Capitulo 8

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León había intentado llegar al lugar donde Sherry estaba, estaba preocupado por ella, el agente recuerda que en auto tardaría un poco más de media hora en llegar, sin embargo, a pie y con zombies en todas partes tardaría más de la cuenta.

—Esto será imposible si no hallo una vehículo que funcione—Se dijo el rubio guardando su arma en la funda.

Dio un vistazo a su reloj, pasaban de las 8 de la noche, ya era tarde, se había desviado mucho para evitar la niebla, y cuando intento recomponer el camino había más del 70% de la gente infectada en al ciudad.

El agente dio un gran suspiro, mientras se apoyaba en la pared de un callejón—Debe a ver una manera de que pueda llegar.

Durante unos Instantes, el rubio intento pensar en una manera de poder llegar más rápido y no desviarse más del objetivo primordial, que era Sherry.

Recordó que el metro de la ciudad pasaba no exactamente por el centro comercial, pero si se adentraba a las vías del metro, lo dejaría a unas simples calles del centro comercial, además de que no tendría desviación alguna.

—Es buena idea León...—Se dijo a si mismo.

Pero debía haber también Zombies en las vías y los alrededores, sería un suicidio pelar contra los muertos, sin ningún lugar a dónde escapar.
Observo el cargador del arma, estaba completo, pero no había traído otra de emergencia.

El agente se puso a pensar en las cosas que podrían pasar si ve muertos vivientes, y no tiene munición—Que rayos estoy pensando... Sherry quizás esté en problemas y yo aquí perdiendo el tiempo—Con el arma en mano se dispuso a entrar al metro de la ciudad.

...

Sur de la ciudad

Jill se había mantenido corriendo por más de media hora, después de lo ocurrido con la cosa la agente Valentine, se disponía a huir por el momento, recobrar esfuerzos y volver para enfrentar a la criatura.

—Espero que me halla perdido el rastro—Murmuro jadeando por el cansancio.

Esto le había pasado en el peor momento a la castaña, ya que todo el ataque la tomo por sorpresa, Pues no estaban armados aún, ya que técnicamente aún no iniciaban su misión.

—Niko... ¿Por qué lo hiciste...?—Pensó de forma cabizbaja.

La agente quería ir a la base de la B.S.S.A que ese encontraba al este de la ciudad, sin embargo, para llegar ahí debía recorrer casi de lleno Manhattan, una tarea titánica, si solo contaba con 2 balas en su arma.

—Sera que aquí muera...—Dijo colocando su mano en su frente en señal de preocupación—Que estoy diciendo, Claro que viviré... Eso es lo que Niko hubiera querido...

A pesar de que varias cosas no funcionaban, su GPS si, La agente se dispuso a hallar una ruta rápida y lo más segura posible, sabía que si durará mucho en un mismo sitio, había un posibilidad que esa cosa la encontrara otra vez.

Sabía que ir por las calles es un suicidio, había demasiados zombies, ir por los techos es ridículo, y para su mala suerte, los vehículos no sirven, no obstante, el metro de la ciudad parecía el mejor lugar para llegar, había una estación que pasaba cerca de la base, esto incitó a la agente a adentrarse al metro de la ciudad—No tengo otra opción...—Musito dando pasos hacia el frente, avanzando hacia la oscura entrada del metro—Aquí vamos otra vez...

...

Estación del metro-León

El agente Kennedy había caminado por unos 20 minutos, y ya había avanzado bastante, más de lo que hubiera progresado en las calles de la ciudad, por suerte no se había encontrado con ningún zombie, eso fue un alivio para el rubio.

Poco después León llegó a una zona del metro que estaba bastante oscura, mientras el agente apuntaba la linterna del arma para ver si había algo hostil cerca, pudo notar el cuerpo inerte de un oficial de policía.

—Descanse en paz... Buen hombre...—Exclamo, y noto que en el la mano derecha del cuerpo, este llevaba un arma—Lo siento oficial, pero tomaré su pistola...—Acto seguido se dispuso a adquirirla.

Saco el cargador del arma para verificar que aún tenía balas—Bien está lleno—pero cuando se disponía a ponerlo en su lugar, escucho ruidos a su alrededor, alertando al agente.

—Maldición—Exclamo súbitamente apuntando firmemente el arma.

Con la linterna de está, iluminaba las oscuridad profunda de la noche y del lugar.

Guardo silencio durante varios segundos, intentado encontrar el origen de aquel sonido—De donde provino ese ruido—Musito, sin dejar de apuntar.

Noto a la derecha de dónde estaba parado, que había un puerta abierta, está situación le puso los nervios de punta.

—Vamos León es solo la oscuridad, no hay nada que temer...—Se dijo a si mismo, cuando comenzaba a acercarse a la puerta.

Se quedó a la orilla de ella, tragó saliva, por más que se negara a aceptar lo que estaba adentro, sabía lo que pasaría en los próximos momentos.

Gritos y rugidos salieron dentro de la puerta, de ahí empezaron a salir zombies, los cuales al notar la presencia del agente se abalanzaron hacia el, sin embargo, León disparando poco a poco y retrocediendo, empezaba a eliminarlos sin parar.

Las ráfagas de luces y sonidos, duraron poco, León se había encargado paulatinamente de acabarlos por completo, sin dejar a ninguno vivo, todos con un tiro limpio y perfecto en la cabeza.

—Lo siento...—Bajo su arma lentamente, al ver sus terribles acciones.

Había vaciado de lleno el cargador del arma del policía, y había utilizado 3 balas de la suya, tenía aún más poca munición que cuando llego.

—Debo evitar a toda costa un enfrentamiento directo con esas cosas, o de lo contrario...me quedara sin una bala.

Se limpio un poco la basura que había adquirido por el encontronazo, y se dispuso a continuar avanzando.
—Debo seguir...

—Debo seguir

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La historia de Leon y JillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora