145Rendirse(割舍)

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Chen Yu permaneció en silencio, Chen Ruo Fei pensó que había logrado someterlo y levantó los labios orgullosamente. Un esclavo es un esclavo, incluso si tuviera la gran oportunidad de estar con el rey, siempre sería un desperdicio. De hecho, Chen Yu realmente pensaba que quería dejar el palacio, no porque las palabras de Chen Ruo Fei lo hubieran asustado sino porque se sentía tan aterrado de estar cerca de Jun Xuan Xiao todas las mañanas y tardes. ¡Él sería el emperador y tirano en el futuro! Chen Yu no quería estar al lado del tirano.

"Eso es." Chen Ruo Fei sonrió. "Humano, nacido para ser dividido entre tres, seis, nueve, etc.. Algunas personas sólo pueden ser sirvientes inferiores, tú lo entiendes. Pudiste usar mi nombre y, fuiste favorecido por el rey por mucho tiempo, ha valido la pena. Pero lo que no te pertenece, nunca será tuyo. Pero algunas cosas son caprichosas, a fin de cuentas, no debes pensar que no eres digno."

Chen Ruo Fei bajó la mirada para ver el rostro de Chen Yu, pero Chen Yu bajó la mirada como si se sintiera humillado y no se atreviera a verla.

"Puedes estar tranquilo, como conoces la situación, no te voy a tratar mal." El tono de voz de Chen Ruo Fei se calmó un poco y dijo. "No tienes que ser un esclavo barato de la Residencia Chen de nuevo, una vez que dejes al rey, yo me encargaré de que tengas una residencia fuera del palacio. No te faltará comida ni ropa, puedes tener una vida honesta fuera del palacio y vivir a salvo hasta que envejezcas."

Chen Yu le respondió, si le quedaba algún deseo era tener su propia casa y campo, junto a su madre para poder vivir una vida pacífica y estable. Y, aunque su madre había muerto, seguía siendo su deseo más anhelado. Era justo lo que Chen Ruo Fei había pensado.

"¿Aceptas?"

Chen Yu iba a asentir pero Jun Xuan Xiao entró en la habitación en ese momento con una espada dorada en la mano, cuando vio a Chen Ruo Fei su rostro se cubrió de desagrado.

"¿Qué estás haciendo aquí?"

Jun Xuan Xiao sabía que Chen Ruo Fei estaba inquieta, pero no pensó que se atrevería a lastimar a Chen Yu y no quería que tuviera contacto con una mujer que era bastante astuta.

"Su Alteza, esta concubina se sentía mortificada al ver que el señor Chen estaba solo, así que ha venido a hablar con él. Después de todo, los dos somos viejos conocidos y sólo estábamos hablando de cosas interesantes de cuando éramos jóvenes."

"Yu-er, ¿es cierto lo que ella dice?"

Jun Xuan Xiao miró con sospecha a Chen Yu pidiéndole su opinión.

En el momento en que el rey había entrado a la habitación, Chen Yu había caído en un estado de alerta. Jun Xuan Xiao había llegado con un aura atemorizante y Chen Yu sintió que el aire se había vuelto denso, ni siquiera había escuchado la pregunta del rey. Jun Xuan Xiao ya se había acostumbrado un poco a que lo evitara, pero esta vez no se pudo contener.

"¿Entonces de que hablaron?" Jun Xuan Xiao le preguntó.

Chen Ruo Fei respondió rápidamente. "Hablábamos de que cuando crecimos en la Residencia Chen, él siempre quiso tener una casa propia en lugar de una residencia como el Palacio Imperial, ¿cierto señor Chen?"

El rey dudó completamente de sus palabras, pero él sabía que ese era el sueño de Chen Yu.

"Yu-er, ¿quieres dejar el palacio?" Jun Xuan Xiao le preguntó seriamente, diciendo lentamente una palabra a la vez.

Chen Yu asintió, afuera del palacio no había personas malvadas y él ya no quería tener que preocuparse por eso.

Había un poco de dolor en los ojos del rey, ¿acaso Chen Yu todavía quería dejarlo? Jun Xuan Xiao sabía que no había sido un buen esposo, pero últimamente había hecho muchos cambios, lo trataba con ternura. No podía soportar volver a lastimarlo o forzarlo, lo tomaba de la mano con cuidado y lo trataba como si fuera un tesoro. Pero a pesar de todo eso, Chen Yu aún quería dejarlo.

"¿Hay algo más que este rey esté haciendo mal? Yu-er, dímelo y lo cambiaré."

Los ojos de Jun Xuan Xiao estaban rojos, había probado lo que era perder a Chen Yu una vez y, se había sentido tan triste y desolado, que no quería pasar por eso una segunda vez. Todo lo que había hecho era para recuperar el corazón de Chen Yu, incluso si él no se comunicaba por un tiempo, esperaría pacientemente; incluso si el corazón de Chen Yu se había solidificado, él lo calentaría. Era una lástima que Jun Xuan Xiao era un hombre con un pasado violento, pero en frente de Chen Yu, había pulido sus modos brutos.

"Mi Señor, no lo forcé." Chen Ruo Fei intercedió. "Él le tiene miedo en estos momentos, incluso si dijera que no, estaría faltando a su propio corazón. Su Alteza, sea bueno, no lo forcé a permanecer a su lado, sino que complételo. Esta concubina sabía que Su Alteza se negaría, pero de hecho, no es como si no se volvieran a ver. Si el rey lo extrañara, podría ir a verlo afuera del palacio. En este momento, necesita curarse y necesita un lugar tranquilo."

¿Lo debía mantener prisionero o dejarlo libre? Jun Xuan Xiao pensó en la contradicción por un momento pero no podía decidirse.

"Yu-er, si no te dejo ir, ¿me culparías? ¿Me odiarías toda la vida?"

El rey agarró la mano de Chen Yu y una lágrima caliente cayó sobre el dorso de su mano. Chen Yu sintió que lo quemaba y, de pronto, sintió tristeza en su corazón. Fue como si una cadena se hubiera soltado y había una tormenta de emociones tratando de salir. ¿No era esa persona ruda y desalmada? ¿Por qué estaría llorando?

Chen Yu quería acercarse y limpiar sus lágrimas pero el miedo que sentía en su corazón lo hizo quedarse quieto.

Jun Xuan Xiao sólo había llorado tres veces desde que tenía memoria y todas esas lágrimas se las había dado a Chen Yu.

La primera vez fue cuando Chen Yu se tomó el veneno, era el dolor de la vida y la muerte; la segunda vez fue cuando se enteró que era el cumpleaños de Chen Yu, era un sufrimiento de arrepentimiento; y la tercera vez fue en este momento, era la iniciativa de dejar ir a la persona que amaba.

"De acuerdo, Yu-er, te voy a dejar libre."

Jun Xuan Xiao soltó la mano de Chen Yu, no quería exagerar, había tomado la decisión con mucha dificultad y temía que se iba a arrepentir si lo seguía mirando.

La única que se sentía realmente complacida era Chen Ruo Fei. En cuanto Chen Yu abandonará el palacio, el rey no lo podría verlo día y noche, y se olvidaría de él algún día. Ella podría aprovecharse de la situación y convertirse en la concubina favorita del rey.

El Amante Mudo (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora