El Rey de Zhen Bei desplazó sus tropas hacia el sur y, aunque el emperador había hecho preparativos y había mandado a sus tropas con antelación, su ejército estaba menos entrenado que el del rey y cada vez había menos soldados para defender los muros. Aunado a que, la División del Tigre y el Lobo del Rey de Zhen Bei era letal. El rey llegó al banco norte del Río Huang a mediados de abril donde montó su campamento y, después de un pequeño descanso, se preparó para derrotar al ejército de la Dinastía Jìng de un sólo golpe y así poder entrar a atacar la retaguardia que protegía las Planicies Centrales.
El emperador estaba impaciente, sabía que el ejército del rey se había formado con valentía luchando guerras en el frío amargo, pero no esperaba que su propio ejército fuera tan vulnerable.
Los eunucos y las sirvientas del palacio le servían temblando, temían molestar al amo accidentalmente. Unos días atrás, un pequeño eunuco había roto accidentalmente la tasa de té y el emperador le había cortado la cabeza ahí mismo.
Mientras que todos los residentes de la corte imperial estaban en peligro, la persona en el Pabellón Qilin estaba a sus aires, no era ni frío ni cálido con el emperador, pero él lo acompañaba todos los días, buscando cualquier medio para que le concediera tan sólo una sonrisa.
Cuando la emperatriz Jiang vio al emperador intentando alimentar a Chen Yu con una preparación medicinal, su rostro se puso sombrío. Desgraciadamente, parecía que la concubina Chen tenía razón. Chen Yu lo rechazó con el rostro frío, pero al emperador no le importaba su posición de majestad y ¡continuaba tratando de complacerlo!
Si no estaba hechizado por Chen Yu, ¡¿cómo podía ser explicado?! El emperador nunca había sido tan considerado con ninguna de sus concubinas, ¡ni siquiera con la emperatriz!
"Emperador."
La emperatriz entró en el Pabellón Qilin, no miró al emperador sino que sus ojos se posaron en el rostro de Chen Yu. Como la concubina Chen había dicho, ¡este hombre tenía un rostro más delicado que el de una mujer! Aunque no era tan encantador como ella había pensado, las ropas blancas le daban un aire de erudito y la emperatriz ya estaba decidida a considerarlo la reencarnación de un demonio. Y como era un monstruo, era lógico que confundiera a los hombres.
"¿Qué haces aquí?"
Xiao Xiye retiró algunos libros, como El mandato de la Dinastía Jiang, que eran los que Chen Yu había terminado de leer. Afortunadamente el Pabellón Qilin tenía más de diez mil libros, si no Chen Yu no podría soportarlo.
"La emperatriz no ha visto a Su Alteza ir al Templo Jiao Fang en mucho tiempo, así que ha venido a ver qué era lo que lo mantenía tan preocupado y ha escuchado que el ejército rebelde del Rey de Zhen Bei había avanzado hacia el sur, pero el emperador parece estar muy relajado."
Xiao Xiye percibió los celos en su tono y contestó enojado. "Acabo de ir a la corte a discutir la medidas que tomaré con varios generales, ¿de dónde sacas que estoy muy relajado?"
La emperatriz había sido regañada y comenzó a llorar afligida, ella y el emperador siempre se habían tratado con respeto, nunca le había hablado en ese tono.
"¿Es este el señor Chen Yu que fue traído al palacio por el emperador?" La emperatriz contuvo su llanto y miró a Chen Yu con enojo.
Chen Yu se levantó e hizo una reverencia como saludo, sabía por las ropas adornadas con Fénix que llevaba, que era la emperatriz. Nunca la había visto, pero podía sentir la inexplicable hostilidad de la emperatriz hacia él.
La emperatriz miró a Chen Yu sin sentido. Había un calentador para manos sobre la mesa y pensó que era un hábito fascinante, ¿cómo podía un hombre adulto necesitar de un calentador de manos y usar un abrigo en un día soleado de abril?
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El Amante Mudo (Parte 1)
RomanceCuando el Rey de Zhen Bei se casa con la supuesta hija del Magistrado Chen no esperaba que conocería a la persona que lo haría cambiar sus ambiciones y planes. Después de perderlo todo, ¿qué estará dispuesto a hacer para recuperarlo? Traducción al e...