo en ese estado, pero...

-¿Pero?

Me toma de la muñeca empujándome hacia él. –Me tuviste toda la noche en una tortura, ahora me toca a mí.

Intento separarme de él. –Ah no, a mí no me culpes, arréglatelas con mi yo borracha.

-Me gustas más normal.

-Suéltame Alex.

-No estoy tocándote.

Era cierto, este tenía sus brazos alrededor de su cuerpo sin tocarme, era yo quien tenía mis manos sobre su pecho.

-¿Quieres que te toque? –Su voz se ha tornado ronca.

Mi temperatura y respiración han cambiado. Me sonríe maliciosamente. –Tus ojos y tu cuerpo me lo están pidiendo.

Maldición, quería mantener mis distancias con él, ¿Por qué era tan difícil hacerlo? Y más cuando me miraba de esa forma, su boca y su voz, al demonio.

Sin decir más, alzo mi rostro impactando mis labios con los suyos. El beso era urgente y salvaje, como si nuestra vida dependiera de ello, Alex se ha colocado entre mis piernas besándome con fuerza.

-Extrañaba tu sabor.

Deja húmedos besos por mi cuello, deslizando una mano por debajo de la camiseta hasta llegar a mis pechos.

-Extrañaba tocarte. –Dice apretando ligeramente mis pechos para luego mordisquearlos. Un gemido sale de mis labios. –Y extrañaba escucharte.

He acariciado su espalda con mis uñas mientras jugueteaba con mis pechos, sentí un calor entre mis piernas, ha bajado por mi abdomen dejando ligeros mordiscos, luego ha subido hasta mi rostro para besarme, he sentido su mano bajar por mi vientre, en un rápido movimiento me ha penetrado con un dedo, tal invasión ha provocado que soltara un gemido. Sus movimientos eran rápidos, le he besado mordiéndole el labio, un gruñido sale de su boca.

Ha introducido otro dedo en mi interior, acelerando el movimiento, dentro, fuera, dentro fuera, su pulgar jugaba con mi clítoris acariciándolo en círculos, los gemidos empezaron a salir de mis labios uno tras uno, me he arqueado sobre su mano apretando su espalda con fuerza, este toma mi barbilla para besarme con urgencia, mientras me besaba sus embestidas eran más rápidas, sentí por todo mi cuerpo la corriente que me avisaba que llegaba el orgasmo. –Me encantas. –Susurra, y sin soportarlo más el orgasmo ha llegado.

Intense.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora