Bibiana pov:
Es el día esperado, la ocasión perfecta para dar a conocer mis nuevas obras, entre esas, la pintura del torso de Verónica, estoy a la intriga de quien querrá adquirirla... Hago que trasladen los cuadros al lugar de la exhibición encargándome muy minuciosamente de la logística, quiero que todo salga perfecto, tanto que solicito a mi sastre que llegue a la casa para que él mismo me vista, como también hago que mi estilista de confianza traiga todo su salón, quiero lucir espectacular, causar miles de comentarios, ¡debo sorprender!
Todo está listo, de manera sigilosa logro salir de la casa, no quiero que mi querida esposa sea una de las invitadas... Sigo pensando que ese hombre es su nuevo amante, además que se dio el lujo de rechazarme, fue la mejor decisión porque en cuestión de minuto y medio hubiera terminado teniendo relaciones con Morfeo.
La noche transcurre sensacional, las personas gustosas de observar cada pintura, me relaciono con todos por cortesía, de camino solo sonrío y les doy la bienvenida, recorro cada rincón sin dejar a nadie en el olvido, el coordinador decide que debo expresar mis agradecimientos finales en público.
—Agradezco a todos los presentes su asistencia, me llena de júbilo verlos frente a mis obras, escuchar sus intervenciones, sus puntos de vista ante lo que puedan vivir y sentir cuando encierran sus miradas y permiten brotar cada sensación espontanea que renace de su ser, lo optativo corporal impredecible que deslumbra ante mis ojos, complacida porque mi objetivo se ha cumplido, lograr renacer en lo más recóndito de cada mortal, alteraciones únicas del ser humano como frenesí, afecto, aversión, serenidad, ventura, desconsuelo y melancolía... No quiero aburrirlos más, pongo a disposición cada pincelada, agradecida por la eternidad —pronuncio adoptando una venia ante todos en medio de aplausos.
Terminado el corto discurso, casualmente o tácticamente me encuentro a Daniela con su "Apolo", no puedo negar la sorpresa que me llevo, mi alegría se transforma en una sonrisa hipócrita dirigida a ella preguntándole del porqué de su asistencia, la insolente dejándome con el verbo en la boca se retira para irse a los brazos de su "Dios griego".
Arribando a la casa no dudo en transitar directamente hacia el estudio, concluyendo en una discusión acalorada en palabras y acciones, no logro recordar el día en que firmé el nuevo contrato de Verónica, tal vez fue la ocasión en que me pidió que le firmara una autorización para el cambio de un cheque de su nómina por confirmación de firma, la cual no coincidía con las condiciones de manejo que estaban registradas en el banco, presuntamente estaba firmando la última página de la renovación de su contrato incluyendo las nuevas condiciones del cargo. Mi estado de ánimo por esos días era muy frágil y no le di importancia a nada, si me hubieran suministrado un papel donde cediera toda mi herencia sin duda lo hubiera firmado, lo que puede causar Daniela en mí es indescriptible, perder la noción de mis acciones es preocupante, pero admito que Verónica fue muy astuta y por no darle gusto a Daniela permitiré que su estadía se prolongue más.
Seguido de las disputas por querer tener la razón, nos desafiamos entre besos y caricias ardientes sin tener conclusión, como los pocos encuentros que hemos tenido, interrumpidas por la dichosa Verónica.
Trato de acomodarme y organizar un poco las cosas del escritorio, entre la esquina del ojo evidencio la cólera que se tenían las dos...
******
Despierto cerca de las diez de la mañana, me siento cansada y no es día de trabajo en la oficina, por consiguiente aprovecho para ver alguna película... Por desgracia escojo una romántica, las expresiones de afecto me hacen sentir incomoda, tras el encuentro de la noche anterior y ver un simple abrazo entre dos personas hace que crezcan en mí los más profundos instintos, tomo mi celular y busco una foto de Daniela en donde aparezca ligera de ropa, ya era más que justo un orgasmo completo después de tanto manoseada en tanto tiempo, busco una de las fotos más sexys en sus redes sociales.
ESTÁS LEYENDO
Bidan: un matrimonio a la fuerza
RomansaDos mujeres destinadas a estar juntas, obligadas a contraer matrimonio por sus familias para mantener su patrimonio. Bibiana, un alma libre y descomplicada, Daniela, una mujer estricta y rigurosa, ambas se odian por ser totalmente opuestas, pero...