56 Carga

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Chen Yu se detuvo sorprendido, se sentía perdido.

¿Por qué había dicho eso? Obviamente no lo había dejado entrar en los cuartos. ¿Por qué había dicho que si lo había recibido? El emperador le sonrió alegre y sinceramente, como si estuviera agradeciéndole con sinceridad.

'¡No! ¡No!'

Chen Yu gritaba desde su corazón, sin embargo, ¿qué más podía hacer además de negar con la cabeza?

"Resulta que no me recuerdas o me culpas por haber estado borracho, de todos modos olvidé decirte mi nombre."

Chen Yu miró al rey con ansiedad, pero solamente se encontró con un par de ojos insondables. Aunque el rey no lo demostraba, Chen Yu estaba seguro de que había creído todo lo que había dicho el emperador.

"Xuanxiao, todo esto fue una coincidencia." Dijo el emperador alegremente. "Anoche estaba borracho y quise dar un paseo por el palacio para relajarme. Como resultado, me perdí y terminé en la Residencia Shaohua. Mis zapatos y calcetines estaban mojados por la nieve, pero afortunadamente Chen Yu me invitó a su residencia con entusiasmo y pude calentar mis calcetines y zapatos. Salí corriendo por la confusión y ni siquiera le di las gracias."

El emperador habló descaradamente y Chen Yu no lo podía entender, él era el emperador, ¿por qué diría cosas falsas tan descabelladamente? Aunque aparentaban ser inocentes, en el oído del rey no lo eran.

"Vaya, dado que ya se han visto, me ahorraré las introducciones."

El rey miraba a Chen Yu y sus palabras se apretaron cuando dijo se han visto.

"¿Qué? ¿El emperador conoció a la Concubina Imperial anoche?" La princesa preguntó con curiosidad. "¿No la habías conocido desde antes?"

Chen Yu inmediatamente lo negó con la cabeza.

"Entonces ayer a media noche, mi hermano estaba borracho y la Concubina Imperial dejó entrar a un hombre desconocido y borracho a su residencia. Fue un gesto muy cálido y hospitalario." La princesa se cubrió la boca y sonrió.

Los labios de Chen Yu temblaban por el enojo, incluso la princesa pensaba eso, ya ni hablar del rey.

"¡Dairou!" El emperador habló severamente. "¿Qué tonterías estas diciendo? ¿Crees que soy ese tipo de persona? Estas diciendo esas cosas para hacer que Xuanxiao lo malinterprete."

"Oh." Murmuró la princesa. "Solamente quería agradecerle a la Concubina Imperial, si no lo hubiera recibido, mi hermano mayor hubiera merodeado en el palacio. ¿Qué hubiera pasado si se hubiera caído en un estanque?"

La partida de caza caminó hacia los vastos campos nevados, dirigiéndose hacia la Montaña Lang Juxu. Ahí las cimas eran muy altas y los acantilados numerosos, llenos de rocas desordenas. Había chacales, tigres y leopardos desenfrenados. Era una barrera natural inaccesible entre los Hunos y la Dinastía Jìng.

Como era cacería de invierno, las aves y las bestias de la montaña se habían convertido en la mejor presa.

El rey ignoró a Chen Yu por tres días, sólo lo había acomodado en el carruaje y había ordenado que tuviera comida y alimento a tiempo, no se iba a congelar ni morir de hambre, pero no se involucró personalmente en nada de eso.

Todas las personas montaban a caballo para el tiro con arco. Durante el día, cazaban todo tipo de bestias, como alces y venados, y en la noche, acampaban prendiendo fogatas, retirando las pieles de los animales y cocinando la carne. Servían el vino y comían la carne, todos eran atrevidos y felices.

El rey temía que Chen Yu se resfriara por lo que no lo dejaba salir del carruaje nunca, incluso debía hacer sus necesidades adentro.

Chen Yu no estaba a acostumbrado a comer tanta carne y no podía beber vino. Obviamente, cuando era esclavo del Magistrado, comía pasteles de germinados y semillas, pero ahora, la dieta del palacio era distinta.

Era igual que los primeros días cuando había llegado al palacio, había pasado todos los días y noches sufriendo. Después de que lo habían obligado a beber el veneno del Rey de los Gusanos, su cuerpo estaba destrozado, tenía nauseas todo el tiempo y cuando comía vomitaba todo, pero no se había atrevido a decírselo al rey.

Chen Yu se despreciaba.

Elcarruaje siempre iba en la retaguardia y sentía que era una carga inútil.

El Amante Mudo (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora