116 Querida madre

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Chen Yu caminó ansioso, su cabello negro como la tinta estaba empapado por el sudor y sus mejillas estaban sonrojadas. La prisión se hundió de repente en un silencio mortal, dejando que sus jadeos angustiados se escucharan.

Desafortunadamente había llegado un poco tarde, vio el cuerpo lleno de sangre de su madre y a Jun Xuan Xiao que estaba sosteniendo la lanza ensangrentada.

"Yu-er."

Jun Xuan Xiao estaba aterrado e inconscientemente escondió la lanza detrás de él, pero esta acción hacía que fuera más probable que lo malinterpretará. El rey pensó en secreto que había visto vientos y olas impasibles, pero esta era la primera vez que se sentía intimidado, tenía miedo de que Chen Yu viera esa escena.

El rubor del cuerpo de Chen Yu desapareció en un instante, Jun Xuan Xiao vio claramente como su rostro se cubría de una palidez mortal, tan blanco como el papel e incluso el color de sus labios era gris. Chen Yu abrió los ojos con horror y parecía que estaban a punto de llorar sangre.

"Yo acabo de llegar aquí."

El rey no sabía por qué se sentía tan culpable, siempre había sido muy orgulloso pero, por primera vez, estaba intentando activamente explicarle a Chen Yu el malentendido de que él había secuestrado a su madre, despreciaba la idea de inventar excusas en ese momento.

Pero Chen Yu no le prestó ninguna atención, en ese momento, parecía que estaba desconectado de todo el mundo exterior. Se tambaleó paso a paso hasta el cuerpo de su madre, se arrodilló en el suelo, sostuvo el cuerpo y lo abrazó. Pero no importaba que tanto lo intentara, su madre no iba a volver a la vida, hablarle y recibirlo con cariño.

El rostro de Chen Yu estaba enterrado en la piel de su madre y trataba de conservar ambiciosamente su calor corporal restante, esperando que su madre siguiera viva.

Los inviernos en la Residencia del Magistrado eran muy largos, cuando Chen Yu era un niño, sus manos siempre se congelaban hasta quedar rojas y moradas. Su madre metía las manos del niño en sus mangas para pasarle su calor, como tenía que hacer muchos trabajos pesados, las manos de su madre también se congelaban, se cuarteaban y sangraban. Su madre era todo para él, lo protegía como si fuera una sombrilla, cada vez que el causaba un problema su madre era la que asumía la culpa por él y recibía los castigos. Chen Yu había pensado que su madre lo protegería toda su vida.

Chen Yu apretó una de las manos de su madre, como siempre le tocaba hacer los trabajos más difíciles de la residencia, sus manos estaban llenas de callosidades.

La mujer de sus recuerdos era joven y bella, con un par de ojos brillantes, pero su vida en la residencia había sido difícil y envejeció rápidamente, solamente tenía cuarenta años. Su cabello largo se estaba volviendo blanco, su piel había estado expuesta al sol y a la lluvia, y su rostro estaba amarillento y delgado.

"Madre, cuando crezca voy a trabajar duro para ganar dinero y compraré tu libertad. Dejemos de ser esclavos, la gente de aquí no nos quiere."

Esto fue lo que Chen Yu le dijo con lenguaje de señas, su madre alabó su sensibilidad y le dijo. "De acuerdo, entonces tú te comerás los huevos para que crezcas más rápido."

Chen Yu levantó los huevos que su madre había robado de la cocina y, a pesar de que salivaba del antojo, se los ofreció a su madre.

"Madre no quiere decir que no le gusta comer huevos."

Chen Yu era muy joven y pensó que en realidad a su madre no le gustaban los huevos, pero cuando él se había quedado dormido un momento en la tarde, había visto de reojo a su madre lamiendo las cascaras de los huevos que él había comido, buscando cualquier rastro de clara que hubiera quedado adherido a la cáscara.

Así que Chen Yu no podía esperar a crecer en un día, pero entre más crecía más problemas causaba. Algunos de los sirvientes de la residencia comenzaron a prestarle atención, siempre lo molestaban y le exigían que se desvistiera, pero su madre era muy autosuficiente y siempre los golpeaba hasta que se retiraban. Obviamente era una mujer débil, pero cuando estaba protegiendo a Chen Yu, se volvía sorprendentemente fuerte y no le temía a nada. Hasta después, que el magistrado le pidió a Chen Yu que se casara con el rey y su madre lloró por una noche entera.

"Hijo mío cuando vayas al palacio debes hacer caso a tu amo, él hará lo que él quiera pero, incluso si te regaña y te golpea, no debes desanimarte. Tu madre sólo espera que regreses vivo."

Chen Yu era muy obediente, lo que el Rey de Zhen Bei le ordenaba hacer lo hacía, no importaba si él le había fracturado la mano y aunque el rey era vicioso, no lo mató. Su madre estaba esperando a que él regresara pero cuando pudo regresar, ella no estaba esperándolo.

Las lágrimas de Chen Yu cayeron de su rostro y se aferró al rostro de su madre. Sacó de una de sus mangas un saco desgastado, dentro estaba la plata que le había dado el rey. Cuando había logrado escapar del palacio, era justó la razón por la que le había pedido descaradamente al Rey de Zhen Bei que lo recompensara antes de marcharse.

"Madre, mira, he conseguido suficiente dinero para comprar tu libertad. No tenemos que ser esclavos nunca más, podremos vivir en nuestra propia casa y cuando crezca, podremos compartir la carga de trabajo entre los dos. Los dos podremos salir a trabajar para ganar dinero y poder alimentarnos."

"Madre, ¿por qué no lo tomas?"

Chen Yu puso el dinero, que había mantenido escondido por mucho tiempo, en las manos de su madre. Pero ella ya no las volvería a cerrar, ni acariciaría la cabeza de Chen Yu cariñosamente, diciéndole que realmente era muy sensible.

Nunca la volvería a ver.

Chen Yu se sintió aterrado, sus ojos estaban en blanco. Si no tuviera a su madre en el futuro, estaría completamente solo en el mundo, ¿a dónde iría?

Al ver la Plata Real en las manos de Chen Yu, Jun Xuan Xiao recordó algo y de pronto entendió porque Chen Yu había abandonado completamente su dignidad y se había rebajado ante él para pedirle ese dinero.

Esa plata se había vuelto algo muy sorprendente.

Jun Xuan Xiao había pensado que Chen Yu era muy débil y podía ser manipulado como fuera. Era comúnmente muy fácil ilusionarlo pero, ahora resultaba, que era mucho más consistente que la gente común.

"Yu-er."

La garganta de Jun Xuan Xiao estaba hecha un nudo, Chen Yu llevaba sosteniendo a su madre por mucho tiempo y el rey estaba preocupado, estiró la mano para tocar su hombro. De repente, Chen Yu giró la cabeza y le gruñó gesticulando con la boca, mostrándole los dientes. Sus rasgos faciales estaban completamente contorsionados y sus ojos estaban enrojecidos exageradamente, parecía una pequeña bestia que protegía, enloquecido, el cuerpo de su madre. No tenía ningún sentido de seguridad y se sentía ansioso de todo lo que lo rodeaba.

"Oh, oh. ¿Eh? ¿Qué?"

Esta era la segunda vez que veía llorar a Chen Yu y su garganta estaba desgarrada, era el sonido más fuerte que podía hacer.

Los mudos podrían desgarrarse el corazón completo pero la mayoría de las veces no podían demostrarlo y tenían que tragarse el dolor en silencio hasta que su corazón se rompiera completamente.

El Amante Mudo (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora