120 Condiciones

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"Primero, el sexo con Su Alteza, es fácil que se sienta irritado e insatisfecho, Chen Yu tiene miedo de que en cualquier momento lo dejará de favorecer, por lo que no se va a volver a someter a usted."

Las primeras palabras que había dicho Chen Yu habían hecho que el rey estuviera dispuesto a rechazar su petición en ese instante. ¿Acaso no era claro que su deseo por Chen Yu significaba que le gustaba? Chen Yu se negaba a darle cualquier placer en el futuro, ¿acaso no lo había hecho feliz en ningún momento?

Jun Xuan Xiao resopló burlonamente. "Si este rey lo quiere, no tienes otra opción. Ve a este rey que está aquí a tu lado, aparte de ti, ¿a quién está buscando?"

Chen Yu no estaba sorprendido por la actitud dominante del rey.

"Hay muchos hombres y mujeres con apariencias atractivas en el mundo y los recursos de Su Alteza son inagotables, ¿por qué se limitaría? Su Alteza puede aceptar otras mascotas masculinas como concubinas."

El rey lo miró, Chen Yu no mostraba ninguna emoción, estaba impasible, parecía que realmente lo estaba obligando a que lo forzara.

"¿Realmente quieres mandar a este rey con otras personas? Es lo que estás diciendo."

Chen Yu apretó los labios y gesticuló. "Su Alteza está siendo ridículo, ¿cuándo me perteneció usted?"

Antes de que Jun Xuan Xiao pudiera responder, Chen Yu agitó las manos para interrumpirlo.

"Realmente no tengo mucha energía para discutir con Su Alteza." Chen Yu gesticulaba con impaciencia. "Su Alteza solamente me aguantó por medio año, tal vez ese medio año no era necesario para que usted pudiera conseguir lo que desea."

"¡Tres meses! ¡Este rey te da tres meses para que te recuperes!" Jun Xuan Xiao le dijo.

Chen Yu se quedó sorprendido por un largo tiempo, tres meses no era mucho tiempo. En ese momento, su cuerpo no podía soportar sentirse alegre, pero no se dio cuenta. Chen Yu asintió y accedió, no tenía nada más que pedir, más que la tranquilidad de estos días que había logrado negociar.

"Segundo, por favor déjeme moverme libremente dentro del palacio, sin que nadie me supervise."

Jun Xuan Xiao se sentía más y más confundido sobre cuáles eran los planes de Chen Yu y le preguntó con un tono desagradable. "¿Este rey debería pensar que quieres escapar?"

Chen Yu lo miró con desprecio y gesticuló. "Es Su Alteza, el amo del mundo, quien tiene la última palabra en este asunto, ¿A dónde podría escapar? ¿No ha visto Su Alteza que tan lejos puedo ir con la fuerza que tengo?"

Jun Xuan Xiao lo pensó por un momento, desde que Chen Yu había aprendido más cosas, se había vuelto mucho más calculador. Parecía que se había librado del control del rey, en la conversación que habían mantenido este día, Chen Yu había tenido la ventaja todo el tiempo y lo había controlado sin problemas.

"¿Qué otras condiciones tienes? ¡Dilas directamente para que no te sientas arrepentido en el futuro!"

Chen Yu lo pensó por un momento y luego habló con el lenguaje de señas. "No puedo pensar en nada más por ahora, si se me ocurre algo más después se lo haré saber. No quiero que Su Alteza piense que me voy a retractar, como ya he accedido, no me voy a arrepentir."

"De acuerdo, este rey concederá tus peticiones. Después de tres meses, este rey obtendrá lo que quiera de ti, incluyendo la información sobre la Tumba del Rey Chu e ¡incluyéndote a ti!"

Jun Xuan Xiao se retiró y Chen Yu pudo relajarse, sus ojos estaban perdidos, sintió un cansancio muy intenso y una enorme soledad que invadió todo su cuerpo. El palacio era un lugar imponente y magnífico pero Chen Yu se sentía especialmente vacío, no fue hasta que alguien se le acercó que salió de su estado ausente.

El rostro de Bian XIV apareció gradualmente en su campo de visión.

"¿Cómo te sientes pequeña belleza?"

Bian XIV estaba vestido como un joven ordinario, llevaba su cofre de medicinas y su rostro se veía delgado y delicado. El sombrero que llevaba lo hacía ver como un niño que se había robado las ropas de un adulto.

"¿Te vas a quedar en la capital también?"

Chen Yu le preguntó educadamente con señas, de hecho, él ya había escuchado su voz mientras estaba inconsciente. Él lo había atendido para ayudarlo a recuperarse.

"Esta es la ciudad donde nací. A fin de cuentas, la terrible tierra del norte era tan agotadora, que decidí regresarme con el Ejército de Zhen Bei."

Bian XIV sostuvo la muñeca de Chen Yu para examinar su pulso, pero sus ojos preocupados miraron hacia otro lado, pensativo.

"¿Cuántas veces haz sentido el efecto del veneno?" Bian XIV le preguntó.

Chen Yu le mostró tres dedos.

La primera vez había sido cuando la princesa lo obligó a beber el Veneno del Rey de los Gusanos, aunque Bian XIV lo había tratado, no había podido retirar el veneno residual. La segunda vez fue antes de dejar el Palacio del Rey. Y esta era la tercera vez, afortunadamente había estado inconsciente, lo que le había evitado sentir como sus órganos se quemaban y dolían severamente. Cuando había despertado, sólo había quedado el sudor y el cansancio producidos por el veneno residual.

Bian XIV sintió su pulso por un largo tiempo y dijo. "La distancia entre esos eventos fue de cuatro y tres meses, ¿no?"

Chen Yu asintió y lo miró con indiferencia, no entendía por qué se tardaba tanto.

Bian XIV se sonrojó, volteó los ojos y dijo. "No soy bueno contando, ¿puedo seguir? ¿Crees que todos somos tan talentosos como tú?"

¿Acaso un médico podía ser malo en aritmética? Si se equivocaba en la dosis de la medicina, ¿no estaría ocasionando la muerte de alguien?

Bian XIV observó la expresión de Chen Yu y, como si pudiera leer la mente de la gente, le dijo arrogantemente. "¡Este médico hará el cálculo! Tú sólo deberías preocuparte por ti mismo. Este veneno se está presentando más frecuentemente cada vez. ¡Explotarás la séptima vez que te pase!"

El Amante Mudo (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora