🌙||•𝓓𝓮𝓼𝓽𝓲𝓷𝓪𝓭𝓸𝓼•||🌙

🔱 17 🔱

La noche estaba perfecta. El clima era agradable, el cielo lleno de estrellas brillantes que daban un toque místico al cielo. Hongjoong lo observaba con una pequeña sonrisa, sintiendo la brisa nocturna acariciar su piel. Necesitaba estar a solas y pensar en todo lo que sucedía en su alrededor. Después de días se sentía un poco en paz, tal vez las cosas con san y Wooyoung no estaban del todo arregladas con él pero al menos ya podían estar en la misma sala, con Mingi las cosas seguían tensas pero al menos ya sabía cuál sería el desenlace de su relación y lo aceptaba.

San y Wooyoung se habían calmado pero las cosas seguían mal, por lo que Hongjoong decidió retirase de la casa de Mingi pues todo lo estaba afectando demasiado. Iría a ver a JongHo al hospital, lo necesitaba.

— ¡Hongjoong! — El gritó de Yunho hizo que sobre saltará en su lugar, pero aún así decidió no detenerse y voltear, aún tenía un gran rencor con él.

— ¡Hongjoong! — Repitió. Yunho había corrido lo más rápido que pudo para alcanzarlo y hacerlo girar para verse.

— ¿Qué es lo que quieres? — Preguntó seco y cortante. Toda pizca de paz que había tenido se fue.

— Hongjoong, déjame verlo. — Yunho lo miraba suplicante, lo extrañaba y quería verlo aún que sea unos segundos.

— No, ya le hiciste mucho daño. — Respondió para girarse y seguir con su camino.

— Te lo suplico, lo necesito

— Él está en cama de hospital porque tú lo dañaste tanto que quería huir, por ocultarle algo tan grave.

— No es tan grave...

Hongjoong solo una risa con cero gracia para girarse y verlo fijamente.

— ¿Estar comprometido no es grave? Yunho, JongHo me hablaba cada vez que podía diciéndome risueño cuanto amaría estar casado contigo y formar una familia como Wooyoung y San la tenían. Imagina cómo debió sentirse que todo su ilusión nunca se haría realidad, que solo era un sueño porque su pareja estaba comprometido y nunca le dijo.

Yunho no respondió, él tenía razón y estaba tan cegado en que lo extrañaba que no se había tenido a pensar cuán herido estaba.

— Solo una vez, por favor...— Suplicó de nuevo. Hongjoong suspiro resignado y acepto.

— Solo una — confirmó, para luego seguir con su camino al hospital. Su auto lo había dejado unas cuadras alejadas de la casa de Mingi para evitar que alguien lo siguiera así que ahora se dirigía a él.

El camino fue incómodo para los dos dentro del auto. Ninguno quería hablar pues no sabían que decir, o más bien, era Yunho el que no sabía que decir. Podía sentir con exactitud lo enojado que Hongjoong estaba con tenerlo a su lado. No lo hacía por él si no por JongHo, y por el amor que sentía.

— Te daré 10 minutos mientras voy por un café. — Demandó Hongjoong, dejando solo a Yunho en la habitación de JongHo.

Yunho no podía resistir el dolor que sentía a ver a la persona que más amaba en aquella cama, lleno de agujas y cables que lo conectaban a distintos aparatos. Parecía que dormía, sin ninguna tipo de preocupación.

Tomó asiento en la silla ubicada a lado de la cama, y sostuvo su mano, acariciandola en un intento de tener más contacto de él mientras trataba de que sus lágrimas se detuvieran para poder hablar.

— Amor, ¿cómo estás? Espero que te estés recuperando. No sabes cuanto te extraño. Sabes, hoy es nuestro aniversario y ... — Yunho metio su mano dentro del bolsillo de su jeans para sacar una pequeña cajita terciopelada. — ... tenía planeado pedirte matrimonio. Se que lo más seguro es que ni siquiera me quieras ver pero te juro que había planeado todo para no casarme con ella. Yo quiero que la persona que envejezca conmigo seas tú, nadie más. JongHo, por favor despierta, quiero escuchar de nuevo tu risa y ver de nuevo esos ojos que tanto me encantan... — Y sin poder resistir mas, lloro, tratando de que al menos algo de su dolor pudiera ser liberado.

Trataba de ser fuerte pero no podía, JongHo era su Mundo y lo había perdido por dejar que alguien más controlara su vida. Solo esperaba que despertara, incluso si eso significaba que al despertar nunca más estarían juntos, lo aceptaba. Quería verlo vivir.

No supo en qué momento se había quedado dormido sobre la mano que sostenía de JongHo hasta que escuchó como Hongjoong lo llamaba pidiendo que se retirara, que la hora de visitas había acabado y que solo Hongjoong podía quedarse al ser su única familia.

Observó por última vez a JongHo, dejando la cajita en la mano que había sostenido. Besó su frente mientras la lagrimas resbalaban de sus mejillas. Era la última vez que se verían.

— Te amo, siempre lo haré...

Se despidió de Hongjoong y salió de la habitación, apoyándose en el primer pasillo que vio vacío, y sin poner resistencia, dejó que llanto se apoderara de él, dejando que sacara todo lo que sentía que su cuerpo pedía. Lloraba porque lo había perdido todo, la única persona que lo amo incondicionalmente la había traicionado.

En la habitación de JongHo, Hongjoong tomó asiento donde Yunho había estado, Observando lo que había en la mano derecha de JongHo, conocía lo que había adentro, él lo había ayudado a comprar el anillo más Perfecto para JongHo.

— No lo quiero ver cerca de ti, pero si tú decides perdonarlo. Lo aceptaré porque se lo difícil que es decirle adiós para siempre a la persona que amas...

Hongjoong se hundió en sus pensamientos, dejando que los brazos de morfeo lo abrazaran. Necesitaba descansar de todo, quería que todo se detuviera al menos por unas horas.