69 Perdido

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Bajo las instrucciones del emperador, la princesa buscó al rey por dos días seguidos, se disculpó después de confesar sus errores y se arrodilló para confesarse en el salón de la Familia Real. El rey nunca la recibió ni la miró y el emperador estaba furioso. Sin embargo, el día de la partida del emperador a la capital, el rey no mencionó nada acerca del divorcio.

"Hermano, ¿crees que Mi Señor me perdone?"

La princesa estaba parada al lado del carruaje y se limpiaba las lágrimas de mala gana.

Al ver la apariencia de la princesa abandonada por su amo, el emperador se sintió preocupado y molesto, odiaba que no podía hacer nada.

"Dairou, tienes que dominar tu carácter arrogante de ahora en adelante. Después de todo, este palacio no es peor que el mío, las montañas son altas y los ríos están lejos. No puedo protegerte todo el tiempo."

La princesa asintió ausente y no se podía decir si había puesto atención o no.

"Si yo le importara más al rey, ¿para qué le causaría problemas a esa perra?"

El emperador se molestó. "Si sigues haciendo esas tonterías, Xuanxiao me lo dijo a la cara, no tienes idea de lo que te puede pasar. Ni hablemos de que te consienta, al menos pueden tratarse con respeto. ¡Tienes que ser más inteligente en el futuro!"

"¡Oh!" La princesa tarareó crasamente. "No me ayudaste de corazón, no pudiste hacer que el rey sacara a esa perra de su corazón y no se lo pudiste quitar."

"¡Ojos de ratón!" El emperador le gritó demasiado flojo como para explicarle. "Si haces lo que te digo, ¡No creo que Xuanxiao pueda tolerarlo!"

La princesa comenzó a llorar y se rio. "¡Hice lo que me dijiste!"

El emperador bajó la voz. "Las cosas que te di las debes guardar bien y usarlas en el futuro."

Llegó el año nuevo y Chen Yu permanecía encerrado. No se había recuperado completamente del resfriado, tosía todo el día y tenía fiebre alta de vez en cuando. El médico había dicho que Chen Yu era muy débil físicamente y, que una enfermedad normal para otras personas, era una enfermedad seria para él.

La víspera de año nuevo, el palacio estaba cubierto de linternas y habían invitado a un malabarista de fuego, el cielo estaba lleno de colores y la nieve se iluminaba, todos en el palacio habían recibido más sueldo ese mes y estaban felices.

La residencia Shaohua estaba desierta, a excepción de un sirviente que limpiaba el lugar, el rey había ordenado que nadie podía acercarse. Por lo tanto, cuando la gente pasaba por afuera, no se atrevían a acercarse mucho y al mismo tiempo miraban con ojos llenos de envidia. Sabían que ahí vivía la Concubina Imperial, de la que el rey gustaba mucho, sin embargo, desafortunadamente, esta belleza enfermiza no parecía estar muy cómoda. Había seducido al emperador durante la Cacería de Invierno y el rey los había descubierto, por lo que el rey ya no la había vuelto a ver en lo absoluto.

Cada persona que hablaba al respecto mostraba asombró y aportaba más rumores. Es una pena que los celos y el desprecio se encuentran en todos lados.

Chen Yu se levantó de la cama, se puso las ropas blancas que eran las favoritas del rey y se cepilló el cabello meticulosamente. Miró el reflejo de su cara en el lavabo y vio que sus labios estaban secos, se puso un poco de maquillaje para ayudar a verse un poco mejor.

Se puso su abrigo y estaba listo para salir cuando recordó algo, rebuscó en todos los cajones y baúles, pero no lo pudo encontrar, después revolvió todos los demás lugares donde pudiera haber cosas guardadas.

Chen Yu se veía cada vez más y más ansioso, sudando profusamente.

'Mi pendiente de jade, obviamente no he buscado en el lugar correcto, lo traía puesto durante la cacería de invierno.'

Chen Yu intentó con todas sus fuerzas recordar cuando fue la última vez que tuvo el pendiente de jade que el rey le había regalado, atado a su cintura. Lo había usado el día que había escapado en la montaña, después había estado enfermo por tanto tiempo que no se había percatado que lo había perdido.

'¿Lohabré perdido cuando me caí del acantilado?'

El Amante Mudo (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora