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[Seonghwa]

"Que suerte la mía." Fue lo primero que pensé. Nadie había notado que llegaba media hora tarde por la culpa de San.

— Te veo a la hora del almuerzo. — Besé a San en la mejilla para dirigirme a mi oficina lo más rápido posible.

Una vez en la oficina, decidí quitarme el saco para ponerlo detrás de mi silla, remangando las mangas de mi camisa hasta los codos. Siempre solía hacer eso para sentirme cómodo.

— Buenos días, Señor Park. Tiene una llamada en la línea 2. — Vi como el rostro mi secretaria se asomaba desde la puerta de mi oficina.

— Gracias, Soojin. — Agradecí, dándole una sonrisa para luego tomar el teléfono.

— ¿Diga? Habla el Señor Park

— No me conoces y nunca lo harás pero escucha muy bien lo que te diré. Cuida mucho a San, porque créeme, te lastimará demasiado dentro de poco tiempo. Todo lo que haz hecho se te regresará. Tenlo muy presente — Escuche del otro lado de la línea. Era una voz masculina, pero no la reconocía ni tampoco se me hacía familiar.

Me sentí desconcertado, ¿quién se creía para llamarme y decirme cosas sin sentido? Y más sobre San.

— ¿¡Quién es usted?!¿¡Quien se cree para hablar así de él o de mi?! Ni nos conoces. — Cuestioné con un claro enojo.

— Tranquilo, Muchacho. Sé más de lo que ustedes saben. Te puedo decir que dentro de poco, ustedes 8 perderán todo lo que creían tener. Conocerán a quienes aman de verdad. Tú conocerás alguien que te cambiara todo,¿acaso creías que san sería para todo tu vida? Ja, pensé que de los 8, tú eras el más inteligente. Cuídate la espalda, ya tenemos a dos y nos faltan otros dos.

— Pero que— No logre decir todo lo que pensaba pues el sonido vacío se escuchó apenas termino de hablar, indicando que la llamada había sido finalizada.

¿Quién se cree? Mi amor por San es algo que jamás cambiaría, me he dado cuenta de eso todos los días que han pasado desde que lo conocí. Estaba seguro que no encontraría alguien como él.

Tonterías, no dejaría que un lunático me hiciera cambiar la forma de como veía mi relación. Sin embargo, me intrigaba, ¿Que trataba de decir con que  tenía a dos? ¿nosotros 8?¿quienes eran los otros 6?

Agite mi cabeza, tratando de sacar aquellas preguntas de mi mente. No debía interesarme, tenía trabajo que hacer.

Las horas habían pasado volando, la hora del almuerzo había llegado. San y yo teníamos la costumbre de ir ha almorzar juntos, a pesar de que estábamos en departamentos distintos. Lo sé, sabemos que es empalagoso que siempre estemos juntos pero aún así no nos cansamos del uno del otro.

— Seonghwa~ Hoy tengo ganas de una sopa,¿tú tienes algún antojo hoy?— No había ni salido del edificio cuando los brazos de San ya estaban en mi cintura y su boca cerca de mi oído.

— Claro, vamos a comer a...—Mis palabras se habían quedado en el aire, pues una voz algo grave me había interrumpido.

— Buenas tardes, lamentó mucho las molestias. ¿Les podría hacer algunas preguntas?

Un joven de tez un poco bronceada, cabello rojo, ojos rasgados y una voz gruesa, nos dio una mirada intimidante.

Sentí como San me soltaba para ponerse a mi derecha, abrazando mi brazo. Era una forma que tenía de demostrar que estaba nervioso.

— Emmm, si claro. Soy el señor Park y él es el Señor Choi,¿Y usted?¿en qué lo podemos ayudar?— Estire mi mano izquierda con la intención de estrechar su mano, y él la aceptó dando una pequeña sonrisa.

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