Jill seguía avanzando sin parar, estaba algo cansada, no había dormido en más 24 horas, pero debía seguir o morir ahí mismo.
Por su parte León ya había avanzado bastante, sin embargo, estaba tan cansado que no podía continuar, llevaba 3 días sin dormir, esto debido a que cuando estaba con Sherry se quedaron viendo películas, y no durmieron nada.
—Debo descansar aún que sea unas horas... Debo recuperar fuerzas...—Susurro el agente, mientras observaba a su alrededor buscando algún lugar para dormir.
Paso unos segundos buscando un lugar, cuando por fin encontró algo, entre comillas, acogedor...
León había encontrado cerca de las vías una camioneta, está no funcionaba, sin embargo, no parecía dañada y podía quedarse adentro.
—Creo que descansaré un poco en esta cosa...—Pensó, abriendo la puerta, miro atrás para cerciorarse que no hubiera nada ahí, al no ver nada fuera de lo normal se recostó.
—Sherry... Espero que estés bien hija...—Su mirada se mantenía fija en el techo, pero el sueño comenzaba a ganarla al transcurrir de los segundos.
...
Han pasado más de 3 horas, y Jill le había parecido extraño, que no había visto ni un solo zombie.
—Porque no he visto ninguna de esas cosas...Mientras seguía adelante, noto varios cuerpos de zombies, pero lo extraño, era que estos habían sido heridos con una sola bala, limpia y precisa.
Apretó su mandíbula, sabía que el que había hecho eso debió estar vivo, y sabía usar muy bien un arma de fuego.
—Debería ir con más cuidado, de ahora en adelante.Paso de largó, y la agente se había adentrado más al metro de la ciudad, volvía a ver los cuerpos, sin embargo, ahora no presentaban heridas de arma de fuego, si no de arma blanca—quien rayos estará matando estos zombies.
La castaña llegó a un páramo en el metro, era como un estacionamiento, no parecía hostil y no había ni un solo cuerpo de zombies, esto alertaría a la castaña, sin embargo, lo que más le alteró fue una pequeña luz tenue viniendo de una camioneta enfrente suyo.
—¿Qué es eso...?—Pensó, mientras apretada el arma lo más fuerte posible.
Paso saliva y se propuso a ir a investigar de que se trataba, quizás una lámpara que hallan dejado ahí, quizás una llamada de un celular, se decía dando varios pasos al frente.
Estaba a escasos metros de la luz, a un costado del auto se acercó, apunto el arma, y miro hacia adentro, intentado ver de que se trataba, para su sorpresa y para su infortunio, fue que encontró a un hombre durmiendo en medio de la oscuridad.
—Pero que le pasa a este tipo...—Susurro, dejando de apuntar.
Le pasó por la mente dejarlo e irse, ya que no lo conocía, y no sabía que intenciones tenía, cuando viendo mejor, pudo notar que tenía 2 armas en su funda, esto alertó a Jill, creyendo que quizás el halla sido el que eliminó a los zombies del principio.
Mordió su labio, indecisa y sin saber que hacer, lo mejor que se le ocurrió, fue tratar de quitarle ambas armas y hablar con el, se las quitaría, ya que no sabía si este sería aliado o enemigo.
Fue así que después de meditarlo escasos segundos, La castaña abrió la puerta lentamente y lo más silencioso posible, su expresión lo decía todo, quería evitar a toda costa despertarlo y que lo primero que vea es una mujer tomando su arma.
Ya había abierto por completo la puerta de la camioneta, se disponía a quitarle el arma, cuando de manera repentina, está fue partida a la mitad por una enorme hacha que por poco no la asesino.
El sonido del impacto fue tan grande que hizo despertar al hombre, Jill por su parte cayó de espaldas totalmente desconcertada—!Que rayos acaba de pasar!—Grito mientras apuntaba el arma en dirección de dónde vino el hacha.
El hombre se despertó al instante, y apunto a Jill inmediatamente al verla para enfrente de el, ese hombre era León.
—¿Qué quieres?—Grito León apuntando a la castaña, la cuál estaba asustada pues el hacha casi la mata.
León entre cerro los ojos, al notar que Jill no lo veía, si no veía a la derecha suyo, esto hizo que León moviera su vista a dónde Jill veía, quedando ambos sorprendidos, pues la cosa no solo había encontrado a Jill otra vez, si no que ahora también a León.
La criatura caminaba lentamente hacia ellos, dando una grande y profunda exhalación.
León apunto y disparo repetidamente, sacando del shock a Jill, pero al notar que no le hacía absolutamente nada a la criatura, grito—¡Maldita sea, es blindado o que diablos es!
—Nada, lo detiene...—Dijo casi en susurro la castaña, pero llegaron a los oídos del agente de la D.S.O.
—¿De que hablas?... que es esa cosa y porque nos ataco?!!—Pregunto León histérico.
La mujer lo miró y respondió—No tengo idea que sea esa cosa, lo único que se, es que me lleva persiguiendo desde kilómetros atrás...
Aquellas palabras hicieron que León hiciera una expresión de total preocupación, quizás no por el miedo a lo que se enfrentaba, si no al estar sin munición alguna para luchar.—¡¡¡León!!!—Rugió de manera ronca, tosca, pero al fin de cuentas entendible, esto dio como resultado ocasionando que el hombre apuntará de inmediato a su agresor.
—Quieres luchar eh...
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La historia de Leon y Jill
RomanceEs el libro 1, DE LA SAGA LEON Y JILL El agente de la D.S.O Leon S. kennedy sufre un terrible accidente que lo deja invalido por un tiempo, ocasionado por tratar de salvar a Jill, la cual se encontraba en peligro, Ante esta situación, la mujer para...