Capitulo 50

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Escondite de Chris

El capitán se encontraba dándole una paliza a un desconocido en su almacén escondido, el pobre sujeto gritaba y se cubría la cabeza, tras incontrolables golpes del Redfield.

La golpiza duro al menos 15 minutos, y cuando terminó, el Capitán quedó muy cansado.

—Ahora lo entiendes...—Dijo agotado, apoyándose en la pared.

El sujeto había quedado totalmente inerte en el suelo, cerca de un rincón en aquella celda donde estaba encerrado.

—Te lo dije hace un año cuando salí del embrión,...

Se acercó al sujeto, y tomándolo por la camisa, lo levantó hasta su rostro con suma facilidad.

La respiración era débil, y pausada del pobre hombre.

—Mirate... El eterno capitán Redfield, famoso por su enorme fortaleza física,... hecho pedazos por otro hombre...

—Que irónica es la vida aveces no... Lo que creías que era tu mayor fortaleza, termino siendo tu perdición Chris.

De manera brusca, lo lanzó a la pared, el impacto había sido tan grande que el hueso del brazo se escucho romperse.

—Kruaser me dejó muy en claro que mi objetivo era León, y así hubiera sido, pero quisiste meter tus narices donde no te incumbe Chris, y ahí estan las consecuencias.

—El héroe de la B.S.S.A encerrado como un conejillo de indias... El chiste se cuenta solo no...

Se giró y camino casualmente hasta la puerta, tocó el marco de está, y de manera osada, dijo—De todas formas Redfield... Me ha gustado mucho ser tu, todo esté tiempo, si te hace sentir mejor... Te traeré la cabeza del hombre que te quito a Jill.

 Te traeré la cabeza del hombre que te quito a Jill

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—El vendrá a mi, tarde o temprano,... Lo hará cuando su espíritu haya sido roto por mí...

Cerrando la celda con una gran cadena y candado, se alejo riendo del lugar, dejando al Chris original inconsciente.

...

Casa de León y Jill

Era ya tarde en el día, Jill había hecho la cena y habían comido juntos después del trabajo, como todos lo días entre semana, León le daba clases de piano.

—Por enésima vez linda, esa tecla no es...—Decia el rubio extenuado.

Los dos disponían de tocar el piano, aúnque León solo se limitaba a ordenar los pasos que ella debía realizar, sin embargo, para el agente hacer eso era muy complicado, ya que a ella le resultaba muy difícil aprender.

—¡No puedo León!... Haz intentando enseñarme esto por más de un mes, y simplemente no se me da.

—¡Estoy arta!

La historia de Leon y JillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora