102 Intenso beso suave

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"Yu-er."

Xiao Xiye se sintió alagado y sostuvo la mano de Chen Yu en su palma, sólo él sabía que tan íntimos eran y su corazón latía desbocadamente. Éste era el momento que había esperado por mucho tiempo.

Él entendía por qué Chen Yu había tenido que hacer eso. Pero, incluso aunque era falso, él se sentía completamente feliz.

"Xuan Xiao parece que te sentías demasiado confiado pero Yu-er ya se ha olvidado de ti."

Jun Xuan Xiao miraba fijamente a Chen Yu sin desviar la mirada y sus ojos, que eran como un abismo, no mostraban ninguna sorpresa. Parecía que podía ver a través de Chen Yu.

Ciertamente había cambiado, ya no lucía como un esclavo sirviente con una mirada de reverencia y entusiasmo, y tampoco tenía que depender de nadie. Parecía que había encontrado su propia alma y lucía glorioso.

Sentía en su vientre que él era un poema que quería reservar para él mismo y se sentía enojado. Chen Yu tenía originalmente un temperamento que era como el jade, ahora había añadido un espíritu educado y lucía más confiado, lo que lo hacía aún más atractivo.

Jun Xuan Xiao se sentía poco preparado para enfrentar a este Chen Yu, antes era capaz de controlarlo firmemente, pero ahora sentía que emanaba un tipo de opresión y que se había alejado completamente de él.

"¿De verdad?" Jun Xuan Xiao sonrió burlonamente, con el corazón lleno de malicia. "¿Para qué querías venir aquí si no te atreves a mirarme?"

Chen Yu se paralizó por un momento, ciertamente no se atrevía a verlo directamente, tenía miedo de que el rey lo examinara con sus ojos agudos de águila y expusiera su falsedad.

"¡Tienes opiniones muy fuertes!" Xiao Xiye le gritó enojado. "La razón por la que Yu-er vino no tiene nada que ver con que no pudiera olvidarse de ti. Esta aquí para preguntarte, ¡¿A dónde has llevado a su madre?!"

Jun Xuan Xiao lo miró con ojos profundos y comenzó a reírse sonoramente.

"Resulta, Xiao Xiye, que tienes muchos trucos que sólo prueban tu conciencia culpable." Jun Xuan Xiao se dio la vuelta y admitió. "Te refieres a la anciana de la Residencia del Magistrado, hace unos meses este rey ordenó que la sacaran de esa residencia. En cuanto a donde la tengo escondida, no quiero decirlo en este momento."

Lleno de enojo, Xiao Xiye levantó el látigo que tenía a su lado y lo lanzó violentamente, una marca profunda llena de sangre apareció en el pecho del rey. Las púas del látigo habían cortado su piel y la sangre había comenzado a desbordarse inmediatamente.

"¡Ja, ja! Xiao Xiye, te atreves a probar las diez torturas de la prisión, ¡¿quieres ver si este rey se relaja?! Ja, ja, ja."

Jun Xuan Xiao se reía violentamente, como si él fuera el verdugo. Se lamia los labios con su lengua escarlata, sediento de sangre y arrogante, y miró directamente a Chen Yu. Chen Yu se sonrojó bajo esos ojos feroces.

Aunque el látigo había golpeado al Rey de Zhen Bei, Chen Yu sintió dolor. Bajó el rostro y no se atrevió a ver la herida, la sangre parecía una lengua de fuego y el corazón de Chen Yu estaba quemándose y sentía escozor.

Xiao Xiye lo abrazó y le dejó recostarse en su pecho, consolándolo suavemente.

"Yu-er no tienes que tener miedo."

Chen Yu tenía miedo pero no porque lo castigaran sino que temía no poder controlarse y empezar a rogar en defensa del Rey de Zhen Bei.

"¡Yu-er!"

Al verlo apoyado en Xiao Xiye, Jun Xuan Xiao gritó de repente.

"¡Ven aquí! Te diré dónde está tu madre."

Chen Yu giró la cabeza incrédulo y el rey le sonrió enigmáticamente, ¿realmente le diría tan fácilmente donde estaba su madre?

Chen Yu no podía evitar creerle, si hubiera cualquier rayo de esperanza, tenía que aferrarse a él.

Caminó hasta quedar enfrente de Jun Xuan Xiao, demasiado cerca, de repente sintió que había regresado al pasado y su amor por ese hombre no se había reducido en lo más mínimo.

"Acércate más, sólo te lo diré a ti, no quiero que Xiao Xiye lo escuche."

La voz de Jun Xuan Xiao lo hechizaba e, inconscientemente, Chen Yu obedeció sus órdenes.

"¡¿Qué es lo que estas tratando de hacer?!" Xiao Xiye preguntó helado.

Jun Xuan Xiao era demasiado perezoso para responderle y solamente habló con Chen Yu. "¿No quieres saberlo? Ven, este rey te lo dirá."

Chen Yu no pudo evitar acercarse más, estaban prácticamente pegados. Podía ver a detalle las gruesas cejas del rey que eran como espadas de tinta, los ojos obscuros e impredecibles, y su nariz recta. Todo esto aparecía en los sueños de Chen Yu, lo hacían enamorarse, y eran la causa de que perdiera el sueño todas las noches.

Jun Xuan Xiao bajó la cabeza y la acercó al cuello de Chen Yu, cerró los ojos y lo olfateó.

"Yu-er eres tan dulce."

Jun Xuan Xiao levantó las comisuras de su boca y sonrió lleno de encanto malicioso.

El aroma del cuerpo de Chen Yu no era como el olor a maquillaje de una mujer, era un perfume único y suave. Y como ahora se pasaba todo el día leyendo y escribiendo en el Pabellón Qilin su cuerpo estaba contaminado con el olor de la tinta.

La voz del rey era melosa y baja, ligeramente ronca, era como el veneno de una serpiente venenosa que hacía que Chen Yu se sintiera mareado. Tuvo que pellizcarse en secreto solamente para poder mantener la razón.

Justo cuando iba a intentar gesticular para cuestionarlo, su mejilla fue embarrada con una cosa caliente, había sido sólo un toque pero la fuerza fue muy intensa. El rey extendió más la lengua, lleno de travesura, y recorrió los labios de Chen Yu.

Chen Yu dio un paso atrás lleno de terror. El rey estaba en una situación tan precaria y aun así pensaba en juguetear con él y ¡¿besarlo de esa manera?!

"Fragante, ¡todavía tan fragante como antes! Ja, ja, ja"

Jun Xuan Xiao se lamió los labios, como un niño que acababa de probar azúcar, satisfecho.

"Tú, ¡¿por qué?!"

Los pensamientos de Chen Yu eran caóticos, ¿no estaba harto del él? ¿Por qué lo besaría? ¡¿Sólo para hacer enojar al emperador?!

Lo que más asustaba a Chen Yu era que su corazón estaba latiendo rápidamente y ¡¿sentía un poco de alegría?! Incluso aunque el Rey de Zhen Bei sólo lo utilizaba para burlarse del emperador, él estaba dispuesto.

"¡¡Jun Xuan Xiao!!"

Xiao Xiye estaba realmente enojado, levantó el látigo y lo descargó varias veces, sólo para que Jun Xuan Xiao se riera más descaradamente.

"Yu-er, no le hagas caso a este loco, sólo está jugando con nosotros. Ve, regresa primero."

Xiao Xiye agarró a Chen Yu del brazo preocupado, lo que Jun Xuan Xiao acababa de hacer lo ponía completamente celoso. Él la pasaba mal cuando tenía que contenerse, pero se había aguantado porque quería actuar como un caballero para que Chen Yu se entregara a él voluntariamente. Pero Jun Xuan Xiao era un cabrón, haciendo lo que se le diera la gana sin siquiera pensar en los sentimientos de Chen Yu.

"Yu-er." Jun Xuan Xiao le gritó de repente. "Si vienes de nuevo mañana, este rey tal vez te lo diga de verdad."

Xiao Xiye estaba enojado y exasperado. Ese bastardo estaba usando la incertidumbre sobre su madre para retener a Chen Yu y hacerlo venir cada día a verlo, ¡¿para que pudiera seguir insultándolo?!

El Amante Mudo (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora