118 Todavía me amas, ¿cierto?

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Cuando Chen Yu despertó de la obscuridad en la que había caído, la puerta se abrió en ese momento y un sol deslumbrante entró en la habitación. Sus ojos quedaron cegados por un momento y le tomó un poco de esfuerzo recuperar la vista. Le dolía el cuerpo y era claro que aún no se había recuperado de la extrema fatiga.

El que había entrado era Jun Xuan Xiao, la última persona que Chen Yu quería ver en ese momento.

"Yu-er, ¿cómo estás? ¿Sientes algún tipo de dolor?" El rey se acercó a la cama y se inclinó hacia él con preocupación.

Chen Yu observó su rostro resplandeciente y, después de un momento, recordó lo que había pasado antes de perder el conocimiento.

"¿Qué pasó con mi madre?"

Chen Yu lo cuestionó con señas y Jun Xuan Xiao vio que lo miraba con ojos desconfiados.

El rey no pudo evitar sentirse frustrado pero, viendo a Chen Yu sudoroso y a punto de desmayarse de nuevo, no podía culparlo por tratarlo tan fríamente.

"Ordené que enterraran su cuerpo cerca del mausoleo del emperador."

El rey vio que Chen Yu se había descubierto y estaba intentando levantarse de la cama pero él lo detuvo inmediatamente, evitando que se levantara.

"No corras descuidadamente, espera a recuperar un poco más de fuerza y, si quieres ir a velar a tu madre, mandaré un carruaje para que te lleve."

Chen Yu no se movió, había agotado toda su fuerza física y mental, y tenía miedo de que no pudiera ir a la tumba de su madre. La frente le dolió por un tiempo y sonrió ligeramente con desilusión. Realmente no podía escaparse del agarre de Jun Xuan Xiao, no quería tener nada que ver con él, estaba demasiado cansado.

El silencio que rodeaba a Chen Yu era normal y Jun Xuan Xiao solamente podía leer sus emociones a través de sus expresiones.

"Yu-er, yo no maté a tu madre."

Chen Yu lo miró de improvisto, ¿cómo era posible que el incomparable Rey de Zhen Bei tomara la iniciativa de explicar algo?

"Su Alteza puede estar tranquilo."

Chen Yu gesticuló, ¿acaso había alguna diferencia? Todo lo que había sufrido había sido planeado por él y ya era muy tarde para que se disculpara.

El rey no entendía a qué se refería y repitió. "Yo no la maté, yo no mataría a una mujer indefensa, Yu-er, me estas menospreciando."

"¿Menospreciarlo? Su Alteza es imponente, ¿cómo podría verlo hacia abajo en este momento? Nadie en el mundo se atreve a menospreciarlo. Ni en el sur ni en el norte, un Señor que puede adueñarse de cualquier trono, ¿quién se atrevería a menospreciarlo?"

Cuando terminó de gesticular, giró la cabeza hacía otro lado, si seguía observando a Jun Xuan Xiao sentía que la sangre de su corazón comenzaría a inquietarse, y le costaría mucho trabajo suprimir eso.

"¡Pero este venerable rey no la mató! Yu-er, te lo estoy explicando porque no quiero que lo malinterpretes."

La voz de Jun Xuan Xiao se había vuelto más grave e imponente porque estaba intentado contener su ira.

Chen Yu se burló y le preguntó con señas. "¿Por qué Su Alteza tendría que darme explicaciones a mí?"

Jun Xuan Xiao se atragantó y le habló hoscamente. "¡Porque este rey se preocupa por ti!"

Chen Yu sonrió con más exageración, como si acabara de escuchar la cosa más chistosa del mundo.

"Agradezco el amor de Su Alteza y, como ya terminó de explicarse, por favor retírese." Chen Yu lo alejó.

Jun Xuan Xiao levantó las cejas y le habló con una voz profunda. "¿Qué quieres decir? ¿Todavía dudas de mí?"

"No." Chen Yu negó con la cabeza y gesticuló. "Lo sé, ¿así que Su Alteza se siente tranquilo? Su Alteza me ha ayudado a enterrar el cuerpo de mi madre y ¿eso debería hacerme sentir más tranquilo?"

El rey estaba tan alterado que su respiración se volvió laboriosa y parecía que iba a exhalar fuego.

"¡Este rey no está buscando tener paz mental!"

Se levantó ansioso y comenzó a caminar de un lado a otro de la habitación, de repente, sintió que había algo que tenía que decir pero era muy difícil. ¿Por qué extrañaba tanto a Chen Yu?

"¿Su Alteza está intentando que lo perdoné?" Sus labios sonreían sarcásticamente y movía las manos con debilidad. "De acuerdo, lo perdonó, usted no mató a mi madre."

Jun Xuan Xiao notó que su actitud era extraña pero quería creerle y estaba muy satisfecho. Pero no había tenido tiempo para sentirse feliz antes de que Chen Yu gesticulara de nuevo.

"Después de todo, con la magia de Su Alteza, seguro la mantendrá viva para usarla para intimidarme."

La expresión de Jun Xuan Xiao se hundió en un instante, bajó la cabeza y preguntó. "¿Escuchaste la conversación entre el emperador y yo en el Templo Jin Luan?"

Chen Yu lo miró tranquilamente y le hizo señas. "Preferiría no haberlo escuchado, así que prefiero pensar que en algún momento le gusté a Su Alteza aunque después le desagradaba. Pero siempre estará la sensación de ese día que me perdí y terminé en el Templo Jin Luan. Al parecer, Dios está decidido a sacarme de mis ilusiones una y otra vez."

Jun Xuan Xiao respiró por un tiempo antes de poder aliviar un poco la sensación de asfixia que sentía en el pecho, peleó por un rato hasta que terminó por aceptar las palabras de Xiao Xiye, pero lo que el emperador había dicho no era todo lo que él pensaba.

"Así que piensas que este rey fue un hipócrita contigo y, que incluso ahora, solamente te quiere usar para encontrar el Mausoleo Junshan?"

Chen Yu no le respondió, el Rey de Zhen Bei era el Rey de Zhen Bei, todo estaba relacionado con sus intereses y ¿todavía tenía que preguntarle acerca de esas tonterías?

"Yo..."

Jun Xuan Xiao se agarró un mechón del cabello con violencia y se deshizo el peinado de corona que traía.

"De acuerdo, este rey admite que era parte de su plan entregarte al emperador." El rey habló con tristeza. "¡Pero también es verdad que a este rey le gustas! Incluso si no fueras un descendiente del Clan Chu de Yunmeng, ¡aún le gustarías a este rey!"

Chen Yu se quedó pasmado por un momento, si no fuera de Yunmeng, tal vez él y el rey no hubieran tenido que separarse. ¿Pero de que servía pensar eso ahora?

Chen Yu le respondió con señas. "Su Alteza ha dicho que si le agrado, pero comparado con la gran ambición del rey, es mejor que me rinda. ¿Para que esta Su Alteza indeciso tratando de salvar a un niño abandonado?"

La sangre de Jun Xuan Xiao se concentró en su cabeza y sentía como si su garganta se estuviera cerrando por completo.

"Yu-er, no debí tratarte de esa manera." Apretó los dientes y le preguntó. "Pero ¿puedes perdonarme? Podemos reconstruir nuestra relación, te juró que te lo voy a compensar, aún me amas ¿cierto?"

El Amante Mudo (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora