Capitulo 34

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Tras conducir durante una media hora, el agente Kennedy paro en unos suburbios de alta clase, había algunas palmas y árboles adornados con cientos de flores, seguidos por grandes jardines que acompañaban las lujosas casa del lugar, estaciono su Porsche Panamera Turbo cerca de unos árboles cercanos a la casa que tenía como destino.

Tras conducir durante una media hora, el agente Kennedy paro en unos suburbios de alta clase, había algunas palmas y árboles adornados con cientos de flores, seguidos por grandes jardines que acompañaban las lujosas casa del lugar, estaciono su Po...

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Salió con cuidado, ya que si bien podía caminar, seguía estando algo débil en su espalda, cerro la puerta de su auto, dio media vuelta y camino directo a una casa color miel, con tejas en marrones y un gran naranjo en la entrada.

Estando enfrente de la puerta, mirando a su alrededor, se percató que había muchos juguetes regados por las esquinas y el césped del jardín, “Niños"pensó León mientras hacia sonar el timbre.

Tardó unos momentos, para que una mujer rubia y con una bebé en brazos de no más de 1 año.
—León!!!—Comento la mujer dándole un un fuerte abrazo al rubio.

—Como has estado todo esté tiempo Ángela?—Pregunto separándose de la mujer.

—...Pues ya sabes, Dalton tiene 6 años y está pequeña tiene apenas 10 meses—Respondio la ex Agente refiriéndose a sus hijos.

—Pero dime, a qué se debe tu visita tan repentina, pudiste haberme llamado la casa es un desastre.

—En realidad vine porque hace mucho que no nos veíamos, y quería algún consejo de ti.

El comentario sorprendió a la rubia, León jamás pedía un consejo de alguien y mucho menos de está manera.
—Bueno... Como gustes—Respondio Angela invitando a pasar al rubio.

Al entrar a la casa, lo primero que el agente observo fue juguetes y juguetes regados por todas partes, una que otra raya pintada en la pared, y al final del pasillo un pequeño infante jugando con una pelota.

—Te ofrezco algo de beber, café o... “Cierto no tengo cafe”—penso, haciendo una ligera mueca en su rostro.

—Creo que no tengo café León, no he ido a comprar los víveres en más de una semana, ya que Dalton enfermó y... tuve que cuidarlo—Comento la rubia dejando a la bebé en el sofá.

—No te preocupes Ángela... Con agua está bien—Respondio de manera cortés.

—Ok...mm...puedes sentarte en el sofá si deseas.

León se acomodo en el sofá, aún lado de la pequeña bebe de Ángela, el rubio no se limito a hacerle una que otra mueca a la infante para hacerla reír, incluso le dio su dedo índice para que ella juegace.

—Si sigues jugando con ella, no te dejará ir—Menciono Angela entregándole un baso con agua y sentándose enfrente.

El rubio soltó una carcajada, acto seguido puso su atención en la rubia.
—Como va todo con Jill y tú?—Pregungo Angela haciendose una coleta en su cabello.

La historia de Leon y JillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora