Capitulo 49

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Ese mismo día

Jill se había serenado lo suficiente, y pudo dar vuelta a la hoja, no podía irse de la casa y dejar a León, ya que eso sería ridículo y precipitado, ya que el no hizo prácticamente nada malo, además que ella estaba embarazada, y pese a que sintió una profunda tristeza al leer eso, La castaña seguía amando a León con todo su alma.

Acomodo el baúl tal y como estába, guardo aquella foto en el álbum y lo coloco hasta el fondo, tanto que pareciera que nadie movió nada.

Continuo limpiando su casa, y al poco rato acabo.
Estaba cansada y la espalda le dolía mucho, sin mencionar que tenía los tobillos algo hinchados por el arduo trabajo que había hecho.

Se sentó por un momento en el sofá de su sala, se que quito las zapatillas que llevaba puestas, y recargo sus pies en una almohada que había acomodado momentos antes.

Suspiro, y se dedicó a relajarse por unos instantes, encendió la televisión, caramelo se acercó a ella y se recostó a un lado.
Jill la acarició por un minutos, no paso mucho para que la castaña se quedará profundamente dormida.

Para ella fue como si solo hubiera cerrado sus ojos por un minutos, y al abrirlos, ver los grandes ojos azules de León despertandola

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Para ella fue como si solo hubiera cerrado sus ojos por un minutos, y al abrirlos, ver los grandes ojos azules de León despertandola.

—Hey... Acaso hiciste más esfuerzo del requerido preciosa...—Dijo el agente, acariciando la mejilla de Jill.

—Que hora es?—Dijo ella, levantándose en el acto.

—Las 5:22... Te noto cansada linda

Jill se puso de pié lentamente—Estoy bien, es solo que... ¡Auch!—El gemido alertó al agente de inmediato.

—Que te pasa!, necesitas un médico?—Exclamaba histérico, tratando que ella se apoye en él.

Ella hizo un gran grito de dolor, y enseguida dijo—Me... Me duelen mucho los pies, y los tobillos...

León rápidamente la acomodo mejor en el sofá,—Debe ser por el embarazo, tu cuerpo empieza a sentir esos efectos

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León rápidamente la acomodo mejor en el sofá,—Debe ser por el embarazo, tu cuerpo empieza a sentir esos efectos...

La mujer se limito solo a escuchar.

La historia de Leon y JillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora