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-¡Oh! perdóname, que descortés. Mi nombre es Jeon Jungkook- Me extendió la mano para saludar.

Miré su palma esperando que yo la tomara y así lo hice.

-Bueno, Jungkook, sabes mi nombre- uní mi mano con la suya y éstas se fusionaron como dos engranes hechos a la medida.

El calor corporal de su mano y la varonil suavidad de su piel hicieron que el rubor corriera travieso por mis mejillas.

-Muy bonito por cierto- sonrió haciendo referencia al nombre. El rojo se intensificó más.- ¿Qué tal el viaje?- preguntó

-Cansado- suspiré- así que si no te molesta, me sentaré a esperar a Lucy- dije y dejé resbalar mi cuerpo por la pared beige hasta llegar al piso alfombrado. Vaya que era un lugar triste para vivir.

-¿Te molesta que la espere contigo?- musitó.

-Por supuesto que no- traté de sonar casual.

Me sonrió y se sentó a mi lado recargando su espalda en aquella pared y cruzando sus piernas en el suelo. Los jeans que traía se ajustaron más, desvié mi mirada ignorando los pensamiento poco coherentes que mi mente había producido.

Sentí hambre y busqué en mi mochila alguna comida chatarra que no me haya terminado en el vuelo. Afortunadamente encontré un paquetito de galletas de chocolate con un par.

-¿Gustas?- le ofrecí.

-No, gracias, provecho- me sonrió, me miraba como si fuera algo... poco común, pero divertido.

-Tengo hambre- me encogí de hombros un tanto cohibida.

-Adelante- me animó a morder la galleta.

Me comí una de forma rápida y me sacudí las migas que habían caído de ella, Noté que Jungkook me miraba.

-¿Extrañas California?- me preguntó

-Un poco- admití -pero siempre es bueno un cambio- dije mientras comenzaba a morder la otra galleta- Espera... ¿cómo sabes que vengo de California?- Exigí saber. Este chico si que conocía mucho de mi cuando para mi era un desconocido total, sin embargo, no me asustó en lo absoluto.

-Lucy me lo dijo, me hablo tanto de ti- respondió.

-Oh- reí -espero que hayan sido cosas buenas.

-No te preocupes- sonrió -Eres su mejor amiga. ¿qué cosas malas podría decir de ti?

-No sé, quizá que... me gustan los documentales de asesinos seriales- me encogí de hombros -o que me encantan las galletas de chocolate con mantequilla de maní.

-Mirar documentales de ese tipo no es raro- admitió riendo -y cada quien tiene sus gustos, a mí me gustan los chocolates con menta.

-Eso no es tan raro.

Ambos reímos entre tanto que yo aplacaba mi hambre mordiendo de nuevo la galleta, el sonido de nuestras risas ya no tuvo motivo al ser opacado por el grito júbilo de una voz familiar.

ᴇʟ ᴍᴀɴᴜᴀʟ ᴅᴇ ʟᴏ ᴘʀᴏʜɪʙɪᴅᴏ  [ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora