139Puerta del corazón(心门)

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Jun Xuan Xiao había permanecido al lado de la cama sin separarse ni un momento, siguiendo las instrucciones de Bian XIV, estimulando puntos de acupuntura con las agujas de plata cada media hora. Después de cambiar la venda de la mano, el rey se dio la vuelta y vio que había un poco de movimiento en la cama. Chen Yu se sentó como una estatua y sus ojos estaban apagados como un lago muerto, no tenían alegría ni tristeza. Se había sentado tan tranquilamente, como una hoja de papel y, aunque sus ojos estaban claros su mirada estaba perdida, como si estuviera en otro mundo.

"¡Yu-er!"

Jun Xuan Xiao estaba encantado como si hubiera renacido, su corazón vacío se había reanimado y latía de nuevo, y su rostro cansado resplandecía. Aunque Chen Yu sólo había estado inconsciente por un día entero, parecía haber pasado un año entero en esa condición. Sufriendo cada momento, desesperado e indefenso.

"Yu-er."

El rey estaba tan feliz que no sabía qué hacer, no sabía dónde poner sus manos, como un niño que había cometido un error y actuaba culpable. Chen Yu no le respondió y ni siquiera lo volteo a ver.

"Yu... Yu-er."

Jun Xuan Xiao lo llamó sintiendo su garganta incomoda, la alegría de que despertará lo hacía incapaz de esperar a poner a Chen Yu en sus brazos, se acercó pero Chen Yu se encogió hacía un lado tratando de esconderse. Viendo los ojos asustados de Chen Yu, el rey bajó sus manos a medio camino, era claro que estaba lleno de rechazo hacia los extraños y el corazón de Jun Xuan Xiao se retorció violentamente.

'Lo lastimé tan profundamente, ¿de verdad me tiene tanto miedo?'

"No tengas miedo Yu-er, nunca te voy a volver a lastimar."

Los numerosos intentos de Jun Xuan Xiao por acercarse a Chen Yu sólo eran respondidos con la evasiva de Chen Yu, así que dejó de intentarlo y Chen Yu recuperó la paz y tranquilidad.

Bian XIV y Hong Lian aparecieron afuera de la habitación.

"¡Bian XIV! Yu-er despertó." Pero el rey sentía que su pecho estaba bloqueado por el pánico y dijo hoscamente. "Revísalo pronto."

Cuando Chen Yu vio a las dos personas que acababan de llegar, su expresión indiferente se relajó y mostró una ligera sonrisa. Bian XIV revisó su pulso y tomó la iniciativa de acercarse.

"¿Me recuerdas?" El médico le preguntó.

Chen Yu asintió.

Bian XIV lo revisó y dijo. "La sangre ha sido desbloqueada y el veneno del Rey de los gusanos se ha degradado, de todos modos la pastilla de la falsa muerte le hizo un poco de daño y su cuerpo está un poco débil. Todo está bien, cuando vi a Su Alteza todo ansioso, pensé que habías perdido la memoria."

Jun Xuan Xiao se sintió un poco aliviado y se acercó a Chen Yu, pero él se escondió detrás de Bian XIV, estaba muy asustado de acercarse a él.

"Yu-er, ¿por qué actúas así?" El sentimiento de estar cerca pero no poderse acercar hacía sufrir a Jun Xuan Xiao.

Bian XIV señaló al rey y dijo. "¿Qué tal él?"

El rey estaba inquieto y miró a Chen Yu sin pestañear, estaba tan nervioso que tragó sonoramente, tenía miedo de que Chen Yu lo hubiera olvidado.

Chen Yu pareció levantar los ojos con renuencia y miró a Jun Xuan Xiao por un largo tiempo sin responder. Cuando el rey se sintió tan desilusionado que no quería seguir mirándolo, Chen Yu abrió ligeramente sus labios blancos y los movió.

"Su Alteza."

Jun Xuan Xiao se quedó paralizado donde estaba, Bian XIV y Hong Lian no pudieron mantener sus bocas cerradas por la sorpresa. Se miraron uno al otro y confirmaron que no estaban alucinando, ¡Chen Yu había hablado! Aunque nunca había hablado, arrastró las palabras y su voz era ronca, pero ciertamente había hecho un sonido.

"¿Este rey escuchó correctamente?" Jun Xuan Xiao agarró a Bian XIV. "Yu-er acaba de hablar, ¿cierto? Ja, ja, ja, Yu-er, ¡puedes hablar! Yu-er, ¡llama a este rey de nuevo!"

El rey agarró con tanta fuerza a Bian XIV que sus hombros tronaron y volteó los ojos por el dolor.

"Si, si, si. Pero Su Alteza ¿quiere matar al benefactor que le salvó la vida?"

Jun Xuan Xiao soltó al médico y una risa estridente hizo que a Bian XIV le dolieran los oídos.

Después de revisarlo varías veces, Bian XIV se aseguró de que Chen Yu estaba bien, como la pastilla de la falsa muerte lo había hecho escupir la sangre congestionada, de alguna manera, había curado su mutismo. Podía decir unas cuantas palabras cortas, aunque la pronunciación no era muy buena, pronto podría aprender lo que le faltaba. Lo que era difícil de explicar es que su temperamento, de alguna forma, parecía haberse vuelto más introvertido. Permanecía tranquilo enfrente del médico pero, en cuanto Jun Xuan Xiao se intentaba acercar a él, parecía un gato erizado con un cuerpo tímido y sus ojos estaban llenos de miedo.

"Había escuchado que, a veces, cuando alguien sufre una estimulación muy fuerte el temperamento puede cambiar exageradamente y cerrar su corazón, pero nunca lo había visto con mis propios ojos. Probablemente a Chen Yu le pasó esto."

"¿Cómo se puede curar? Puedes usar todos los materiales médicos del Palacio Real y si el palacio no lo tiene, ¡este rey ira al cielo y a la tierra para encontrarlo!"

Jun Xuan Xiao habló ansioso, Bian XIV lo meditó por un tiempo antes de suspirar.

"No hay ningún tratamiento médico."

Jun Xuan Xiao se sintió estancado y en su interior surgió una profunda frustración.

Bian XIV le dijo. "Su Alteza tendrá que sufrir por el mal que ha causado, estoy impotente."

Jun Xuan Xiao estaba completamente aturdido mirando a Chen Yu y a Bian XIV balbuceando con asombro, ocasionalmente miraba en su dirección pero era como si el rey fuera aire, y no había la más mínima respuesta. Esta persona que una vez había confiado en el incondicionalmente y lo trataba como si él fuera su mundo entero, no volvería a sonreirle ni a mostrarle amor y ni siquiera se molestaba en odiarlo. Jun Xuan Xiao había pensado que si Chen Yu despertaba sólo iba a odiarlo y odiarlo, pero se dijo que lo podía soportar porque esos eran los pecados por los que tenía que redimirse, incluso si Chen Yu lo odiaba, él lo aceptaría. Pero resultaba que había un castigo peor que el odio, Chen Yu lo recordaba pero lo evitaba con todas sus fuerzas. Jun Xuan Xiao no podía ni compadecerse a sí mismo, porque cuando Chen Yu intentó acercarse a él y entraren su mundo, él lo había rechazado. ¿No estaba siendo muy humilde?

El Amante Mudo (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora