~51~

3K 263 20
                                    

El dolor de cabeza se había esfumado completamente pero el dolor en mi corazón seguía estancado y se movía como una hoja de una cuchilla afilada.

Mis maletas estaban hechas sobre la cama, la habitación había quedado tal cual la había encontrado cuando llegué. Iban a ser las 6 de la tarde, pero el tiempo ya no importaba, a mí se me había acabado el tiempo de estancia allí y cada movimiento de la manecilla del reloj me lo recordaba. Tomé mi morral y fui con Ale, al menos ella tendría que saber que me iba.

Caminé como si los pies me pesaran toneladas, las manos se me congelaban sin siquiera hacer tanto frío.

Llegué hasta el laboratorio pero esta vez no había fotografías para imprimir, sino una triste noticia que dar. Crucé la calle tratando de respirar, no sabía qué tan difícil podría ser decirle adiós a las personas que aprecias y más si sabes que para volverlas a ver pasará muco tiempo, si es que sucede. 

El rechinido de la puerta de entrada se escuchó cuando la abrí y ahí estaba Ale. Me dieron ganas de llorar en cuanto la vi sonreírme.

-¡____, hola!

Quise sonreír pero una lágrima traicionera fue lo único que salío. Me dolía decirle adiós a una persona fantástica.

-Oh ____, ¿qué sucede?- llegó hasta mí en un rápido andar y me abrazó.

-Vengo a despedirme.

-¿Qué? ¿A dónde vas?

-Vuelvo a California.

-¡¿Qué?!

-Tengo que irme, Ale, ya no tengo nada más que hacer aquí.

-Pero... ¿por qué?

Respiré hondo, ahí iba otra vez la historia, la dolorosa y triste historia de porque me iba.

-Anoche me embriagué y besé a Jungkook.

-¡¿Hiciste qué?!- sus ojos se abrieron desmesuradamente y llevó sus manos a la boca para evitar dar un grito de sorpresa.

-No me hagas recordarlo. Soy la peor amiga del mundo.

-Vaya, no puedo creerlo. Y... ¿cómo estuvo?

-¿Qué cosa?

-El beso.

-¡Alejandra!

-Lo siento, pero es que en serio no puedo creerlo. Quiero decir, me sorprende que haya pasado algo así, Jungkook tiene novia, ¿no? y tú... bueno tú jamás habrías querido herir a tu mejor amiga, ¿verdad?

-Es lo único que me duele, Ale, la traicioné.

-Sí pero... ¿segura que es lo único?

-¿Qué quieres decir?

-No lo sé. ¿No te duele dejar a...? tú sabes quien.

-Jungkook- me tembló la voz y Ale asintió. -Si te digo que no, te mentiría. Lo amo, Ale.

-¿Y qué vas a hacer? ¿Crees que irte va a arreglar las cosas?

Me reí.

-Sabía que intentarías hacerme cambiar de opinión, pero ya no hay vuelta atrás. Me voy.

-No puedes escapar siempre.

-No, pero ahora sí. De todos modos volvería, no me iba a quedar para siempre aquí.

Ella suspiró, sabiendo por supuesto que no haría que cambiara de opinión.

-Te extrañaré tanto- susurró.

-Yo también. Escucha, podemos escribirnos por Internet.

Estaba tratando de evitar el melodrama, pensar en despedirme de una persona como Ale me dolía en lo más profundo de mi alma.

-No será lo mismo- dijo triste.

-Ya lo sé, pero hay que agradecer que nos conocimos- musité a punto de dejar salir una lágrima.

-No es justo- murmuró y volvió a abrazarme. Ella no pudo contener las lágrimas y verla llorar me terminó por derrumbar.

-Nunca voy a olvidarte, ¿de acuerdo?- hablé bajito.

-¿Y prometes que te cuidaras?

-Lo prometo.

-¿Cuándo sale tu avión?

-Mañana a las 11 de la mañana.

-Le pedié permiso a mis papás y cerraré para...

-No. Escucha, no te lo tomes a mal pero mañana no quiero que nadie me acompañe al aeropuerto. No me gustan las despedidas, Ale. Y si puedo huir de ellas, mejor.

-¡Pero ya no voy a volver a verte!

-Claro que nos volveremos a ver, algún día... Nos volveremos a juntar. Pero no me hagas más difícil la partida, ¿sí?

-Te voy a extrañar demasiado.

-Ya somos dos. Te quiero, Ale, gracias por todo.

-También te quiero, ____.

Le dí un último abrazo y me retiré del lugar antes de que yo misma me amarrará a él. Sabía que desde un principio que no debía encariñarme con personas porque dejarlas me costaría mucho y no estaba equivocada. Dolía bastante.

Caminé hasta el edificio, mientras me limpiaba las lágrimas que resbalaban por mis mejillas. El cielo estaba oscureciendo, este había sido mi último día en Venecia.

Subí por las escaleras, desganada totalmente. La despedida de Ale no había sido para nada sencilla. No cabía más dolor en mi corazón.

O eso pensaba yo...

ᴇʟ ᴍᴀɴᴜᴀʟ ᴅᴇ ʟᴏ ᴘʀᴏʜɪʙɪᴅᴏ  [ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora