Eran las 8 de la noche, y León había salido del trabajo hace media hora, ya iba camino a casa en su BMW.
El rubio había intentado llamarle a Jill momentos antes, sin embargo, su llamada jamás fue contestada, eso lo preocupó un poco, aunque pensó que simplemente sería que ella estuviera algo ocupada.
Paro en el semáforo en rojo, y viendo su GPS, se dio cuenta que aún le quedaba camino por recorrer.
Para su mala suerte, estaba hambriento y algo fastidiado, para ese momento del día, solo quería llegar a casa y relajarse con su querida Jill.Al llegar y ver el vecindario, no vio nada extraño, si bien hacia frío y la sensación térmica era baja, eso no impedía que los niños de los vecinos salieran a jugar.
Estaciono su BMW en el garaje, el cuál estaba abierto, "Que extraño, Jill nunca deja la puerta del garaje abierta...", pensó mientras observaba el Nissan de la castaña a un lado.
Se quedó ahí por unos segundos, intentando hallar un explicación, al final, termino desistiendo y se dispuso a entrar a casa.
Estando en pasillo principal, se percató de lo tranquilo que estaba.
Las lámparas estaban prendidas, y eso era para él, era lógico ya que estaba oscureciendo.Camino a la sala, y casi de inmediato noto el suéter de Jill tumbado en el sofá principal.
Miro alrededor de la sala y la cocina, al no ver ningún indicio de ella, exclamó:
—¡Jill!
—Linda, ya llegué, y tengo mucha hambre!... Que te parece si ordenamos algo?
En ese momento, León había tomado una manzana de la mesa, la había mordido y tragado.
—Jill...—Replico al no oír ninguna respuesta.
El agente sabía que no era la primera vez que pasaba eso, León llamando a Jill, y ella durmiendo en la habitación de arriba, sin embargo, en todas esas oportunidades, Jill bajaba después de llamarla por segunda vez.
Por tercera y cuarta vez, León repitió el nombre de Jill, sin respuesta, Rápidamente su mente se alarmo un poco, y se decidió a subir al piso de arriba.
—Que extraño... No he visto o escuchado a caramelo...
No tardó ni un minuto, para que León estuviera parado en el umbral de la puerta de su habitación.
Miro de reojo el baño, intentando ver si Jill se encontraba ahí.
Abrió lentamente la puerta del cuarto, y en lo primero en que sus ojos se enfocaron, fue en la presencia de Jill recostada en la cama, con una sábana que cubría hasta su cabeza.
El sonrió ligeramente, sin saber lo que había ocurrido horas antes.
Se acercó a Jill, y se sentó a un lado de ella, toco su hombro sin verle a la cara.
—Ya es hora de que despiertes dormilona...
Sacudió su hombro sutilmente, tratando solo que se despertara.
Segundos después, León puso su mirada en el cuerpo de Jill, que seguía sin reaccionar.—linda...—la sacudió con más fuerza—¡Jill!... Despierta!
Repentinamente su mirada llegó al rostro de la castaña, el cuál tenía dos grandes moretones, uno en su ojo y el otro en su barbilla.
De forma asustada, León le quitó la sábana y la levantó, para verla mejor.
—Pero... Jill... Que, que te pasó
Rápidamente, León tomo su teléfono y llamo la ambulancia, acto seguido, trató nuevamente de que ella despertara.
—¡Jill!
—¡Jill!
—¡Jill!Cayó de rodillas al suelo, con el cuerpo inconsciente de ella en sus brazos.
Una pequeña lagrima salió de sus ojos, seguida de otra y otra, al punto que León comenzó a llorar.
—Jill...
—Jill... Despierta... Por favor...
—¡Despierta!León grito con todas sus fuerzas, mientras aferraba el cuerpo de Jill, a su pecho.
—¡Jiiiill!
...
Minutos más tarde
Los paramédicos habían llegado, he inmediatamente auxiliaron a la mujer.
3 paramédicos tuvieron que alejar a León, que no quería separarse de ella.Después de hacer una evaluación rápida, optaron por llevar a Jill directo al hospital, he inmediatamente la subieron a la ambulancia.
Tan rápido como León se percató de eso, se metió de lleno a está.Tomo suavemente la mano de Jill, y no la soltó en todo el camino, mientras se dirigían a urgencias.
...
Al llegar, los paramédicos lograron bajarla y llevarla a un cuarto de emergencia, León fue detenido por un doctor antes de entrar a dicha habitación.
—¿Que diablos hace doctor?, ¡Déjeme pasar!
—Lo siento señor, pero no puedo hacer eso, debe esperar a que hagamos nuestro trabajo.
Dicha comentario, enfado al agente, que, tomándolo de la bata amenazó con golpearlo.
—¡Usted no entiende!, Ella me necesita ahí dentro,—Trago saliva, y añadió— así que... entraré quiera o no!
León termino arrojando a un costado al pobre doctor, el cuál, en respuesta llamo a seguridad.
Un par de guardias que estaban cerca, forcejearon con el agente, mientras eso sucedía, un tercero apareció y utilizando un aparato de descargar eléctrica, logro paralizar a León.
El rubio grito de dolor, mientras los guardias lo llevaban cargando a una patrulla cercana.
—¡No pueden hacerme esto!
—¡Me escucharon, no pueden hacerme esto!
...
A la mañana siguiente
Eran las 8:30 de la mañana, y León se encontraba encerado en una celda.
Su manos estaban muy magulladas, por la insistencia del rubio en excavar un túnel y salir huyendo, todo fue un fracasó.Un guardia se acercó, y le dijo:
—Mire señor...—Miro la carpeta que llevaba la información personal del agente—... León S. Kennedy...
—Me liberarán?—Grito mientras tomaba con fuerza las barras de la celda.
—Si...
—Pues entonces sáqueme de aquí, ¡mi mujer está en el hospital!
—¡Sáqueme!... Maldita sea!
Tiro y siguió tirando con fuerza la barras.
—Escuche León, si sigue haciendo eso lo dejaré el resto de día!
El agente paró de inmediato por la amenaza.
—Muy bien,...—Sacando las llaves de su bolsillo, dijo— Una jovencita rubia pago su fianza... Me dijo que usted era su padre...
"Sherry..." Pensó León, impaciente por salir.
El policía metió la llave, acto seguido la celda se abrió, dejando libre al rubio.
No tuvo intención alguna de recibir sus pertenencias que habían sido confiscadas el día anterior, en vez de eso, León salió directo a la salida, donde Sherry le esperaba.
—¡Papa!...
—No digas nada Sherry, llévame al hospital de inmediato!
La joven asintió sin repelar, y condujo directo al hospital, una vez más.
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La historia de Leon y Jill
RomanceEs el libro 1, DE LA SAGA LEON Y JILL El agente de la D.S.O Leon S. kennedy sufre un terrible accidente que lo deja invalido por un tiempo, ocasionado por tratar de salvar a Jill, la cual se encontraba en peligro, Ante esta situación, la mujer para...