130Asesino(刺客)

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El Rey de Zhen Bei no volvió a ir a la residencia de Chen Yu y la gente del palacio rumoraba que era porque el rey se había casado con una nueva concubina y la concubina hombre había caído de su gracia.

El día veinticinco de junio era el festival Duanyang, o del Barco del Dragón, y las damas del palacio colgaron cálamo y ajenjo por todos lados. Esparciendo hormigas antihelmínticas reales, olvidándose completamente de la residencia de Chen Yu, a nadie le importaba. La gente estaba alegre y ruidosa, todo era regodeo.

Chen Yu sudaba exageradamente y sus pupilas estaba lentamente recuperando su fuerza, su piel seguía morbosamente enrojecida y sus ropas estaban empapadas de sudor. Bian XIV gruñía quedamente mientras sacaba la aguja de plata de su cuerpo.

"Ciertamente, el intervalo es más corto que antes, sólo ha pasado un mes, y la toxicidad ha regresado. Más pronto de lo que esperaba."

Chen Yu tenía pequeñas heridas de aguja por todo su cuerpo y pequeñas gotas de sangre brotaban de algunas de ellas. Bian XIV solamente podía ponerle las agujas para aliviar el dolor causado por el veneno pero no podía detener los ataques frecuentes.

Chen Yu se sentó despacio, le tomó mucho tiempo para recuperarse del dolor y el cansancio causado por el veneno.

Bian XIV guardó la aguja de plata y le dijo. "Esta es la cuarta vez, te quedan tres más, parece que esta ha sido mucho peor que las anteriores, si no quieres morir..."

Chen Yu sacudió su mano e interrumpió sus siguientes palabras, el médico con temperamento de burro lo ignoró y no pudo evitar hablar.

"Entonces, en dos o tres meses, este médico se hará cargo de tu cuerpo, ¿dónde quieres que lo entierre?"

Chen Yu le sonrió y gesticuló. "Sería menos problema si solamente lo quemaras, pero si Bian XIV tuviera que viajar al sur, podría tomar mis cenizas y arrojarlas en Yunmeng, o enterrarlas al azar. Nada más no me dejes dentro del palacio, o haré que te sientas inquieto por años"

"No tengo tanto tiempo."

Bian XIV se detuvo, asintió de nuevo avergonzado y accedió.

"¿Podrías entregarle una carta a Su Alteza de mi parte?"

Chen Yu sacó de su manga el pedazo de papel que había escrito con antelación, como lo había sostenido en su mano por mucho tiempo, estaba un poco arrugado.

Cuando Bian XIV salió de la residencia, se rascó la cabeza, siempre sentía que Chen Yu estaba arreglando sus asuntos de antemano. Aguantó su curiosidad y no abrió la carta, simplemente se la envió al rey que estaba en el Templo Jin Luan. Jun Xuan Xiao recibió la carta e inmediatamente la acercó a la llama de la vela, pero se detuvo a unos centímetros, resopló y la abrió rápidamente.

Tumbas del Oeste.

Chen Yu lo estaba invitando a presentar sus respetos en la nueva tumba del oeste, Jun Xuan Xiao se sentía perplejo, él se sentía tan desanimado que había dejado a Chen Yu abandonado en su residencia por muchos días. Tal vez Chen Yu había cambiado de parecer, ¿esto significaría que quería retomar su relación? Jun Xuan Xiao pensó de nuevo que eso era imposible, con el temperamento suave y tolerante de Chen Yu, temía que iba a recordar toda la vida como lo había maltratado. ¿Cómo iba a ceder tan fácilmente?

"Las palabras ciertamente están escritas de su puño."

Jun Xuan Xiao apretó la nota por un largo tiempo e, incluso cuando sospechaba que no era de Chen Yu, ordenó que le llevaran su caballo negro, lo montó y salió del palacio rápidamente hacia las afueras del oeste.

En caso de que Chen Yu realmente hubiera recapacitado, él no podía perder esa oportunidad. Incluso si hubiera algo más de trasfondo, Jun Xuan Xiao tenía que averiguarlo. Avanzó rápidamente por las calles de la capital como un viento endemoniado y llegó a las tumbas en sólo una hora.

Cuando Jun Xuan Xiao miró la tumba solitaria, sus ojos se abrieron por la sorpresa. La tumba de la madre de Chen Yu había sido profanada, la tierra estaba expuesta e incluso el ataúd había desaparecido.

"Yu-er."

Jun Xuan Xiao murmuró ansioso, desmontó y caminó hacía la tumba. Miró a su alrededor pero no vio la figura de Chen Yu por ningún lado, no pudo evitar sentirse preocupado, ¿acaso alguien se había llevado a Chen Yu? De pronto, se escuchó el sonido de varias flechas disparadas desde la obscuridad, iban directo hacía donde Jun Xuan Xiao estaba parado. Sus ojos fueron rápidos y las esquivó.

La persona que había disparado las flechas había revelado su posición, Jun Xuan Xiao agarró las flechas que se habían enterrado en el suelo y las lanzó como dardos, se escucharon dos balbuceos en los arbustos. Luego, más de veinte figuras aparecieron desde todas las direcciones, era una emboscada, rodeando a Jun Xuan Xiao.

"¿Las ordenes de quién están siguiendo?"

Jun Xuan Xiao estaba parado en medio con las manos desnudas y preguntó abruptamente, todas esas personas estaban bien entrenadas en artes marciales y tenían cuerpos atléticos, todos eran maestros.

"No recomiendo que pierdan el tiempo, ¡ataquen rápidamente!"

Con la orden del primer hombre enmascarado, todos los asesinos se abalanzaron hacia él con movimientos feroces, sitiando a Jun Xuan Xiao desde todas las direcciones.

El rey pateó al asesino que estaba en frente de él y, como tenía muchísima fuerza, se escuchó el sonido de huesos rompiéndose. Las costillas de ese hombre se habían fracturado, su pecho estaba hundido y estaba tirado en el suelo vomitando sangre. Jun Xuan Xiao aprovechó la oportunidad para salirse del círculo y evitar ser herido por varios enemigos.

Jun Xuan Xiao se rio con desprecio. "Xiao Xiye sigue siendo solamente capaz de hacer este tipo de cosas vergonzosas. En ese tiempo, este rey creó el Campamento de Plumas Negras con una sola mano. ¿Por eso quieren matarme perros y gatos?"

"¡Perro ladrón! ¡No tienes a donde escapar hoy!"

El rey observó con sus ojos de águila al líder de los asesinos y le preguntó. "¿Dónde está Chen Yu?"

El asesino se rio y dijo. "Si quieres verlo tienes que rendirte, sino ¡a nuestros hermanos no les molestará probar un poco de la mascota del rey!

Los ojos de Jun Xuan Xiao se volvieron helados, su cuerpo se movió de repente, no se estaba defendiendo de sus ataques sino que fue directo a atacar al líder.

"Tu boca está pidiendo la muerte, ¡este rey te mandará primero!" El puño del rey se movió como un trueno, su cuerpo era rápido y voló justo en frente del asesino.

"¡Derríbenlo! Al que le corte la cabeza al perro ladrón, ¡el emperador lo recompensará con dos mil monedas de plata!"

Esos asesinos estaban un poco nerviosos, pero rápidamente cambiaron su estrategia, eran prácticamente hombres muertos, ya habían dejado la vida y la muerte detrás.

Jun Xuan Xiao era feroz e incomparable. Si su puño bajaba, incluso aunque no murieran inmediatamente, todos sus huesos se romperían.

Al darse cuenta de que estaban en una situación desfavorable a simple vista, el asesino le gritó. "¡Perro ladrón! Si te la pasas escondido en la capital, ¿cuándo tendríamos la oportunidad de matarte? ¡Muchas gracias por tu mascota masculina!"

Jun Xuan Xiao sabía claramente que sus palabras eran falsas, pero no pudo evitar quedarse paralizado por un momento, una espada afilada perforó su abdomen en un instante.

El Amante Mudo (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora