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No dije nada, sólo tragué saliva intentando deshacer el nudo de mi garganta que me asfixiaba. Me di media vuelta, dejándolo ahí, mirando cómo me alejaba. Si él de verdad me quería, no iba a dejarme ir, pero yo necesitaba tiempo para pensar qué hacer. 

Me decía que él y yo éramos lo correcto, pero ¿cómo puedo estar segura de ello? ¿lo correcto era pisotear y terminar de destruir el ya destrozado corazón de Lucy? ¿vivir con la culpa comiéndome por dentro? ¿o qué era lo correcto?

Sentía que la cabeza me explotaba. Tomé un taxi para ir al hotel. Cambié mis planes, no quería encerrarme a pensar sola porque lo más probable es que terminaría llorando, no quería estar allí para sofocarme a mí misma. Le pedí que me llevara a Central Park, tenía que despejar mi cabeza, ordenar mis ideas que no había acabado cuando me fui de Venecia, el corazón roto de Lucy me perseguía incluso más que Jungkook. ¿No era lo que quería? ¿tener a Jungkook para mí y que él me quisiera? Pero, ¿qué tanto me quería?

Bajé del taxi y caminé hasta alguna banca vacía. Ubiqué una no muy lejos y al llegar hasta ella me senté. Me llevé las manos a la cabeza cuando el aire me toco en un soplo. Podía ver a Jungkook en mi futuro pero Lucy era parte de toda mi vida; allí estaba ese maldito dilema otra vez, ¿es que nunca iba a terminar? ¿había una solución acaso? Sollocé en silencio, ¿qué era lo que yo quería? Quería ser feliz a lado de Jungkook y daría mi vida por compartirla con él, pero el fantasma de Lucy seguía ahí y no me dejaba avanzar nada. Aunque Lucy ya estaba muy lejos, ¿no? ¿Qué podía perder ahora? ¿de verdad valía la pena? Quería saber qué tanto me quería Jungkook, si me amaba como yo lo amaba a él y si esto valía el riesgo. Él había viajado hasta acá para buscarme. Entonces otro pensamiento me vino a la cabeza. El día del aeropuerto, cuando antes de subir al avión, creí haberlo visto; no estaba loca, él me había dicho que ese mismo día en que yo me fui, había tomado sus maletas para ir a buscarme, entonces sí estuvo allí...

Se me hizo tarde, entre pensamientos y dilemas. Supe que era mejor irme ya. Y aunque había pasado el tiempo, no quería pensar en que Jungkook, quizá esta vez hubiese dejado de perseguirme. ¿Y si lo hizo? Ya no podía con tantas dudas, mañana regresaba a California y si Jungkook no aparecía de nuevo, entonces no le importaba tanto como decía.

Tomé otro taxi para que ahora sí me llevara al hotel, siendo ya las 8:30 de la noche. Rogaba al cielo por una señal, lo que fuera, algo que me indicara que correr el riesgo valía la pena. Algo que me dijera que Lucy estaría bien fuera cual fuera mi decisión. En ese momento me percaté de algo que me pasó por la cabeza: Yoongi. Al instante de cavilar su nombre, un montón de preguntas llegaron a mi cabeza. ¿Jungkook estaría enterado ya de que su hermano está enamorado de Lucy? ¿Yoongi seguirá enamorado de ella? ¿qué hizo después de ir tras ellas la vez que...? ¿qué habrá pasado con ellos ahora? Lo último que supe fue lo que Ale me contó, pero en realidad, eso no respondía mucho.

-Aquí es, gracias- pagué y luego bajé del taxi.

Había dejado trascurrir varias horas. No sabía qué había sucedido con mi exposición, con Jungkook, no sabía nada. Me reí de pensar que el las dos veces que he presentado mi exposición he huido sin estar en el final. Pobre Dani, tenía que recompensarlo de alguna manera. Subí hasta mi habitación, con el plan de llamar a Daniel, era mi único informante de todo.

Pasé la tarjeta para abrir la puerta. Sobre la alfombra color vino tinto había un sobre ancho y rectangular con mi nombre al frente. Cerré la puerta y me agaché a levantarlo. Era delgado y liviano, lo que sea que trajera adentro, sólo era un cartón o algún papel duro. Lo abrí más curiosa que antes y saqué el contenido, al fin pude ver qué era. Había un par de fotografías, sólo dos. El corazón me palpitó con esos latidos tan conocidos y enamorados. En la primera  fotografía había una palabra que fue retratada en algún negocio, como los carteles o letreros que se colgaban en las vitrinas en la parte superior de la entrada. La segunda fue tomada en algo de algún adorno romántico de San Valentín y allí estaba mi señal. Juntas decían "Te amo" Estaba casi segura de quién las había enviado, conocía la letra de quien había escrito mi nombre en el sobre. Dí la vuelta a una fotografía y en la esquina inferior decía "Jungkook".

ᴇʟ ᴍᴀɴᴜᴀʟ ᴅᴇ ʟᴏ ᴘʀᴏʜɪʙɪᴅᴏ  [ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora