~14~

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Levanté la mirada y me topé con un bello rostro meramente inmaculado. Su piel llana y pálida hacía lucir oscuros sus ojos, sin embargo poseían un hermoso color castaño y las pestañas se expandían con firmeza hacía arriba. Sus labios rellenos y rosados se estiraron y formaron una bonita sonrisa.

-Hola- pronunció.

-hola- dije medio atontada por el bello rostro juvenil que tenía justo enfrente.

-Perdóname, es que soy un poco distraído.

-No, no, la distraída soy yo- dije y luego me reí.

-Soy SeokJin- estiró la mano para que yo la tomara.

-___- me presenté. -¿Vives aquí?- balbuceé al captar el trió de números que formaban el 308

-Sí, con mi tía.

La vieja gruñona con la que Lucy me había dejado la llave de su apartamento era tía del lindo muchacho que me sonreía en este instante. Abrí los ojos completamente sorprendida.

-¿Eres sobrino de la señora Montórfano?

- ¿la conoces?

-, bueno no- dije y su expresión se convirtió en una de confusión -Mi amiga me dejo la llave de su apartamento aquí y sólo pasé a recogerla, de ahí conozco a tu tía.

-¡Oh! ¿eres tú la linda chica que se mudó con Lucy?- preguntó como si hubiera formado un rompecabezas en su cabeza.

-Sí y... gracias por lo de "linda"

-Oh, bueno, eres linda- musitó y se encogió de hombros -¿Vas a algún lado?

-Sí, a un laboratorio de fotografías ¿sabes dónde queda la calle Squero de San Trovaso?- pregunté mirando el papelito arrugado en mi mano y tartamudeando al leer el nombre de la calle.

-Si, está muy cerca de uno de los canales hacía el norte.

-¿Está muy lejos?

-No, puedes ir caminando, son como cinco cuadras de aquí.

-Oh, gracias.

-Puedo llevarte si quieres, tengo auto- ofreció.

-No gracias, hoy caminaré, tengo tiempo de sobra.

-Está bien, ¿puedo invitarte un café? para conocernos, digo, vamos a ser vecinos- se enocogió de hombros un tanto avergonzado y ligeramente ruborizado.

-Claro, me encantaría.

-Hasta luego, entonces.

-Hasta luego- dije -Oh y grazie mille- murmuré lo que había aprendido de Jungkook el día de ayer cuando agradeció al mozo.

Jin me sonrió.

-Di niente, bella ragazza- pronunció.

Me ruboricé un poco y le dije adiós con la mano, luego bajé las escaleras y me encaminé por las calles esperando encontrar lo que buscaba..

Luego de unos minutos y de contabilizar mentalmente las cinco cuadras que Jin me había mencionado, miré hacía el pequeño recuadro blanco ubicado en el muro externo del último edificio de la cuarta calle. Squero de San Trovaso, sonreí satisfecha al haber acertado con mi búsqueda. Tenía la calle, pero aún me faltaba el laboratorio, decidí caminar hacia la izquierda, donde los números ascendían, tenía que encontrar el 237.

Afortunadamente lo encontré además que pude visualizar fuera del lugar el letrero en letras grandes y negras que decía "photo lab" eso hasta un torpe puede entenderlo.

Crucé la acera y me adentré en el lugar solitario y oscurecido, solamente iluminado por las luces del exterior que traspasaban por el ventanal, pero aquello no redujo ni un poco los escalofríos.

-¿Hola?- dije esperando a que alguien en el oscuro lugar me respondiera.

-¡Tonta máquina!- gruño una voz fina y delicada que salió detrás de los almacenes. Una voz de mujer.

Me quedé pasmada y mis pies se quedaron congelados en el mismo lugar donde se habían parado.

-¿Hola?- volví a repetir, ahora un poco temerosa.

ᴇʟ ᴍᴀɴᴜᴀʟ ᴅᴇ ʟᴏ ᴘʀᴏʜɪʙɪᴅᴏ  [ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora