164Dale a este señor placer(给老子好好吃)

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Los dos caballos avanzaron galopando violentamente y Wu Liang no tuvo otra opción más que evitarlos pero aun así respondió extremadamente rápido, volteando inmediatamente su caballo para alcanzarlos y acercarse al carruaje.

"Señor Mu Pi, le aconsejo que no se resista, entregue a la emperatriz de Jǐng y ¡te perdonaré la vida!"

Chu Ling sabía que los hunos tenían una excelente habilidad de equitación y el carruaje no iba a evitarlos después de todo, se asomó por la ventana del carruaje, la punta de su espada estaba fría, y apuñaló a Wu Liang. Al mismo tiempo, varios hombres vestidos de negro con máscaras aparecieron de repente desde el bosque, también sostenían espadas afiladas y atacaron a Wu Liang desde varias direcciones.

Wu Liang estaba tan confundido por el cambio de situación que no tuvo otra opción más que aguantar la espada de Chu Ling, evitando los variados ataques de los hombres de negro. Estaba a punto de ser apuñalado en el hombro por una espada, sin embargo, por algo era el confidente del líder de los hunos y, en el momento de más peligro, bloqueó el ataque con un cuchillo. El hombre de negro no tuvo otra opción más que alejarse y evitarlo para no morir en ese instante.

"Señor Mu Pi, resulta que tus habilidades marciales no son nada despreciables y además están estos guardias. Pensaba dejarte ir pero ahora ¡primero tienes que matar a este patriarca!"

Wu Liang se limpió la sangre del hombro que había chorreado por la lluvia, estaba enojado y, con un gran ademán de la mano, ordenó directamente. "¡Mátenlo!"

Chu Ling frunció las cejas, le había ordenado a cuatro guardias que los siguieran en secreto y asesinaran a Wu Liang, pero él los había alcanzado antes y sólo habían logrado lastimarlo.

"¡Amo! Váyase primero, ¡Nosotros los detendremos!"

El guardia negro se paró enfrente del carruaje, varios hunos se acercaron a toda prisa sobre sus caballos y comenzaron a pelear con los cuatro guardias. De un lado estaban los hunos liderados por Wu Liang y del otro estaban los guardias que había cultivado con el Clan Chu, era una pelea equitativa.

El cochero había estado aterrado por demasiado tiempo, Chu Ling no dudó ni un momento, tomó el látigo y golpeó a los caballos para que corrieran más rápido.

"¡Pfff! Si no puedo alcanzarte, ¡no tengo derecho a resucitar!"

Wu Liang ignoró al guardia que peleaba caóticamente, persiguió el carruaje y, aguantando el dolor de su hombro derecho, levantó su arco y una flecha.

Chu Ling vio los movimientos de Wu Liang y sintió las intenciones asesinas dirigidas hacia él, inconscientemente se inclinó hacia atrás y la flecha pasó rozando su nariz. El pelo de Chu Ling se agitó pero había escapado del peligro. El cochero no había tenido tanta suerte, la flecha afilada había atravesado su garganta y no había podido decir ni una palabra, la sangre fluía de la herida del cuello y la boca, no se escuchó nada y el cuerpo cayó del carruaje.

"¡Ja, ja, ja! Señor Mu Pi, ¡la próxima flecha será para ti!"

Wu Liang estaba muy cerca del carruaje y disfrutaba el proceso de cazar a su presa como un lobo, lo que lo hacía sanguinario.

"Wu Liang, ahora que has ofendido a Corea y a Jǐng, ¿no temes que unan fuerzas para atacar a los hunos?"

"Corea esta al filo del desastre, ¡su destrucción es inminente! Respecto a Jǐng, en cuanto tengamos a nuestro rehén, ¡podremos romper la dinámica de todos estos años!"

"¡Tu ambición está desbordada y yo no temo morir!"

Chu Ling se dio cuenta que Wu Liang no dejaría de perseguirlos y no había otra forma.

"Yu-er, hay un puesto militar a quince kilómetros de distancia en este camino, con oficiales y soldados."

Chu Ling se dio la vuelta y le dijo que iba a saltar del carruaje para detener a Wu Liang, Chen Yu miró el perfil de Chu Ling pero tardó en hablar y él ya se había ido. Chen Yu salió del carruaje y tomó las riendas y el látigo, aunque no sabía manejar el carruaje, el camino estaba delimitado por los árboles del bosque y sólo tenía que dejar que los caballos lo siguieran.

"¡Vamos! ¡Atrápalo! ¡Trata de mantenerte vivo! ¡Este patriarca va a atrapar a la emperatriz!"

Wu Liang dio la orden y Chu Ling se dio cuenta que había otro huno que los seguía, ese hombre lo detuvo mientras Wu Liang estaba a punto de alcanzar el carruaje.

"Pequeña belleza, no huyas, puedes estar seguro de que no te mataré."

Wu Liang no estaba lejos del carruaje, se agarró con facilidad y saltó. Chen Yu se alejó asustado pero no tenía a donde hacerse y su apariencia había estimulado el placer de ese hombre.

Chen Yu agitó el látigo pero como no tenía mucha fuerza, sólo había dejado una ligera marca roja en el rostro de Wu Liang y fue alcanzado por él. Wu Liang cortó las riendas con el cuchillo, el carruaje perdió el control y se volcó sobre el camino. Chen Yu sólo sintió que el cielo estaba dando vueltas, afortunadamente había logrado regresar a la cabina del carruaje y no fue aplastado hasta la muerte, pero aun así se golpeó la cabeza y comenzó a sangrar.

"¡Este patriarca te dejó correr!"

Wu Liang escupió, se bajó del caballo y corrió hacia el carruaje.

La vista de Chen Yu estuvo borrosa por un tiempo, pero cuando vio a Wu Liang entrando a la cabina buscándolo, empezó a patear tratando de alejarlo. Wu Liang sonrió y lo agarró del tobillo, estaba tan cansado que ya no tenía fuerzas para resistirse.

Wu Liang sabía que la emperatriz era un hombre y se había sentido asqueado cuando pensaba en eso, pero en cuanto lo vio de cerca quedó asombrado. La piel de Chen Yu era como una perla, sus rasgos faciales eran los de un hada e, incluso en la obscuridad, no podía ocultar su elegancia.

"Vaya, no es sorpresa que al emperador le gusten más los hombres que las mujeres."

Estaba sorprendido, originalmente había pensado que Chen Ruo Fei, a la que había visto unos días atrás, era la persona más atractiva que había visto en su vida pero ahora pensaba que si él fuera el emperador, también habría escogido a Chen Yu. En este momento en particular, Chen Yu estaba empapado y su ropa se transparentaba, además estaba jadeando, lo que hizo que la mente de Wu Liang se descontrolara.

"Antes, Jun Xuan Xiao le sacó el ojo a este patriarca y ¡finalmente me siento avergonzado enfrente de ti hoy!"

Wu Liang se quitó el parche de piel de lobo y Chen Yu vio una cicatriz larga en su rostro, no había nada en la cuenca del ojo, sólo pintura negra. Un rayó iluminó el cielo y lo hizo ver como un fantasma.

"Pequeña belleza, esto será metido en tu boca al rato, dale a este patriarca placer y no te atrevas a lastimarme."

Wu Liang pellizcó la mandíbula de Chen Yu.

El Amante Mudo (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora