capitulo 38

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Al día siguiente, León y Jill empezaban a ordenar todas sus pertenencias, muebles, ropa, artículos, etc.

El piano de Jill, terminó en la enorme sala de la casa, la cuál tenía además, una enorme pantalla led de alta definición  combinada con unas enormes bocinas a cada lado.

La cocina fue algo más sencillo para los dos, como no habían traído mucho del departamento de Jill, y como no compraban víveres desde hace un buen tiempo, la alacena y la nevera se veía completamente vacía, literalmente no había más que un bote de mayonesa y un par de tomates.

—Mmm... Sabes León, recuérdame mañana ir al super y comprar comida—Dijo cerrando la nevera en el acto.

Por otro lado, las habitaciones fueron un poco complicado, sobre todo porque León quería una cama grande para los dos, sin embargo la castaña prefería una pequeña, discutieron durante más de una hora, pero al final el rubio ganó la disputa, diciendo que sería más cómodo para los dos.
Coincidieron en qué dormirían juntos de ahora en adelante, y las demás habitaciones las tendrían para huéspedes, o para casos especiales.

Los dos se encontraban en la sala de estar, esperando que Sherry llegará.
León veía televisión, mientras Jill leía un libro apoyada en su hombro, usándo sus piernas como soporte para su libro.

El rubio cambiaba y cambiaba de canal, sin dejar ninguno fijo, La mujer se percató y dio pausa a su lectura.

—Sabes cariño, está casa es muy grande para nosotros dos... Quizás, si pudiéramos tener un...

Ella no pudo terminar de hablar, ya que el timbre de la puerta lo impido, en respuesta el agente se dispuso a abrirla, mientras la castaña se acomodaba mejor en el sofá.

Cerro el libro colocándolo en la mesita que había aun lado, fijo su mirada en León que caminaba directo a la puerta.

No pudo ver por completo quien era exactamente, ya que una planta de adorno tapaba de forma parcial la visión de ella, sin embargo, pudo escuchar la incofundible voz de Sherry.

Jill se levantó, y se dispuso a ir a saludar a la joven rubia.
Dio un par de pasos, pero eso fue suficiente para que pudiera ver a Sherry cargando un pequeño cachorro en brazos, mientras León le hacía muecas a esté para que se alegrará.

El pequeño cachorro al notar la presencia de la castaña, empezó a mover rápidamente la cola, en señal de agrado.

—Parece ser que le agradas Jill—Comento Sherry entregándole el perro.

La castaña lo tomo por ambas manos, intentando ser cuidadosa para no lastimarlo.

—Que bonito perrito!!—Respondio Jill alegremente.

—Querras decir perrita...—Añadio Sherry cerrando la puerta.

—Mmm... Ya veo—El había puesto su mirada a la parte inferior del cachorro, corroborando que si era hembra.

—¿Que raza es?—Pregunto León viendo la dulce escena de Jill y el cachorro.

La joven caminó hasta la mesa de la cocina, dejo su bolso y un par de bolsas de víveres que había llevado,—Es un border collie—Respondio tomando un baso de agua.

—Entonces el cachorro es mío—Dijo Jill dejando al perro en el sofá.

La rubia asintió amenamente,—Gracias Sherry—Musito la mujer dándole un fuerte abrazo .

—En realidad fue idea de León.

La respuesta de la rubia, hizo que Jill mirará al hombre, que de forma abrupta cambio el tema, y es que León quería que Sherry y Jill se llevarán mas que bien, por ello el regalo del cachorro.

La historia de Leon y JillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora