51 Jun Xuan Xiao

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Durante los siguientes dos días, el emperador se quedó en el Palacio del Rey, divirtiéndose con el rey. Eran como hermanos, hermanos que habían vivido la vida y la muerte en el campo de batalla, no se habían visto en muchos años y tenían mucho de qué hablar y recordar.

Cada noche, regresaba borracho a su habitación para descansar y no volvió a mencionar ni a la princesa ni a la Concubina Imperial.

Chen Yu permaneció en la Residencia Shaohua tranquilo, completamente ajeno al mundo exterior, estaba protegido por Song Qing y nadie se atrevía a molestarlo.

De repente se escuchó un ruido fuera de la residencia.

"¿Qué fue eso?"

Song Qing llamó a uno de los guardias para que investigara. El rey le había ordenado que, durante la visita del emperador, cuidara la Residencia Shaohua pasara lo que pasara y los últimos días habían estado completamente tranquilos.

"Maestro Song, parece que hemos capturado a un ladrón."

"¿Un ladrón?"

Song Qing no lo podía creer, el palacio estaba tan resguardado que ni siquiera las aves o las moscas podían entrar, ¿cómo podría haber entrado un ladrón? Y lo que era más inquietante, ¿qué ladrón sería tan estúpido como para intentar robar en el Palacio del Rey de Zhen Bei? ¿No tenía nada por que vivir esa persona?

"Escuché que era un ladrón de casas y entró con unos sirvientes que querían venderle algunos muebles del palacio."

Song Qing frunció el ceño, este tipo de cosas nunca habían pasado en el palacio y al rey normalmente no le importaría, pero en este momento, ¿no lo haría quedar mal?

"Iremos a ver y regresaremos a reportarle para que pueda reportárselo a Su Alteza."

Song Qing sintió que todo esto era una ridiculez y dejó que los dos hombres se marcharan, dejándolo solo. La misión que el rey le había dado era proteger a la concubina imperial.

Menos de quince minutos después, la princesa llegó de sorpresa a la Residencia Shaohua.

"¡Song Qing!"

Song Qing le preguntó. "¿Qué hace la princesa aquí?"

"Todo el Palacio del Rey me pertenece, ¡esta princesa puede ir a donde quiera! ¡Claramente eres el perro criado por esa perra! ¡¿Realmente esperas que esta princesa este encerrada de por vida?!"

"Song Qing no se atrevería."

Como era su costumbre, Song Qing era indiferente e irrespetuoso, tenía demasiada flojera como para justificarse.

"Rápido." La princesa dijo apresuradamente. "Ve a la Residencia Liqing inmediatamente, se ha metido un ratón en mi habitación."

"¿Qué?" Song Qing respondió. "¿Por qué la princesa no solicitó la asistencia de sus sirvientes en la Residencia Liqing para que mataran al ratón ellos mismos?"

"¿Estas ciego? El rey me quitó a más de la mitad de mis sirvientes, dejándome con sólo dos asistentes, ¡¿vas a dejar a la princesa correteando a un ratón?!"

Song Qing dudó

La princesa le dijo. "Acabo de ir a ver a Su Alteza y está lidiando con un ladrón y me dijo que acudiera a ti, Su Alteza te ha encomendado la protección dentro del palacio. ¿Eres así de malagradecido? Cualquier cosa sucia puede correr libremente por el palacio, si el emperador lo viera, ¡te cortaría la cabeza perro! ¿Qué estás haciendo? ¡No te apresures!"

Después de todo, era la princesa la que le había dado una orden y Song Qing no tenía otra opción más que obedecer y seguirla.

Chen Yu había estado ocioso por varios días y el rey le había dicho que no iba a poder ir en unos días. Aunque Chen Yu entendía que el rey tenía asuntos importantes, no podía evitar pensar que tal vez no le importaba.

De todos modos, había pasado casi toda su vida solo por lo que se había acostumbrado a la soledad.

Chen Yu sacó sus dados y comenzó a grabar los frijoles con una aguja de bordar, incluso el frijol más grande que se podía cosechar no era más grande que el tamaño de una uña y Chen Yu tenía que concentrarse para no hacer un desastre.

'Resulta que es increíblemente difícil grabar un nombre en un frijol, con razón solamente se graba el nombre de la persona que amas, es demasiado cansado.'

Chen Yu había pensado en silencio en esas tres palabras Jun Xuanxiao durante todos los días pasados, ahora eran como de un extraño y tenía miedo de haberse familiarizado demasiado con ellas.

Chen Yu salió a sentarse en una roca en el patio de su residencia, volvió a guardar los frijoles dentro de los dados, admiró el producto final y jugó con ellos repetidas veces mientras los admiraba bajo la luz de la luna, no pudo evitar sonreír.

Unaserie de pasos se escucharon detrás de él.

El Amante Mudo (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora