Han pasado ya varios días, desde la que León y Jill decidieron ser oficialmente una pareja, y como cualquier relación intentaban saber más de cada uno, obviamente no había mucho de dónde saber, ya que toda la historia de sus vidas venía en sus expedientes, que su respectiva organización tenía.Jill ahora podía ser cariñosa con León sin necesidad de que pareciera una pervertida, el rubio por otro lado no era demasiado efusivo, y en general era un poco más discreto en cuestiones de mimar a la castaña todo el tiempo.
Gracias a un nuevo medicamento inducido gracias a un contacto de Jill, mas especificamente la Dra. Chambers, la cuál le había dado un nuevo tratamiento basado en regeneración celular avanzanda, esto para que el agente Kennedy progrese en su recuperación en menor tiempo.
—Este espagueti es muy bueno Jill!!—Afirmo la rubia, mientras cenaba con la pareja en su departamento.
—Gracias Sherry, Tu papá me ayudó a prepararlo—Respondio Jill con una ligero giño hacia su novio.
Los 3 continuaron la cena mientras conversaban, La castaña había preparado espagueti, bistec y una ensalada de atún, esta último platillo, era una de las comidas favoritas de la joven Rubia.
—Y dime Jill, que se siente aguantar a Papá todo el día, sin mencionar sus chistes sarcásticos y malos.
—Eso no es lo que piensa está joven castaña...—Indico el rubio tocando la mano de Jill.
La agente Valentine tuvo un leve sonrojo en su rostro,—En realidad no son tan malos sus chistes,...
—En serio te divierten...Bueno cada quien tiene sus gustos—Finalizo la joven rubia dando un bocado a su espagueti.
Al finalizar la cena, Sherry se despidió de León con un gran abrazo,—Papa, en unas semanas será navidad, y quiero que la pasemos en familia... Eso incluye a Jill...y a ti—Le había susurro al oído.
Se separó del hombre y este respondio—Esta bien Sherry, la pasaremos en familia está vez como tanto deseas...
La joven rubia sonrió de felicidad ante las palabras de León, acto seguido se dirigió a dónde la castaña se encontraba para también dirigirle un par de palabras.
—Deberiamos salir en uno de estos días de compras,—acercandose un poco, dijo al oído—Sin papá... El no es fanático de comprar ropa.—Si... Si me gustaría—Respondio la castaña, despidiéndose con un fuerte abrazo.
En cuanto Sherry salió del departamento, León cayó rendido en el sofá—Esa jovencita tiene mucha energía—Dijo estirándose un poco.
—A mí me parece que es encantadora, igual tu...—Respondio la castaña, acomodándose a un lado del rubio.
Era una noche fría, la calefacción estaba encendida, sin embargo, el frío no daba tregua alguna, León estaba usando unos jeans y una camisa de manga larga algo ligera y casual, mientras que Jill sabiendo que Sherry venía de visita, Utilizo un vestido algo ajustado, la prenda llegaba hasta la mitad de sus finas y firmes piernas, dejando ver un espectáculo de sensualidad y clase al mismo tiempo, sin caer en lo extravagante.
Ambos continuaban uno al lado del otro, veían un película para pasar el rato, y por supuesto ninguno había dicho algo por un tiempo, hasta que un movimiento hizo que todo cambiará.
León mantenia los pies apoyados en la mesa de enfrente, en cambio Jill estaba en una posición donde podía abrazar sus piernas para sentir menos frío, Aunque seguía apoyando su cabeza en el hombro de León.
Todo seguía bien hasta que Jill sintió varios calambres, resultado de mantener dobladas las piernas demasiado tiempo, por consiguiente, de manera sutil estiró ambas piernas imitando la postura del agente que se encontraba a su lado, y de esa manera dejando todas sus piernas expuestas hasta el límite del vestido.
ESTÁS LEYENDO
La historia de Leon y Jill
RomanceEs el libro 1, DE LA SAGA LEON Y JILL El agente de la D.S.O Leon S. kennedy sufre un terrible accidente que lo deja invalido por un tiempo, ocasionado por tratar de salvar a Jill, la cual se encontraba en peligro, Ante esta situación, la mujer para...