Claire había retrocedido unos pasos, tragando saliva y apretando la mandíbula en reaccion de solo escuchar esas palabras de aquel hombre.
Sherry por su parte, había juntado sus ambas manos y con una expresión de ternura dijo.
—Que romántico...no lo crees Claire.La pelirroja, no tuvo otra opción, más que sonreír ligeramenten, aunque en su interior se moría de celos—Si... Que tierno...—Replico casi en susurro.
—Si, de hecho antes de que ustedes llegaran, le decía a León que se quedaría en mi departamento para cuidarlo yo misma, ¿no es así cariño?...—La castaña, trato de sonar lo más dulce posible, algo que las chicas pudieron notar y por supuesto el hombre.
León se limito a solo mirar Jill estupefacto y sin parpadear, "que rayos esta haciendo"pensó a medida intentaba responder algo intelectual.
—S... Si... Me había puesto de acuerdo con Jill, para que ella me cui...cuidara—Confeso, intentando o aparentando sonar lo más honesto posible.
—De hecho, ya nos íbamos ¿verdad linda...?—Pregunto León a Jill, ella sonrió ligeramente por el dulce apodo y asintió de arriba abajo.
León abrió la puerta y se dispuso a salir.
—Las veo luego chicas, adiós.Momentos después regreso a la habitación—¿No vendrás Jill?—Exclamo a la castaña, que se había quedado parada totalmente anonadada ante la situación.
—¡Si!, las veo luego chicas—Dijo, saliendo de la habitación.
Claire y Sherry se miraron por unos instantes, cuando León volvió nuevamente a la habitación.
—Oye Sherry, ¿eso es pollo frito?—pregunto, apuntando con su dedo indice la cubeta de pollo.
—Si, la traje para que comiéramos todos... Pero si gustas...
—Pues si me gusta,—Comento tomando rápidamente la cubeta de pollo.
—Me habías dicho, que odiabas el pollo frito—Respondio la pelirroja indignada e irritada.
León le había metido un mordisco a una pierna de pollo, mastico y trago, acto seguido, respondió.
—He comido, solo por un tubo estos últimos días, lo único que quiero, es Comida sólida y rica en calorías.Sherry sabia que era el león sarcástico, y algo juguetón de siempre.
"Me da gusto, verte una vez animado papá"Al salir, Jill empujaba la silla de ruedas con León hacia la puerta salida, se había mantenido un silencio desde que salieron de la habitación.
Naturalmente León intentaría sacarle conversación, sin embargo, no se le venía nada a la mente con que comenzar.Le llamo la atención, que Jill olía muy bien, más allá de su atractivo físico.
—Mi auto está en el taller, llamaré un taxi—Hablo la mujer, rompeindo al fin, el silencio que había durado casi 10 minutos.
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La historia de Leon y Jill
RomanceEs el libro 1, DE LA SAGA LEON Y JILL El agente de la D.S.O Leon S. kennedy sufre un terrible accidente que lo deja invalido por un tiempo, ocasionado por tratar de salvar a Jill, la cual se encontraba en peligro, Ante esta situación, la mujer para...