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acabo la canción e inmediatamente aparecieron 6 personas más, supongo que son amigos cercanos de Jungkook, ya que entre ellos estaba Yoongi, Jin, Taehyung y comenzaron a cantar.

Fue entonces que me percaté de que una lágrima había caído de mis ojos y había llegado hasta mis labios. 

Allí estaba él y no era un sueño, una ilusión o una cruel jugada de mi mente. Me percaté de que colgando de edificio había un cartel enorme que decía "Nessuna fuga de nuovo" con grandes letras azules. No sabía que decía, jamás había aprendido nada del italiano, pero cual fuera el mensaje, me impedía moverme, quería permanecer allí, observándolo.

Hice una comparación y mi exposición salió perdiendo. Jungkook era hermoso, en todos los sentidos que pudiera verle, su voz, su rostro, su cuerpo incluso, así usara el atuendo más ridículo del mundo. De pronto, un pensamiento me cruzó por la mente, ¿había la posibilidad de que el me quisiera sólo a mí? ¿tan sólo a mí? Tenía que haber una razón por la que en este momento estuviera ahí, cantándome esas hermosas palabras que me llenaban el alma, ese "Mirarte directamente solo a ti para que no te vayas a ningún lado" que agregó a la canción, pero, ¿todo aquello era verdad? Y si lo era, ¿no seguirá siendo malo? El recuerdo desgarrador que aun no me abandonaba, era aquel en el que veía los ojos rojos e hinchados de Lucy, la tristeza en su rostro y juraba poder ver la radiografía de su alma hecha pedazos. ¿Es que yo podía ser tan cínica como para arrebatarle lo que más amó?

Miré de nuevo a Jungkook y otra lágrima corrió por mi mejilla. Ni siquiera yo misma me entendía; si él me quería y yo lo amaba más que a mi vida, ¿cómo podíamos estar juntos? ¿el dolor de Lucy era el precio a pagar? Me lastimaba querer hacerlo para estar con Jungkook, no podía ser tan egoísta, ¿o sí? Era verdad que había pasado el tiempo, pero aunque para mí fuera eterno, en realidad no había sido bastante. En dos meses nadie sana una herida y mucho menos si es tan profunda como la que yo había hecho. ¿Es que nunca podría llegar a estar con Jungkook? ¿Ser feliz con él? ¿Tenía que conocerlo? Pero tampoco podía ignorar todo el amor que me quemaba por dentro, me hacía hervir la sangre y que ya hasta dudaba me cupiera en el corazón o en el cuerpo entero.

Sentí a Dani a mi lado.

-Dile que no es demasiado tarde- me susurró y la gente volvió a mi alrededor, volví a la realidad que me asfixiaba.

Dí una rápida mirada a Dani y luego volví a Jungkook; el murmullo de la gente me hizo perder las voces en mi cabeza, mientras la de Jungkook continuaba metiéndose por mis oídos y llegaba a mi corazón. El suspiro angustiado que solté se hizo visible al empañar el cristal de la ventana, ¿por qué tenía que pensar demasiado las cosas? ¿volver a escapar sería muy cobarde?

La música paró y junto a ella mi corazón estrepitosamente colapsó en nuevos latidos. Jungkook miró hacía mí y aun a tal distancia, pude sentirme abrigada en el calor de su mirada.

-¿Qué esperas?- me insistió Dani, pero ni siquiera yo lo sabía.

Jungkook no se movía, pero los demás comenzaron a retirarse no sin antes pasarle una mano por la espalda en forma de apoyo, haciendo que la escena pareciera viva. Era hora de aclarar las cosas con Jungkook y conmigo misma, también.
Comencé a mover los pies hacía atrás y despegué las manos del cristal, dejando las huellas de mis palmas. Jungkook notó mi movimiento y en cuanto dí la media vuelta, él dio un salto hacía atrás y se echó a correr. No supe qué más hizo, porque caminé hasta las escaleras y bajé en grandes zancadas medio desequilibradas hasta la planta baja. ¿Qué iba a decirle? Mi cabeza era un completo caos e iba viéndome los pies casi corriendo, tratando de encontrar las respuestas correctas a todo este dilema.

Justo cuando iba a salir por la puerta, donde la luz taciturna del sol escaso ya comenzaba a alumbrar, un brazo me cerró el paso. El pecho agitado de Jungkook se movía de arriba a abajo debajo de su sudadera negra y su respiración irregular me movía los cabellos de tanta cercanía. Tenerlo así de cerca después de tanto tiempo hizo que me debilitara por completo, pero me obligué a sacar fuerzas de dónde no las tenía para mantenerme de pie, aun cuando mi corazón estallara contra mi pecho.

-No escapes de nuevo- susurró, entrecortadamente y su aliento me estremeció el alma.

-¿Qué?- logré decir.

-Es lo que dice el cartel- hizo ademán para señalar el enorme cartel que caía del edificio de enfrente. mientras medio sonreía. -No vuelvas a escapar, ____. Si lo haces, no voy a parar de perseguirte.

-¿Qué estás haciendo aquí?- pregunté aun incrédula de que estuviera allí, hablándome.

-Ya te lo dije, no voy a descansar si sigues escapando de esa manera, ¿es que no ves?- me tomó de las muñecas y la piel me ardió con su tacto, como antes. -No eres fácil de olvidar, te he buscado como un loco por cielo, mar y tierra.

-Dos meses, Jungkook- musité con un hilo de voz -Dos meses han pasado. Si has estado buscándome, ¿por qué tardaste tanto?

-Tampoco eres fácil de encontrar- su mirada se angustió. -Corrí por mis maletas en cuanto te fuiste de Venecia, ____. Ese mismo día tomé un vuelo a un país cercano, pensando que estarías allí.

-¿A qué país?

-Egipto.

 -¿Qué?

-Recuerdas cuando me dijiste que a ese lugar escaparías? Dijiste que era lo suficientemente lejos para huir de tus problemas- su voz comenzó a agitarse -Estuve buscándote por más de un mes en cada rincón de Egipto, ____.

-Pero sabías muy bien que volvería a California. Tú lo oíste de mis propios labios. -no sabía si sus palabras eran sólo un pretexto para excusar el tiempo, no sabía si era verdad tampoco. Pero es que me costaba trabajo aceptar que estaba allí y me quería, después de lo que yo había oído decirle a Hana.

-¿Y quién me aseguraba que fuera verdad? -cuestionó sin soltarme las manos -A lo mejor sabrías que yo te buscaría a donde quiera que fueras y decidiste mentir para que no pudiera encontrarte.

-¿Mentir?- la voz me tembló y las lágrimas comenzaron a salir, finas y cálidas recorrieron mis mejillas -Jungkook, mentir era lo menos que haría en un momento como ese.

-¿A no?- soltó una risa frustrada, me miró incrédulo y sarcástico -¿Y esa vez que me dijiste que no me amabas? ¿Fue mentira o fue verdad?

ᴇʟ ᴍᴀɴᴜᴀʟ ᴅᴇ ʟᴏ ᴘʀᴏʜɪʙɪᴅᴏ  [ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora