36 ¡La muerte también mantiene el alma en el palacio!

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Chen Yu dejó de moler la tinta y sacó un pedazo de papel que ya estaba todo garabateado, había sido doblado previamente y estaba todo arrugado. El sudor de su mano empapó el papel, haciendo que las letras de tinta se desdibujaran.

"Le pido a Su Alteza que me libere y olvide el asunto del decreto de la Segunda Concubina."

Al ver esta frase sorprendente, toda la sangre del rey estaba a punto de explotar.

"¿Esto... es lo que quieres decirme?"

Se había quedado casi sin palabras y su voz había salido a través de sus dientes apretados, no lo podía creer, ¿Chen Yu había insistido verlo solamente para decirle que no quería ser su concubina?

Chen Yu estaba a su lado y podía escuchar sus respiraciones forzadas.

Estaba indudablemente corriendo hacia un mar de fuego y cuchillos, pero no tenía otra opción, si no obedecía la orden de la princesa, el rey se enteraría de su identidad. Fuera como fuera estaba muerto.

"Sí." Escribió Chen Yu.

El pincel en la mano del rey se rompió en cientos de astillas.

"¿Por qué?" El rey preguntó. "¿Por qué? ¿No quieres ser mi concubina? ¿O no quieres verme en lo absoluto?"

Chen Yu se mordió el labio y pequeñas gotas de sangre brotaron, su boca tenía un olor dulce.

"Chen Yu no tiene suerte."

El que una persona sea bendecida estaba determinado probablemente por Dios. En la mente de Chen Yu, el solamente era capaz de ser un esclavo servicial, pero desafortunadamente Dios había jugado algunos trucos y lo había puesto al lado del rey de Zhen Bei.

Había sido bendecido y el rey lo había favorecido por un tiempo.

"¿Bendecido? Ja, ja, ja..."

El rey estaba muy enojado. Claramente, Chen Yu lo había culpado por haber sido demasiado rudo cuando estaba excitado, ¿entonces ahora tenía que ser hipócrita? Había pensado que era inteligente y sensible, pero nunca esperó que fuera tan indiferente e incapaz de soportar un poco de dolor.

"¿Te sientes agraviado por estar con este rey?"

"No me atrevería."

¿Cuándo lo había ofendido? Nadie lo trataba más favorablemente que el rey.

"No me atrevería." El rey susurró estas palabras. "¿A dónde quieres ir después de dejar a este rey? ¿De regreso a la residencia del magistrado?"

El rey había pensado que él era la familia de Chen Yu, ¿correcto?

Chen Yu asintió, después de todo, su madre seguía en la residencia del magistrado.

Chen Yu se sentía tan inferior que quería enterrar su cara en sus manos. No sabía hacer nada, solo podía hacer el trabajo duro de llevar agua para los animales, no podía pensar en ninguna opción más que regresar a ser un esclavo. Cuando regresara, nunca volvería a ver al Rey de Zhen Bei, no quería ser un Chen Yu falso nunca más, para que no tuviera que preocuparse por engañar a otros y no tuviera que sentirse culpable por el rey una y otra vez.

"Está bien, muy bien."

El rey resopló decepcionado. Resultaba que este majestuoso Rey de Zhen Bei no era importante en el corazón de Chen Yu, le había dado un entorno preferencial, pero no era mejor que un animal ante sus ojos. ¿Doloroso?

"Chen Yu, ¿no piensas que este rey es a dónde quieres llegar y a dónde quieres ir?"

Su voz era extremadamente fría y desalmada, llena de una extraña magnificencia.

"Desde que le perteneces a este rey, te guste o no, a donde vayas o incluso si vives o mueres, ¡depende de este rey! Incluso si mueres, ¡debes dejar tu alma en el palacio! ¿Entendiste?"

La voz del rey resonó por todo el edificio y, de repente, se levantó y se marchó.

"Mañana, no habrá ningún cambio en la consagración. ¡Más te vale que estés presentable y te prepares para ser la concubina imperial de este rey!"

La espalda del rey desapareció y Chen Yu no se movió por un largo tiempo.

El Amante Mudo (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora