162Nunca muere(至死不渝)

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Una serpiente eléctrica cruzó el cielo y las nubes obscuras se reflejaron contra su luz por un momento antes de quedar de nuevo en la obscuridad.

Chu Ling miró hacia el cielo mientras se subía al carruaje, el clima se sentía bochornoso y estaba a punto de llover. Aunque no era lo más apropiado salir a la carretera de noche, sólo podía partir contra su voluntad, Chen Yu había huido y era casi seguro que Jun Xuan Xiao llegaría a la posada en cualquier momento.

"Yu-er, ¿de verdad estas decidido?" Chu Ling le preguntó. "Una vez que regreses al Clan, puede ser que nunca lo vuelvas a ver, ¿estás dispuesto?"

Secuestrar a un miembro de la realeza era un crimen muy serio y, con el temperamento del emperador, ¿podrían escapar de él? Chu Ling temía que en la inmadurez de Chen Yu no hubiera certeza y que pronto se arrepintiera, si llegaran a ese dilema, la gente de su clan también estaría en peligro.

¿Qué si estaba dispuesto? Chen Yu se sintió aún más inquieto, el camino enfrente era peligroso pero no había forma de volver. Jun Xuan Xiao, ese hombre al que amaba y odiaba, había estado manchado con su sangre mucho tiempo atrás. Dejarlo, era el equivalente a arrancarse a él mismo de raíz y su corazón se sentía vacío y ausente. ¿Pero qué más podía hacer? ¿Era posible estar con la persona que había matado a su padre? Desde el principio, no eran compatibles y el cielo había destinado que fuera imposible para ellos permanecer juntos. Incluso si Chen Yu no odiara a Jun Xuan Xiao, no podía verlo a la cara.

Chen Yu dejó de dudar y dijo con perseverancia. "Sí."

Chu Ling asintió en silencio y el cochero latigueó a los caballos para comenzar a avanzar.

"¡¡Avancen!!"

Los dos caballos caminaron lado a lado y el carruaje desapareció rápidamente por la carretera oficial, la lluvia comenzó a caer cubriendo los rastros de la carreta.

Menos de media hora después, varios soldados del Ejército Imperial del Bosque llegaron a prisa al puesto militar y Jun Xuan Xiao iba a la delantera en su caballo negro, se apeó y entró rápidamente.

"Señor militar..."

El encargado del puesto no reconoció las ropas imperiales de Jun Xuan Xiao, pero si las de los soldados, de todas maneras el oficial del puesto también era parte de la élite militar. La presencia de Jun Xuan Xiao era imponente y se dio cuenta que no debía cometer ningún error.

"El maestro de Corea, ¿dónde está esa sabandija?"

"Eh, le respondo al Comandante, se ha marchado hoy." El oficial respondió.

Los ojos del emperador se apagaron, ciertamente, en cuanto Chen Yu se vio en necesidad y sin conocidos a su alrededor, sólo podía haber recurrido a Chu Ling. Lo había abandonado para seguir a Chu Ling y encontrarse con su gente, el corazón de Jun Xuan Xiao se retorció de nuevo y comenzó a doler otra vez. Finalmente cuando había logrado mejorar un poco las cosas entre ellos, Chen Yu ya no le temía tanto y él lo había grabado en su corazón. ¿Acaso estaban más allá de la vida y la muerte?

"¿Hace cuánto tiempo?"

"Como hace una hora, ¿creo?" El oficial no estaba seguro y tenía miedo de decir algo incorrecto. "Este oficial los vio que se dirigieron hacia el este."

Song Qing dijo inmediatamente. "Sólo media hora de diferencia, podemos ir y traer a Yu-er de regreso."

Claro que la primera reacción del emperador era perseguir a Chen Yu, alcanzarlo y... ¿después qué? ¿Cómo le iba a explicar lo de la carta? ¿Traerlo de regreso al palacio? Ciertamente Chen Yu no estaría dispuesto e, incluso si lo presionara, sólo acabaría lastimándolo. Aún si usara la fuerza para obligarlo a regresar, Chen Yu nunca lo aceptaría de nuevo. Jun Xuan Xiao sonrió con amargura, lo había empujado al abismo paso a paso y no podía mostrarle la cara hoy. Realmente representaba el dicho de que las malas acciones nunca prevalecen.

"Ustedes regresen a la ciudad, no hay necesidad de que el ejército lo busque." Jun Xuan Xiao agitó la mano mientras hablaba.

Song Qing le preguntó con sorpresa. "¿Yu-er puede..."

"Yo lo buscaré." El emperador le dijo. "Sólo una persona, puedes estar seguro de que me aseguraré de que esté a salvo."

Jun Xuan Xiao había despilfarrado todo lo que tenía que ver con Chen Yu y ahora quería redimirse pero, incluso ahora que era más poderoso, se sentía débil. Por eso quería ir solo y, en cuanto viera que Chen Yu estaba a salvo, se conformaría con eso. En cuanto a que lo perdonara, ni siquiera se atrevía a pensarlo.

Song Qing se quedó parado detrás de Jun Xuan Xiao y pareció dudar por un largo tiempo.

"Emperador..." Song Qing se agarró el puño. "Este subordinado quiere renunciar al Ejército Imperial del Bosque y regresar al norte para luchar contra los hunos con el Ejército de Zhen Bei."

Jun Xuan Xiao volteó a mirarlo, los hunos habían comenzado a acosar el territorio del norte de nuevo, siempre habían sido un problema para él.

"¿Estás dispuesto a reducir tu rango de esa manera?"

Cuando Jun Xuan Xiao era general del Ejército de Zhen Bei, Song Qing se había convertido en su confidente, todos sus asuntos e intenciones eran claros para Jun Xuan Xiao. Nunca había dudado de la inocencia entre Chen Yu y Song Qing, de otra manera, ¿por qué lo habría dejado quedarse a cargo del cuidado de Chen Yu?

Song Qing no le contestó, era su costumbre.

"Los tiempos han cambiado, tal vez él ya está muerto, ¿estás dispuesto a regresar al norte a esperarlo?"

Song Qing miró al cielo. "Cuando su familia fue masacrada, no encontraron su cuerpo y este subordinado aún cree que podría estar vivo. Incluso si no lo encuentra nunca, este subordinado quiere esperar en el norte hasta su muerte."

Jun Xuan Xiao le preguntó. "¿Qué vas a hacer con el pequeño muchacho? Siempre ha sido cariñoso contigo."

Los ojos de Song Qing se obscurecieron un poco, pensaba que escogería a Lian-er sin dudarlo aunque no supiera si estaba vivo o muerto, pero la sonrisa y malas palabras de Hong Lian aparecieron en su mente y se quedaron.

"Es un hombre caprichoso y lo que quiere hoy cambiará para mañana, no es sincero." Song Qing habló con crueldad.

Jun Xuan Xiao asintió y le dijo. "Te lo prometo, contigo a cargo del norte, me siento más tranquilo."

Cuando terminó de hablar, se dio la vuelta y miró en la dirección en que había partido Chen Yu, frunciendo las cejas.

"Emperador..." Song Qing no pudo evitar decirle. "¿Por qué no le dice a Yu-er también..."

"Es inútil." Lo interrumpió. "Yu-er solamente me odiará más."

Song Qing se quedó pasmado.

"Tú puedes esperar toda la vida por una persona ausente." Jun Xuan Xiao murmuró. "¿Por qué no podría yo?"

Jun Xuan Xiao se subió al caballo negro, se abalanzó sobre la tormenta y desapareció por la carretera oficial.

Después de que Song Qing regresara al palacio, siguió las palabras del Emperador Xuan ordenando que mientras el emperador estuviera ausente, las facciones de izquierda y derecha trabajarían juntas gobernando.

El Amante Mudo (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora